Camino a la Beatificación

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Carta Pastoral por el “Año del Compromiso Cívico y Ciudadano”

Introducción
A Todos los Bautizados: sacerdotes, consagrados y fieles laicos. ¡Gozo y Paz en el Espíritu de Cristo resucitado! (cf. Rom 15,13).
1          Hemos concluido el Año dedicado a los Laicos. Agradezcamos al Señor y a la Virgen del Valle por los frutos de este tiempo de Gracia durante el cual se multiplicaron y concretaron iniciativas, actividades y propósitos. Sigamos haciendo presente el Reino de Dios con entusiasmo, alegría, creatividad y perseverancia. ¡No estamos solos, el Señor de la Vida y de la Historia nos acompaña!
            Ahora, según nuestro cronograma, damos inicio al “Año del Compromiso Cívico y Ciudadano”, en sintonía con el jubileo de los 200 años de la Declaración de la Independencia de nuestra aún primorosa Patria, en San Miguel de Tucumán el 9 de Julio de 1816.
            A este acontecimiento se suman otros dos muy importantes para nuestra realidad eclesial:
2          1.- El Año Jubilar de la Misericordia, propuesto a toda la Iglesia por el Papa Francisco, que se extenderá desde el 8 de diciembre de 2015 hasta el 20 de noviembre de 2016. En su carta de convocatoria, ‘Misericordiae Vultus’,  el Sumo Pontífice afirma: “he anunciado un Jubileo Extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio para la Iglesia, a fin de que haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes” (nº 3). El Texto bíblico que lo inspira es Lucas 6,36: “Misericordiosos como el Padre”, con lo cual nos invita a vivir la misericordia a ejemplo de nuestro Buen Padre Dios, quien nos pide que no juzguemos ni condenemos, sino que perdonemos y amemos como Él nos ama en su amado Hijo, Jesucristo, hasta dar la vida por los demás.
            El Papa nos explica que decidió dar apertura a este Año Jubilar en el 50° aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II (“La Iglesia siente necesidad de mantener vivo este evento”, Mis.Vul. n° 4) y solemnidad de la Inmaculada Concepción, puesto que “esta fiesta litúrgica indica el modo de obrar de Dios desde los albores de nuestra historia. Después del pecado de Adán y Eva, Dios no quiso dejar la humanidad en soledad y a merced del mal. Por esto pensó y quiso a María santa e inmaculada en el amor (cf. Ef 1,4), para que fuese la Madre del Redentor del hombre. Ante la gravedad del pecado, Dios responde con la plenitud del perdón. La misericordia siempre será más grande que cualquier pecado y nadie podrá poner un límite al amor de Dios que perdona. En la fiesta de la Inmaculada Concepción tendré la alegría de abrir la Puerta Santa. En esta ocasión será una Puerta de la Misericordia, a través de la cual cualquiera que entrare, podrá experimentar el amor de Dios que consuela, que perdona y ofrece esperanza… Y establezco que el 13 de diciembre, III Domingo de Adviento, en cada Iglesia particular, en la Catedral que es la Iglesia Madre para todos los fieles, o en una iglesia de significado especial se abra por todo el Año Santo una idéntica Puerta de la Misericordia. A juicio del Obispo, ella podrá ser abierta también en los Santuarios, meta de tantos peregrinos que en estos lugares santos con frecuencia son tocados en el corazón por la gracia y encuentran el camino de la conversión. Cada Iglesia particular, entonces, estará directamente comprometida a vivir este Año Santo como un momento extraordinario de gracia y de renovación espiritual. El Jubileo, por tanto, será celebrado en Roma así como en las Iglesias particulares como signo visible de la comunión de toda la Iglesia” (nº 3).
3          2.- El 11° Congreso Eucarístico Nacional, que se celebrará en Tucumán, del 16 al 19 de Junio de 2016.
            En la carta de convocatoria (25-4-2015), los obispos argentinos decimos: “Vamos a celebrar en la Eucaristía al Señor Resucitado, adorar su presencia y agradecer su acompañamiento desde los inicios de nuestra vida como pueblo. Por eso el lema del Congreso: “Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos”…
El Bicentenario de la Independencia nacional nos ofrece un marco histórico desafiante para que, asumiendo el legado de nuestros próceres, nos comprometamos a sembrar la cultura del encuentro que nos ayude a superar heridas y agobios, y a hacer de nuestra Patria una Nación fraterna cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso por el bien común… La comunión con Jesucristo Resucitado, presente en la Eucaristía, nos permite mirar creativamente la historia y descubrir nuestra identidad y nuestra cultura, verdadero desafío para forjar el futuro, renovando nuestra fe, comprometiéndonos con la justicia y sirviendo solidariamente a la fraternidad…
Confiamos el Congreso Eucarístico a la oración de todos ustedes. Que el camino a recorrer nos haga verdaderos discípulos misioneros de Jesús, centinelas de un tiempo nuevo, anunciadores  de la civilización del amor”.
4          Estos dos acontecimientos serán como el cauce y la fuente inspiradora para nuestro ‘compromiso cívico y ciudadano’. La Misericordia y la Eucaristía tienen que ir modelando y templando todo nuestro quehacer cotidiano, sobre todo en nuestras relaciones interpersonales e institucionales. ¡La Patria bicentenaria nos lo reclama!
5          A continuación, y como cuerpo de esta carta pastoral, desarrollaré un resumen apretadísimo, y hasta ‘irreverente’, de los principales documentos que jalonaron el servicio eclesial sobre la Doctrina Social de la Iglesia. Espero que motive a profundizarlos
6          Luego les dejo una tarea muy importante a concretar en cada parroquia: la creación de un Equipo de Pastoral Social, en sintonía con el Equipo de Pastoral Social Diocesano. Allí les ofrezco un sinnúmero de pautas formativas y metodológicas para concretarlo. Por eso, ruego encarecidamente a los párrocos y demás sacerdotes, como a los consagrados y consagradas, que acompañen a los fieles laicos a madurar este servicio que brota de la virtud teologal de la Caridad, hace creíble y visible la fe recibida en el Bautismo, y debe caracterizar a una ‘Iglesia en salida’, a una Iglesia que se sabe y obra en clave ‘misionera’. Para ello tendrán que trabajar estas pautas e internalizarlas, a fin de que los sueños se hagan realidad. Recuerden que a nivel diocesano ya dimos muchos pasos para abordar diversas temáticas sociales, como: ‘Olimpíadas de Doctrina Social de la Iglesia en colegios secundarios’, participación en los ‘Encuentros y Congresos Regionales y Nacionales de DSI’, ‘Debates de candidatos a gobernador e intendente’, ‘Foros sobre educación, drogadicción, política, empresariado, gremialismo’, etc.
7          Finalmente, les propongo una serie de ‘Metas para el Quinquenio 2016-2020’, a fin de acompañar la implementación de los Equipos de Pastoral Social Parroquial y así ofrecerle un regalo concreto a Nuestra Madre del Valle al celebrar el Jubileo de los 400 años del hallazgo de su bendita imagen en la Gruta de Choya.
8          Estoy cierto de que si entre todos nos ponemos a trabajar en esto, el rostro de nuestra Iglesia Diocesana será otro. Seremos más creíbles y entre nosotros respiraremos un aire nuevo, más evangélico, más mariano. Seremos una Iglesia acorde al proyecto de Jesús: una Iglesia ‘samaritana’, ‘servidora’, ‘misionera’ y de los ‘pobres’.
Este proceso nos ayudará a sacarnos las meras ‘apariencias’, para ser una Iglesia ‘auténtica’ y verdaderamente ‘libre’, una Iglesia ‘comunión’ con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo y con todos los seres humanos, sin distinción ni barrera alguna.

1º PARTE
DE "RERUM NOVARUM" A "CENTESIMUS ANNUS"

9          La formulación moderna de la Doctrina Social de la Iglesia tiene su eje vertebrador en la Encíclica Rerum Novarum, de León XIII, (5-5-1891). En ella el recordado Pontífice abordó con mucha claridad y vehemencia la problemática de los obreros dentro del vertiginoso desarrollo del capitalismo industrial.
La Revolución Francesa (1789-1799) dio inicio al proceso de secularización de la tradicional concepción cristiana del hombre, la familia, el trabajo, la cultura, el estado y la sociedad. Esto motivó que, desde la doctrina secular de la Iglesia y a la luz de las enseñanzas de Santo Tomás de Aquino, surgieran serias reflexiones filosóficas y teológicas y concretas experiencias, como el inicio de la vida sindical, la creación de mutualidades y cooperativas y la formación de partidos políticos de inspiración cristiana.
10       La Rerum Novarum reconoce la aparición de una nueva forma de propiedad: ‘el capital’, y una nueva forma de trabajo: ‘el asalariado’; todo esto representaba una mutación muy profunda de la sociedad europea. El trabajo asalariado era considerado como una mercancía y por tanto se imponían relaciones de dependencia y de injusticia en la relación entre patrones y obreros.  Se estableció en la sociedad una división profunda de clases, que reflejaba el conflicto entre el capital y el trabajo. La alternativa que se ofrecía a ese estado de cosas era ‘el socialismo’ que, por medio de la revolución y la lucha de clases, pretendía producir un cambio profundo en las relaciones económicas y sociales. León XIII había advertido al comienzo de su pontificado la malicia del socialismo, cuando éste era sólo una filosofía que proponía suprimir la propiedad privada. Además, reprobó la lucha de clases; ésta no era la solución para resolver la cuestión social y para mejorar la suerte de los trabajadores.

Cinco enseñanzas básicas de la Rerum Novarum:
11       1. Proclama la dignidad del trabajador y del trabajo, en su dimensión personal y social. Asocia el derecho y el deber de trabajar a la familia y al bien común de la sociedad; nadie trabaja sólo para sí mismo, se trabaja para los demás. Esta concepción del trabajo consiste en una aplicación correcta de la noción de la persona humana.
12       2. Afirmación del derecho a la propiedad privada como un derecho natural: derecho a poseer lo necesario  para el desarrollo de la persona y de la familia. Este derecho natural no tiene un valor absoluto, sino que debe ser regulado en su uso, en sus aplicaciones, por otro principio superior: el destino universal de los bienes materiales. En el uso de los bienes materiales debe haber un equilibrio entre el bien propio y el bien ajeno.   
13       3. Derecho natural a la asociación profesional, a la creación de sindicatos, a la limitación de las horas de trabajo, al legítimo descanso, al cumplimiento de los deberes religiosos y a un trato diversificado para las mujeres y los niños.
14       4. Principio del salario mínimo, es decir, salario justo, que no debe reducirse a la mera negociación directa de patrones y obreros. Es necesaria  la intervención instrumental y limitada del Estado en orden a asegurar la justa distribución para atender, en particular, al bienestar del trabajador.
15       5. Correcta relación entre el Estado y los ciudadanos. Para lograr una sana y fecunda organización política, el Estado no sólo deberá ejercer justicia, sino que tiene que promover una sana amistad social, como expresión de la virtud teologal de la Caridad.
16       Al Papa se lo tachó  de comunista, pero la Encíclica suscitó un movimiento intensísimo, sobre todo entre los católicos, quienes se vieron impulsados a una acción capilar y múltiple en la sociedad de su tiempo. La importancia de Rerum Novarum ha sido tal que las formulaciones posteriores de la Doctrina Social de la Iglesia se refieren siempre a ella. Más aún, ha habido una serie de documentos papales publicados para celebrar los distintos  aniversarios de Rerum Novarum, los cuales van trazando un itinerario de actualización de los principios en las cambiantes situaciones de la sociedad.

Quadragesimo Anno (5-5-1931)
17       El Papa Pío XI la publicó para celebrar los 40 años de la Rerum Novarum, sobre la base de valiosas iniciativas teóricas y prácticas.
18       1. Revindicó la competencia de la Iglesia para intervenir en cuestiones sociales. Tanto León XIII como Pío XI mostraron que la enseñanza en materia política, económica y social era un eco de la predicación del Evangelio y que la Iglesia faltaría gravemente a su deber si no se pronunciara sobre cuestiones que están relacionados con la salvación eterna del hombre.
19       2. Según el derecho natural la propiedad privada tiene una función social. Entonces, cada vez que la Iglesia recuerde la legitimidad de la propiedad privada, y aún de la propiedad privada de los medios de producción, recordará también su función social. Y, así, refuta la opinión de quienes consideraban injusto el régimen del salario y fustiga la inhumanidad con que se determinaba habitualmente la retribución del trabajo.
20       3.  Sostiene que conviene suavizar el contrato de trabajo con el contrato de sociedad, y postula la participación de los empleados y de los obreros en la propiedad, en la gestión y en la ganancia de las empresas.
21       4. Vuelve a recordar la oposición entre cristianismo y comunismo. Califica al comunismo como intrínsecamente perverso; y aclara que si el socialismo perdura como ideología, se opone a la verdad cristiana,  porque contradice la concepción del hombre y de la sociedad que es propia del cristianismo.  Habla de economía dura, implacable y cruel, porque el Estado se ha puesto al servicio de los poderosos; fustiga también al imperialismo internacional del dinero.
22       5. Proclama la justicia y la caridad como leyes supremas de la sociedad. Postula un orden jurídico nacional e internacional que permita armonizar los intereses particulares y el bien común. El principio del bien común es el principio fundamental de la Doctrina Social de la Iglesia.

Lo social en la obra de Pío XII (1939-1958)
23       Su magisterio, basándose en la noción de ley natural, desarrolló los fundamentos filosóficos, éticos y jurídicos del orden social. Se ocupó de todos los problemas causados por los cambios políticos, sociales y culturales. Debió hacer frente a los totalitarismos que arreciaron en el siglo XX y proponer los fundamentos para trabajar por la paz. Defendió el respeto a las minorías y reelaboró una doctrina tradicional para destacar el papel que corresponde a las élites en la sociedad. Elaboró un elenco de las condiciones de una verdadera democracia y de un orden que respete los derechos humanos.
Puso las bases de un orden internacional fundado en el derecho:
24       1. Afirma que el derecho al uso de los bienes necesarios es superior a cualquier otro e incluso tiene prioridad sobre el derecho a la propiedad privada; este es un principio tradicional de la moral católica. La propiedad privada es un derecho natural, pero su ejercicio no puede impedir que los bienes materiales lleguen equitativamente a todos. Por eso, sostiene que la riqueza económica de un pueblo no puede definirse por la abundancia de bienes o por la mera acumulación de bienes, sino que debe definirse por la justa distribución de los mismos.  De modo que un pueblo que sobreabundara en bienes materiales, que tuviera finanzas saneadas, alto producto interno, pero en el cual las riquezas no estuvieran equitativamente distribuidas, no sería un pueblo rico, sino económicamente pobre. Así introduce un elemento ético en la definición de riqueza y de pobreza.
25       2. Emprende una elaboración teológico-doctrinal sobre el trabajo, considerado como derecho y deber. El Estado sólo debe intervenir cuando los particulares no puedan o no quieran establecer entre sí las condiciones de la relación laboral. Lo cual es una aplicación para este problema del principio de subsidiaridad, que es otro de los elementos claves de la Doctrina Social de la Iglesia.
26       3. Destaca la importancia de la familia en relación con la propiedad y con el trabajo. La propiedad contribuye a su solidez y a su libertad; es decir, la propiedad aparece como medio o instrumento, en función de un bien superior.

Mater et Magistra (15-5-1961)
27       El Papa Juan XXIII la publicó con ocasión del septuagésimo aniversario de Rerum Novarum. La situación había cambiado notablemente en pocos años; después de la Segunda Guerra Mundial tiene lugar la recuperación de Europa y se verifica el auge de las doctrinas desarrollistas, que no son en realidad meras teorías sino que se ensayan en la práctica, y con un resultado notable.
28       1. Acerca de la intervención del Estado en el orden económico aplica el principio de subsidiaridad, que permite que las relaciones sociales discurran correctamente en el orden de la justicia. Si se sofocara la iniciativa privada por una intervención desmedida del Estado se podría llegar al estancamiento en el desarrollo del país y aún a una situación de tiranía en lo económico o político; pero, en el otro extremo, omitir la acción del Estado cuando corresponde que éste intervenga equivale a dejar el campo abierto al abuso de los poderosos.
29       2. Señala las ventajas y los peligros de la multiplicación de las relaciones comunitarias y de asociación, a las que llama ‘socialización’. El Papa advierte contra el peligro de la automatización, el excesivo influjo del ambiente sobre las decisiones personales, una posible manipulación de la persona y de las instituciones menores por parte de aquellos que se convierten en padrinos o dueños de los mecanismos de socialización.
30       3. Retoma el problema de la remuneración del trabajo, y constata el contraste entre salarios miserables y la opulencia de quienes medran con la organización económica. Sostiene que son necesarios criterios de justicia y de equidad en la fijación de los salarios. Si bien se sostiene como justo el régimen del salario, se insiste en la dificultad de su aplicación y en el cuidado con que  la autoridad pública debe velar para que las relaciones laborales  sean correctas.
31       4. Concibe a la empresa no sólo como un centro de producción, sino más propiamente como una comunidad de personas que debe moderar el contrato de trabajo con el contrato de sociedad. Promueve, así, una mirada humanista del orden social y de las relaciones laborales.
32       5. Propone que la ayuda a los países en vías de desarrollo debe ser respetuosa para evitar formas nuevas de colonialismo, en especial cuando se quiere resolver el crecimiento demográfico evitando la natalidad.
Al respecto, es oportuno recordar el famoso informe Kissinger (1974), en el que se sostiene que hay que evitar que los países subdesarrollados sigan creciendo demográficamente porque eso pone en peligro los intereses ultramarinos de los Estados Unidos.

Concilio Vaticano II (2-2-1962 al 8-12-1965)
33       La Constitución pastoral Gaudium et spes ofrece una síntesis de la Doctrina Social. Aborda temas fundamentales como la familia, la economía, el trabajo y el orden político y social, desde la antropología cristiana y la fenomenología del mundo contemporáneo. Introduce una categoría englobante, que es la de la cultura; esta visión determina los desarrollos ulteriores de la enseñanza de la Iglesia en materia social.

Populorum Progressio (26-3-1967)
34       Pablo VI ha brindado un aporte que hacía falta en ese momento y que podemos calificar de pedagógico, porque el patrimonio doctrinal a esa altura de los tiempos ya está prácticamente establecido, pero puso el acento en la necesidad de ejercitar un discernimiento sobre los fenómenos sociales y propone la concepción de un desarrollo plenamente humano, es decir, integral, de todo el hombre y de todos los hombres, de todas las dimensiones de la persona y de todos los miembros de una comunidad. Para ejemplificar incorpora las categorías contrastantes y complementarias de ser y tener. Y afirma que el desarrollo es el nuevo nombre de la paz. Alentó la creación de un fondo mundial con el fin de evitar los inconvenientes que se siguen de la ayuda bilateral para el desarrollo. Ese fondo se creó, pero sólo unos pocos aportaron cuotas insignificantes.

Octogesima Adveniens (14-5-1971)
35       Con ocasión del octogésimo aniversario de la Rerum Novarum, Pablo VI publicó esta carta apostólica para iluminar las grandes ideas políticas y sociales que se venían gestando y  para dar algunas orientaciones prácticas para la acción.
36       1. Subraya la importancia de un sólido proyecto político nacional para guiar la acción en favor del bien común, ya que la problemática social no tiene una respuesta definitiva y satisfactoria, en el orden económico-social sino que en el fondo es una cuestión política.
37       2. Es de vital importancia que el Estado o los partidos políticos no pretendan imponer una ideología, sino que el modelo de sociedad debe ser el resultado del diálogo y del debate de los grupos culturales y religiosos que desarrollan sus convicciones sobre el hombre y una sociedad concretos. Valiéndose de un diálogo respetuoso es posible la construcción de un modelo de sociedad y de país.
38       3. Analiza  al marxismo y al liberalismo y muestra cómo la alienación se da en ambas ideologías, ya que ambas bloquean el acceso del hombre a la trascendencia y escamotean las condiciones necesarias para un verdadero humanismo. A partir de este discernimiento crítico sobre las ideologías se abre una nueva oportunidad para el cristianismo, que debe hacer frente al positivismo de la técnica y a la alienación de las  ideologías que eluden  el tema del sentido de la vida personal y comunitaria.
39       4. El Papa afirma que la Doctrina Social de la Iglesia no pretende aportar un modelo prefabricado, tampoco se limita a recordar principios generales, sino que es una reflexión ejercida al contacto de situaciones cambiantes; sobre ellas proyecta una experiencia de siglos, con  la  innovación creadora que requiere la situación del mundo. La Iglesia se interesa más por el cambio de los corazones que por el cambio de las estructuras económico-sociales; sin el cambio de los corazones, sin la conversión,  será imposible que aquellas estructuras cambien para mejorar la suerte de los hombres.

Enseñanzas sociales de san Juan Pablo II
40       Publicó tres encíclicas sociales: Laborem exercens, Sollicitudo Rei Socialis y Centesimus Annus,cuyo centro es el anuncio de Dios  Uno y Trino, y de Cristo, único redentor del hombre, quien dignifica la vida temporal de los pueblos a partir de la fe.
Desarrolló ampliamente la temática de la cultura esbozada en Gaudium et spes;  lo hizo sobre todo en la encíclica Slavorum Apostoli presentando el caso específico del mundo eslavo y su integración en Europa. En reiteradas circunstancias planteó los problemas de la evangelización de la cultura o de la inculturación del Evangelio. También otorgó gran importancia a la celebración del quinto centenario de la evangelización de América Latina, otra ocasión singular para esclarecer cómo la simiente del Evangelio puede transfigurar las culturas de los pueblos.
41       Laborem exercens (14-9-1981) celebra  el nonagésimo aniversario de Rerum Novarum. Es todo un tratado filosófico y teológico sobre el trabajo, con una fuerte proyección pastoral. El trabajo es la clave de la cuestión social y el hombre es el sujeto del trabajo.  El trabajo es considerado como vocación y como medio de realización personal. Afirma la prioridad del trabajo sobre el capital; con lo que establece un nuevo principio que ilumina las relaciones entre capital y trabajo. El trabajo es causa eficiente primaria en el proceso productivo; en cambio, el capital es causa instrumental. Presenta una enunciación detallada de los derechos del trabajador. Pero, sobre todo, es novedoso el capítulo quinto en el que profundiza sobre la espiritualidad del trabajo como dato decisivo de la cultura. Por eso hoy se habla frecuentemente de cultura del trabajo.
42       Sollicitudo rei socialis (30-12-1987) conmemora el vigésimo aniversario de Populorum progressio. Reseña las novedades introducidas por esta encíclica a la Doctrina Social de la Iglesia. Analiza la situación del mundo contemporáneo que no logra un desarrollo rápido, equitativo y sostenido; por el contrario, se tornan más dramáticos el subdesarrollo y las numerosas formas de pobreza causadas por mecanismos económicos, financieros y sociales que parecen funcionar de modo automático y que provocan gravísimos daños.
Ofrece una lectura teológica de los problemas modernos que cristaliza en la proposición del principio de solidaridad como clave de una concepción actualizada del auténtico desarrollo humano. También propicia la reforma del sistema internacional de comercio, hipotecado por el proteccionismo y el bilateralismo; la reforma del sistema financiero mundial; y un enfoque de las relaciones internacionales que se inspire en criterios de igualdad, libertad y participación.
43       Centesimus annus (1-5-1991), publicada con ocasión del centenario de Rerum novarum. Propone  dirigir la mirada a las "cosas nuevas" de hoy; sólo así será posible encarar correctamente el futuro. Retoma los principios fundamentales del magisterio social para instalar en lo sucesivo un ejercicio continuo de discernimiento personal y comunitario de los acontecimientos, clave de una lectura creyente y humanizante de la vida social.  A modo de ejemplo analiza el fin del ciclo comunista en 1989, y expone algunos de los factores de la caída del comunismo, a saber: *La violación constante de los derechos del trabajador por parte de la dictadura del proletariado. Los trabajadores, poco a poco, fueron desautorizando la ideología. *La ineficiencia de un sistema económico que violaba los derechos humanos a la iniciativa, a la propiedad y a la libertad. *El reduccionismo materialista, propio del marxismo. Al reducir la realidad humana, tanto personal como social, a la sola dimensión económica se aliena el sentido de la persona, la cultura y la nación. *El ateísmo inhumano del régimen comunista que provocó un insoportable vacío espiritual.
Lo que no ha logrado el comunismo marxista es instaurar una  religión  política, una religión secular y el propósito de construir un paraíso terrestre.
San Juan Pablo II señala que en algunos lugares se ha verificado un nuevo encuentro entre la Iglesia y el movimiento obrero, porque ha habido una reacción ética de parte de los trabajadores. El paso del tiempo y sus avatares ha mostrado, una vez más, que la genuina naturaleza del hombre, imagen viva de Dios, no se puede despreciar indefinidamente, menos aún su aspiración a la libertad y a la relación con el Creador.
El Papa acota que los hechos han demostrado que fue un error la búsqueda de compromisos entre el marxismo y el cristianismo; y los equívocos, las confusiones y los daños provocados por una falsa teología de la liberación. Es otro el Camino.
En el capítulo IV trata acerca de la propiedad privada, el destino universal de los bienes y el valor de la moderna economía de empresa como ocasión propicia para ejercer una responsable libertad, a la vez que señala los límites del mercado, pues hay necesidades humanas que escapan a la lógica del mercado, produciendo nuevas formas de exclusión.
Propone que se conciba a la empresa como comunidad. Denuncia que la deuda externa constituye un peso agobiante para muchos pueblos aprisionados por sus artilugios. Deplora la deshumanización que está produciendo el consumismo, ya que impone hábitos y estilos de vida perjudiciales y alienantes, que cristalizan en un tremendo e irreparable vacío espiritual. Sostiene con firmeza que es totalmente legítima la lucha contra todo sistema económico que se rija por el predominio absoluto del capital.

El “Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia” (25-10-2004)
44       Este volumen, en el marco de una reflexión sobre el designio salvífico de Dios en favor del hombre y sobre la misión evangelizadora de la Iglesia, ofrece una exposición sincrónica y sintética del magisterio social de la Iglesia acerca de la familia, el trabajo, la vida económica, la comunidad política, la comunidad internacional, la salvaguardia del medio ambiente y la promoción de la paz.
45       También profundiza los principios fundamentales de esta enseñanza: el bien común, el destino universal de los bienes, la subsidiariedad, la participación y la solidaridad.
46       Podemos distinguir dos niveles en la enseñanza social católica: *el primero es el de la doctrina en cuanto tal, un cuerpo de principios y verdades de orden antropológico y ético, una concepción del hombre y de la sociedad que integra la cosmovisión católica; pertenece al ámbito de la teología y especialmente de la teología moral. Este núcleo permanente de verdades y normas sirve de fundamento a una continua apreciación de las situaciones históricas; los principios van descendiendo gradualmente hacia la práctica e inspirando así tanto afirmaciones netas como opiniones más o menos conjeturables.  *En el segundo nivel de la enseñanza social de la Iglesia se encuentra un conjunto de juicios prácticos y prudenciales que pueden servir de orientación en la búsqueda de soluciones concretas y de los cuales surgen las directrices para la acción.
47       La Doctrina Social de la Iglesia no ofrece programas o recetas, ni traza un "modelo" de sociedad. Es una doctrina realista, orientada a la acción; su aplicación concreta requiere el aporte de las ciencias sociales, de la economía, de diversos factores de orden cultural y político. Sobre todo, reclama el compromiso de los fieles laicos y el ejercicio específicamente laical de este compromiso, que es la animación cristiana del orden temporal (Christifideles laici 41,42). La doctrina social de la Iglesia no pertenece al ámbito de la ideología,  sino al de la teología y especialmente de la teología moral. No se puede definir según parámetros socioeconómicos. No es un sistema ideológico o pragmático que tiende a definir y componer las relaciones económicas, políticas y sociales, sino una categoría propia: es "la cuidadosa formulación del resultado de una atenta reflexión sobre las complejas realidades de la vida del hombre en la sociedad y en el contexto internacional, a la luz de la fe y de la tradición eclesial.  Su objetivo principal es interpretar esas realidades, examinando su conformidad o diferencia con lo que el Evangelio enseña  acerca del hombre y su vocación terrena y, a la vez, trascendente, para orientar en consecuencia la conducta cristiana" (Comp.Doc.Soc.n°72).

2º PARTE
LA PASTORAL SOCIAL PARROQUIAL
48       Los cristianos estamos llamados a ser sal y luz para el mundo, fermento de una sociedad más justa y equitativa. Por eso, la pastoral social no es un apéndice de nuestro quehacer eclesial, sino que debe ser una dimensión esencial de toda nuestra labor evangelizadora. Es la expresión de nuestra fe en signos visibles de solidaridad y de compromiso con el Reino. La caridad comprueba la autenticidad de nuestra fe en Cristo (cf. Gál 5,6).
Por eso, considero oportuno que este año en cada una de las 31 parroquias de nuestra Diócesis de Catamarca se trabaje intensamente esta dimensión fundamental de la vida creyente de todos los bautizados, a fin de que en todas tengamos un Equipo de Pastoral Social que anime este servicio tan importante para bajar la fe a lo concreto de la vida.

1.- ¿QUÉ ES LA PASTORAL SOCIAL PARROQUIAL?
49       Es acompañar a la comunidad cristiana a crecer y madurar en la fe. La pastoral tiene  tres dimensiones: la profética (el anuncio y la catequesis), la litúrgica (la celebración) y la social (la caridad operante). No se pueden separar estas tres dimensiones, porque no se trata de tres pastorales diferentes, sino de las tres dimensiones de una sola pastoral. Si bien es cierto que la celebración es la expresión más específica de la religiosidad, la caridad concreta es la verificación de su autenticidad (cf. Mt 5-7 y 25).
50       En las conclusiones de Puebla, los Obispos decían: “Para lograr la coherencia del testimonio de la comunidad cristiana en el empeño de liberación y de promoción humana, cada país e Iglesia Particular organizará su pastoral social con medios adecuados y permanentes que sostengan y estimulen el compromiso comunitario, asegurando la necesaria coordinación de iniciativas, en diálogo constante con todos los miembros de la Iglesia” (DP 478).
51       Más contundente es el Documento de Aparecida: “La Doctrina Social de la Iglesia constituye una invaluable riqueza, que ha animado el testimonio y la acción solidaria de los laicos y laicas, quienes se interesan cada vez más por su formación teológica, como verdaderos misioneros de la caridad, y se esfuerzan por transformar de manera efectiva el mundo según Cristo. Innumerables iniciativas laicales en el ámbito social, cultural, económico y político, hoy se dejan inspirar en los principios permanentes, en los criterios de juicio y en las directrices de acción provenientes de la Doctrina Social de la Iglesia. Se valora el desarrollo que ha tenido la Pastoral Social, como también la acción de Caritas en sus varios niveles, y la riqueza del voluntariado en los más diversos apostolados con incidencia social” (DA 99f).
52       Ninguna parroquia o comunidad eclesial puede quedarse sin pastoral social, porque se trata de una dimensión esencial de la  misión de la Iglesia. Para que esta dimensión se promueva, debe haber quién lo haga. Alguien tiene que ser responsable que impulse constantemente el crecimiento de la fe en la vida diaria. El grupo que asume esta tarea en una parroquia es el Equipo de Pastoral Social. Como dimensión particular de la pastoral parroquial, la labor de este equipo debe estar dirigida en primera instancia hacia la propia comunidad parroquial para ayudarla a madurar en su vivencia práctica de la fe. Por eso dicho equipo debe estar vinculado al Consejo de Pastoral Parroquial.

2.- ESPIRITUALIDAD DE LA PASTORAL SOCIAL
53       La espiritualidad es la savia que nutre la vida. Su fuente vital es la experiencia de Dios. Sin una espiritualidad sólida, la pastoral social queda como un anexo de la fe y se reduce a una mera acción social. Diría el Papa Francisco, una ONG más.
Conspira contra la espiritualidad el divorcio entre fe y vida. En tal caso, que es frecuente, la espiritualidad se queda en un nivel infantil, sentimental, devocional y ajena al compromiso evangélico. Sus prácticas religiosas son más devocionales que bíblicas, más privatizadas que comunitarias, más íntimas que abiertas al mundo. Tal espiritualidad no es capaz de nutrir un compromiso serio, responsable y acorde con los desafíos sociales.
Por eso, una auténtica pastoral social debe contar con una sólida espiritualidad evangélica que se alimenta en el encuentro con el Dios de la vida y de la historia, tal como se ha manifestado en Jesucristo.

             Fundamentos para una espiritualidad evangélica

54       *Dios se revela como el Señor de la historia: la fuente de la espiritualidad bíblica es la experiencia de un Dios que se hace presente en la historia para formar un pueblo y darle vida en abundancia (cf. Dt 26,1-10). El Dios de la Biblia no es un mero garante del orden natural, social o político. Su presencia es más bien desestabilizadora. Él nos saca de la rutina y del caos instituido para crear cosas nuevas, para hacer historia con nosotros y transformar el mundo. El Concilio Vaticano II, en Gaudium et Spes, n° 39, afirma que "la espera de una tierra nueva no debe amortiguar, sino más bien avivar, la preocupación de perfeccionar esta tierra. Aunque hay que distinguir progreso temporal y crecimiento del reino de Cristo, sin embargo, el primero, en cuanto puede contribuir a ordenar mejor la sociedad humana, interesa en gran medida al reino de Dios".
55       *No hay culto a Dios sin práctica de la justicia: según los profetas, la justicia es un tema indisolublemente religioso y social. Para ellos la oración y los actos religiosos no valen nada si no se respeta el derecho del pobre (Amós 5,21-24; Isaías 1,11-17; 58,3-10; Miqueas 6,6-8). El santo es el justo, porque la injusticia es una ofensa a Dios (cf. Dt  24,14-15).
56       *Dios manifiesta un amor preferencial por los pobres y excluidos: la Biblia insiste constantemente en el derecho del pobre, de la viuda, del huérfano, del extranjero, del asalariado, es decir, de todos los que están marginados. La atención preferencial por los pobres se desprende de la conducta misma de Dios
57       *La pobreza como estilo de vida de Jesús: en la vida de Jesús se ha manifestado de manera definitiva el modo de actuar de Dios. La vida de Jesús se ha convertido para siempre en revelación. Desde Belén al Gólgota, la pobreza es un componente inherente en la vida de Jesús y marca su estilo mesiánico. El Hijo de Dios no sólo se hace hombre, sino que se hace pobre. Jesús no vive la pobreza por accidente, sino como opción, como manera de ser, como expresión de su relación con el Padre y con los hermanos. "Felices los que tienen corazón de pobre, porque de ellos es el Reino de los cielos" (Mt 5,3).
58       *Jesús nos revela a Dios como Padre: Jesús tiene una relación filial con su Padre y nos enseña también a nosotros a llamar a Dios "Padre nuestro" (Mt 6,9-13). Es incalculable la fuerza espiritual de esta verdad. Ella implica que Dios nos ha amado primero y desde ese amor brota una corriente de gracia para crear un hombre y una humanidad nueva. Vivir en fraternidad y trabajar para un mundo más justo y humano, es expresión concreta de la experiencia de fe en Dios Padre. La metáfora del padre evoca ternura y confianza, exigencia y promesa. El amor paternal no se confunde con paternalismo.
59       *Jesús es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo: para vivir la dinámica del amor filial y fraterno, debemos tener claro cuáles son las raíces de la violencia y la injusticia. La misión de Jesús es "quitar el pecado del mundo". La acción social del cristiano debe llegar a la raíz de la fraternidad para testimoniar el amor del Padre con la libertad de quien busca recrear el mundo según su voluntad, sin ningún otro tipo de intereses. Es un llamado a la conversión para generar nuevas estructuras sociales. "Entre las opiniones y actitudes opuestas a la voluntad divina y al bien del prójimo y las "estructuras" que conllevan, dos parecen ser las más características: el afán de ganancia exclusiva, por una parte; y, por otra, la sed de poder" (Sollicitudo Rei Socialis, n° 37).
60       *El Espíritu no destruye la vida, sino que la hace plena: el Espíritu es fuente de vida, es la vida misma de Dios en nosotros. Es el Espíritu quien impulsa a Jesús a cumplir su misión (cf. Lc 4,18-19). El Espíritu que impulsa a Jesús libera, comunica vida, lleva a la plenitud y hace cumplir la voluntad del Padre. "Ustedes no recibieron un espíritu de esclavos para volver al temor, sino el Espíritu que los hace hijos adoptivos. El mismo Espíritu le asegura a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios" (Rom 8,15-16). El Espíritu no está para ser "manipulado" ni para "manipular", sino para "guiar" e "iluminar".
61       *El camino de la vida es amar a Dios y amar al prójimo: cuando alguien le preguntó a Jesús qué tenía que hacer para alcanzar la vida, Jesús le respondió: "¿Qué lees en la Biblia?" Contestó: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu; y a tu prójimo como a ti mismo." Jesús le dijo: "Tu respuesta es exacta; haz eso y vivirás" (Lc 10,25-28). Con todo, Jesús va al fondo de la cuestión cuando nos manda que nos amemos unos a otros como Él nos ama (cf. Jn 13,34; 15,9-17).
62       *El criterio definitivo de la pertenencia al Reino es nuestra actitud para con el pobre: el amor a Dios pasa por el amor al prójimo. No se puede separar uno del otro. En el evangelio de San Mateo, tanto en el Sermón de la montaña como el Sermón de la venida definitiva del reino, Jesús hace énfasis en la práctica de la justicia. Dice Jesús al final del Sermón de la montaña: "No es el que me dice: Señor, Señor, el que entrará en el reino de los Cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre del Cielo" (Mt 7,21). En el juicio final, Jesús se identifica con el hambriento, el sediento, el forastero, el desnudo, el preso, el enfermo, el excluido: "Tuve hambre y me dieron de comer, tuve sed y me dieron de beber... ¿Cuándo te vimos y te dimos de comer? Lo que hicieron con el más pequeño de mis hermanos conmigo lo hicieron" (Mt 25,31-45). Al final de nuestra vida seremos juzgados por nuestra atención al pobre, por nuestra práctica de la justicia.
63       *Ser sal y luz para el mundo: la Iglesia, como comunidad de Cristo, no existe para sí misma; toda su existencia es servicio al mundo con miras al reino de Dios. La Iglesia no puede quedarse al margen de la historia humana. Ella es parte integrante de esta historia y, en esta misma historia, tiene que ser sal y fermento de nueva humanidad. Ella está llamada a ser sal y luz en el mundo (cf. Mt 5,13-16), anticipo del Reino, comunión de los hombres con Dios y entre sí.

3.- LOS NUEVOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS
64       En el n° 178 de Santo Domingo y en el n° 393 de Aparecida se nos explicitan los grupos que merecen nuestra especial atención. Son los nuevos rostros de Cristo sufriente, a través de los cuales Dios nos interpela: los excluidos, los desempleados, los campesinos pobres, los indígenas marginados, los niños de la calle, los jóvenes en situación de riesgo, las mujeres maltratadas, víctimas del abuso, las familias desintegradas, las madres solteras, los ancianos, los enfermos, especialmente los enfermos de SIDA, los encarcelados, los refugiados y migrantes, los alcohólicos, los adictos a la droga, etc.

Principales desafíos de la promoción humana
65       a)     EL MODELO ECONÓMICO
Desafío: Competencia, eficiencia, exclusión. Creciente ambiente de consumismo. Brecha entre ricos y pobres.
Líneas pastorales:
*Promover proyectos de economía solidaria: micro-proyectos, talleres de carácter familiar, pequeñas empresas, mercado solidario, bancos populares que den un financiamiento preferencial a microempresas, talleres de formación técnica y profesional.
*Educar en los valores de la laboriosidad y del compartir, de la honestidad y de la sencillez de vida, del sentido ético-religioso de la vida.
*Privilegiar el servicio fraterno a los más pobres. Hacer de nuestra parroquia un espacio para la solidaridad.
*Urgir al Estado respuestas a las difíciles situaciones de los más pobres.
*Reflexionar en torno a una economía social del mercado.

66       b) EL TRABAJO
Desafío: Eficiencia y productividad a costa de la dignidad del trabajador. El trabajo como mercancía.

Líneas pastorales:
*Impulsar la pastoral obrera para promover y defender el valor del trabajo humano.
*Apoyar organizaciones propias de los obreros para defender sus legítimos derechos.

67       c) LOS DERECHOS Y DEBERES HUMANOS

Desafío: poco respeto a la dignidad de la persona y de los pueblos, poca valoración de la cultura y de acceso a la misma. Disociación y desequilibrio entre deberes y derechos.

Líneas pastorales:
*Promover los derechos humanos, individuales y sociales, con la palabra, la acción y la colaboración. A la vez, educar en el responsable ejercicio y cumplimiento de los deberes.
*Denunciar las violaciones de los derechos y las violaciones al cumplimiento de los derechos.
*Defender el derecho de los pueblos originarios a su tierra y a enriquecer su cultura.

68       d) LAS CÁRCELES
Desafío: Situación infrahumana. Hacinamiento. Mentalidad de castigar en lugar de rehabilitar. Justicia largamente esperada. Presos sin condena.

Líneas pastorales:
*Denunciar la situación infrahumana de las cárceles y la lentitud de la justicia. 
*Visitar a los encarcelados de la parroquia.
*Prever la posibilidad de asistencia legal a quienes la necesiten.
*Acompañar en la reinserción social a los que purgaron su pena.

69       e) LA ECOLOGÍA

Desafío: Destrucción del medio ambiente que es nuestra casa común y la herencia para las futuras generaciones.

Líneas pastorales:
*En la catequesis, dar una interpretación ecológica de la creación.
*Crear espacios de sano esparcimiento.
*Estar atentos al problema de la basura y de los desechos. Promover el reciclaje.
*Aprender a vivir en sobriedad y sencillez, respetando la naturaleza como ambiente de vida para todos.

70       f) EL AMBIENTE HUMANO

Desafío: Desintegración de la cultura y de los valores por el consumismo, anti-valores en los medios de comunicación, crisis de la autoridad. Confusión de libertad con libertinaje.

Líneas pastorales:
*Promover un pacto ético-social por una cultura de la vida, del compromiso ciudadano y del diálogo entre las generaciones. 
*Impulsar una nueva cultura de la vida en base a los valores del respeto por la persona, la solidaridad, la sencillez de vida, el uso responsable de la libertad, la gratitud y el compartir.

71       g) LA SALUD

Desafío: Reducción de los gastos públicos para la seguridad y salud social; privatización y comercialización de la medicina, abuso del alcohol, la drogadicción y el narcotráfico.

Líneas pastorales:
*Promover la salud comunitaria (dimensión educativa y preventiva).
*Impulsar una pastoral de los enfermos. Prestar atención a los ancianos. Acompañar a los enfermos de SIDA.
*Promover centros de rehabilitación para alcoholismo y drogadicción.
*Revisar nuestros hábitos de alimentación y revalorar la medicina natural.

72       h) LA FAMILIA
Desafío: La célula básica de la sociedad sufre la crisis de la misma sociedad. La familia, lugar de formación de las personas, no logra cumplir su cometido. Esto refuerza la crisis de la sociedad.

Líneas pastorales:
*Fortalecer la vida de la Iglesia y de la sociedad a partir de la familia, de la catequesis familiar, de la oración en el hogar, del compartir momentos gratuitos de diálogo, juego, etc.
*Acompañar y orientar a familias en situaciones difíciles o irregulares.
*Desde la niñez y la juventud preparar para la vida matrimonial y familiar.

73       i) LA VIOLENCIA
Desafío: Crece la violencia por causa del tráfico de droga, venta de armas, desintegración de las familias, pérdida de los valores, irrespeto por la vida humana. Bandas juveniles.

Líneas pastorales:
*Educar para resolver pacíficamente los conflictos, y para el Perdón y la Reconciliación.
*Ayudar a los niños y jóvenes a descubrir el sentido de la vida.
*Revisar el rol de los Medios de Comunicación Social y su responsabilidad en la sociedad
*Combatir el flagelo del narcotráfico, narcomenudeo y la drogadicción.

74       j) LA DEMOCRACIA

Desafío: Politiquería, poca participación, falta de discernimiento, corrupción, clientelismo.

Líneas pastorales:
*Formar a los laicos en orden a una participación responsable en la política.
*Orientar sobre los valores que fundan una auténtica democracia: responsabilidad, participación, respeto a las personas y sus opiniones, búsqueda del bien común, diálogo.
*Crear conciencia sobre nuestros derechos y deberes políticos.

4.- TAREAS DE LA PASTORAL SOCIAL PARROQUIAL

75       a) ANIMAR Y SENSIBILIZAR A LA COMUNIDAD
El éxito de la pastoral social parroquial no debe medirse sólo, ni principalmente, por el número de proyectos realizados o por los abultados balances de ingresos y egresos, ni siquiera por el número de pobres atendidos, sino por la conciencia social que adquiere la comunidad cristiana, por la creciente coherencia entre fe y vida y por la participación activa e interesada de la comunidad en los proyectos.
El mayor triunfo de una pastoral social parroquial será escuchar frases como: “Son un solo corazón y una sola alma”, “Miren cómo se aman los cristianos”, “No hay pobres, enfermos, ancianos o niños desatendidos entre ellos”.
76       Para conseguir esto, la pastoral parroquial debe:
*Informar a la comunidad parroquial sobre las realidades de sufrimiento existentes en la parroquia, y también en el país y en el mundo. Concientizar a la comunidad por medio de reuniones en torno a la realidad social y reflexionar sobre ésta a la luz de la Palabra de Dios.
*Anoticiar sobre las respuestas que se están dando para aliviar esos sufrimientos.
*Suscitar, animar y apoyar respuestas nuevas y creativas, realizadas sea por la Pastoral Social sea por otras Instituciones.
*Ayudar al párroco y a los diversos servicios para que la homilía, la catequesis y la liturgia estén impregnadas de la caridad evangélica. E Impulsar a través de la liturgia y la catequesis una espiritualidad de la solidaridad, el compartir y la disponibilidad.
*Apoyar las Campañas de Adviento y Cuaresma, como tarea de toda la comunidad eclesial, para visitar los hogares, hospitales, asilos, geriátricos, cárceles, etc.
*Promocionar las Colectas de ‘Caritas’ y ‘Más por Menos’. 
*Promover una vivencia solidaria de la Navidad.
*Organizar alguna actividad parroquial cuando haya Jornadas de Pastoral Social. 

77       b) IMITAR AL BUEN SAMARITANO
Un trabajo importante de la pastoral social parroquial es aliviar las miserias que encontramos en nuestro alrededor. Urge descubrir los rostros sufrientes de Cristo que nos interpelan para aliviar estas miserias.
No se puede esperar a que cambien las estructuras injustas para atender a estos hermanos.
Es cierto que existe la tentación de contentarse con las acciones que mitigan en algo estos sufrimientos, sin preocuparse de las causas que originan tanta miseria y sin pasar a programas promocionales. Superar este “opio adormecedor de conciencias” es obligatorio.
Lo primero será descubrir quiénes son los pobres y qué pobreza padecen. Hoy se habla de antiguas y nuevas pobrezas. Antiguas: la miseria, la prostitución, los niños huérfanos, la explotación infantil, los ancianos solos, los enfermos sin recursos. Nuevas: la drogadicción, la delincuencia juvenil, la trata de personas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos en situación de calle, los enfermos de SIDA, los excluidos y descartables de la sociedad, etc.
La pastoral social no puede hacerlo todo; tomará entonces contacto con otras instancias de Iglesia y con instituciones privadas o estatales, para ofrecer el mejor servicio y, ahí donde no existan obras adecuadas, suscitar nuevas respuestas.
78       Para realizar todo esto es necesario:
*Detectar, a través de visitas en los sectores, si hay niños y ancianos abandonados o maltratados, familias necesitadas, personas que no tienen un lugar adecuado para vivir. 
*Visitar a los enfermos del sector, en sus domicilios, clínicas u hospitales.
*Buscar personas que tengan recursos económicos y que puedan ofrecer una sostenida y regular ayuda con dinero, alimentos y medicamentos, para proveer al alivio de la miseria.
*Promover equipos de trabajo o de ayuda fraterna para aliviar a los más necesitados. 
*Organizar grupos de prevención para que den formación sobre drogas, alcoholismo, prostitución, ludopatía, por medio de películas, charlas, etc.
79       c) PROMOVER A LAS PERSONAS
Decía el Beato Pablo VI en Evangelii Nuntiandi: “Entre evangelización y promoción humana – desarrollo, liberación – existen lazos muy fuertes. Vínculos de orden antropológico, porque el hombre que hay que evangelizar no es un ser abstracto, sino un ser sujeto a los problemas sociales y económicos. Vínculos de orden teológico, ya que no se puede disociar el plan de la creación del plan de la redención que llega hasta situaciones muy concretas de injusticia a las que hay que combatir, y de justicia que hay que restaurar. Vínculos de orden evangélico, como es el de la caridad; en efecto, ¿cómo proclamar el mandamiento del amor, sin promover, mediante la justicia y la paz, el verdadero, el auténtico crecimiento de la persona?” (EN 31).
La pastoral social parroquial no puede ni debe dar respuesta a todos los problemas, ni emprender grandes proyectos; pero sí debe, luego de analizar con cuidado la realidad en la que está inmersa, identificar algunas prioridades e intentar dar respuestas que tengan un valor profético y de testimonio.
80       Así puede intentar algunos proyectos concretos, como por ejemplo:
*Promover, entre las familias necesitadas, pequeños proyectos de producción.
*Apoyar la venta de pequeños productores agrícolas o artesanales a través de un mercado solidario.
*Promover el cuidado y conservación de la naturaleza.
*Propiciar un centro contra el maltrato intrafamiliar, el cuidado de la mujer en cuanto esposa y madre, centros materno infantiles de contención, formación y capacitación.
La realidad social, la creatividad audaz y la fuerza del Espíritu aconsejarán lo que se debe hacer.

81       d) EDUCAR PARA LA PAZ Y LA JUSTICIA
Educar para la paz y la justicia implica:
*Internalizar que el primer acto de caridad es cumplir los deberes propios: conyugales,  familiares, profesionales, cívicos.
*Ayudar a los cristianos en el empeño político, ordenado al bien común y a la promoción de la dignidad de toda persona humana.
*Promover la participación en sindicatos, centros vecinales y escolares, organizaciones campesinas, partidos políticos, centros deportivos, etc.
82       La pastoral social parroquial, de acuerdo a sus posibilidades, debe:
+Estudiar críticamente y a la luz de la Palabra de Dios, la realidad social.
+Difundir la Doctrina Social de la Iglesia: para ello puede organizar conferencias, mesas panel, seminarios, foros, etc., en coordinación con el Equipo Diocesano de Pastoral Social.
+Organizar cursos sobre la participación del cristiano en la política, la resolución pacífica de los conflictos, estudio de temas de actualidad nacional, provincial o municipal.
+Impulsar un departamento de Justicia y Paz, donde las personas puedan exponer sus problemas y que dé formación sobre los derechos y deberes de cada uno. Dar apoyo a través de la consecución de materiales didácticos.
+Formar a los cristianos para que participen de manera consciente y con criterios formados en la política y acompañar a quienes asumen una responsabilidad política.
83       e) SER VOZ DE LOS SIN VOZ
Toca en primera instancia al pueblo asumir su responsabilidad para defender sus derechos fundamentales. Sin embargo, en casos donde la voz del pueblo no es escuchada o más bien es silenciada, y donde se violan gravemente los derechos humanos, le compete a la comunidad cristiana hacer oír su voz profética para que no se apaguen las justas aspiraciones del pueblo.
Donde la comunidad no puede expresarse o no logra hacer escuchar su voz, la Iglesia debe asumir el papel de ser “voz de los sin voz”, asegurar que no se aplaste la caña quebrada, ni se apague la mecha que aún está humeando. Hay que denunciar documentada y valerosamente las injusticias y el atropello a los derechos humanos que se presentan en el área social.
Ser voz profética no es sólo hacer escuchar nuestra voz de protesta, sino hacer también propuestas constructivas para solucionar los problemas y presentar alternativas.
También es importante realizar acciones y gestos simbólicos, capaces de llamar la atención de la opinión pública sobre determinada causa. La manera de denunciar reflejará siempre un espíritu evangélico y profético.

5.- RECURSOS HUMANOS Y MATERIALES DE LA PASTORAL SOCIAL

84       a) FORMAR AGENTES PARROQUIALES
*Buscar voluntarios para el trabajo de la pastoral social y prepararlos para este servicio.
*Participar en cursos diocesanos o decanatales para agentes de pastoral social.
*Mantener un contacto permanente con el Equipo Diocesano de Pastoral Social.
*Apoyar a los voluntarios para  que crezcan en la mística del servicio social.
85       b) RECURSOS MATERIALES
Antes que nada es necesario vencer la tentación de reducir la pastoral social a la mera función de solicitar y recibir ayudas de fuera. La pastoral social parroquial ha de ser la puesta en marcha de la solidaridad de las diferentes comunidades que constituyen la única comunidad parroquial. Se trata de descubrir las pobrezas existentes dentro del área parroquial y convencer a la comunidad parroquial de que su obligación es dar respuestas generosas.
La palabra de Jesús a los apóstoles “denles ustedes de comer” se dirige hoy a la comunidad parroquial y la pastoral social debe motivar y organizar esa respuesta.
La limosna siempre ha sido una virtud, y hay que fomentarla. Pero es necesario ir más allá: pasar de la limosna a la ofrenda, y hacerla eficaz.
La organización de la comunicación cristiana de bienes corresponde a cada comunidad. Cuando hay mística de servicio, los laicos encuentran pronto las formas más adecuadas y novedosas para acopiar recursos que permitan organizar los programas de atención a los pobres.
86       Algunas sugerencias concretas:
*Organizar colectas de dinero y de alimentos para dárselos a las personas necesitadas.
*Presentar “casos” a la comunidad: “niño que requiere una operación”, “familia que perdió su hogar en un incendio”, “beca de estudio para algún joven”, etc.
*Cada domingo poner una canasta en la cual las personas puedan depositar alimentos no perecederos para las familias necesitadas. 
*Que en cada hogar haya una alcancía para promover la solidaridad. 
*Promover los roperos comunitarios y el trueque.
87       Cuando la comunidad parroquial no puede atender con sus propios recursos una necesidad, acude a la instancia diocesana. Con los fondos de las Campañas de Adviento y Cuaresma, o las Colectas de ‘Caritas’ y ‘Más por Menos’, se puede apoyar proyectos de promoción humana que den una respuesta a las necesidades que surjan en las parroquias. 
Es fundamental que el Equipo de pastoral social siempre informe a la comunidad sobre el uso de los fondos que maneja: ingresos y egresos.

6.- TIEMPOS FUERTES DE LA PASTORAL SOCIAL
88       La Pastoral Social es de todos los días; sin embargo, el año litúrgico ofrece tiempos privilegiados para su acción de educación en la caridad, la justicia y la promoción de la comunicación cristiana de bienes.

89       ADVIENTO: Anuncio de esperanza. Dios planta su tienda entre nosotros, comparte su riqueza con nuestra pobreza.
+Sector privilegiado: los niños y los abandonados.
+Recristianizar y humanizar la Navidad.
+Promover la Navidad Solidaria.
+Área privilegiada: la asistencia.

90       CUARESMA: Amor de Jesús hasta la entrega de sí mismo.
+Conversión de las personas.
+Redescubrimiento de la austeridad como estilo de vida.
+Relación entre ayuno y ofrenda de solidaridad.
+Promover la Campaña Cuaresmal.
+Visitar los sectores, reflexionar en grupo el mensaje cuaresmal, repartir los sobres de la colecta cuaresmal.
+Área privilegiada: Proyectos de Promoción Humana.

91       SEMANA NACIONAL DE PASTORAL SOCIAL
*Semana para organizar mesas redondas, conferencias, foros, debates en torno a algún problema social que afecta al país. Participación en ella con delegados.
*Área privilegiada: la Justicia Social.

7.- EL ESTILO DE VIDA DEL AGENTE DE PASTORAL SOCIAL
92       a)     Contemplativo en la acción:
El agente de la pastoral social es una persona de acción y de contemplación. Ser cristiano nace de la experiencia de gratitud por lo que Dios ha hecho en nosotros. Esto implica la capacidad de contemplar la presencia de Dios en la vida y en la historia. Es la vivencia del evangelio en el diario quehacer.
Ser "contemplativos en la acción" es una tarea prioritaria. De la oración y la contemplación sacamos la inspiración, la motivación y la fuerza para actuar y transformar nuestra realidad. En el rostro del hermano necesitado podemos experimentar la presencia de Cristo mismo que nos interpela. Dios nos habla a través de los acontecimientos de la vida.
93       b)    Identificación con el pobre:
La victoria de Jesús sobre las tentaciones nos señala el camino: el del Siervo de Yahvé que acepta el cumplimiento de su misión en unión con todos los que sufren, y previene de los peligros del poder, de las soluciones inmediatas y espectaculares.
El gran peligro es quedarnos haciendo cosas para los pobres, desde el poder, la riqueza y la distancia. El agente de pastoral social tiene que hacer una opción testimonial que toma en serio la dignidad del pobre. No se trata de "hacerse el salvador desde fuera", fundamentando su espiritualidad sólo en las intenciones: "hacerlo todo a favor de los pobres". Es preciso hacerlo con los pobres, desde la pobreza. 
Hacerlo al estilo de Jesús implica la inmersión en el mundo de los pobres. Esta inserción es "un acontecimiento espiritual". El Hijo de Dios vino a este mundo, se encarnó, se hizo pobre para transformarnos desde nuestra pobreza.
El objetivo de nuestra acción no es convertir a los pobres en ricos, sino forjar hombres nuevos que vivan la condición de ser personas nuevas, a la manera del Evangelio. No buscamos una solución de compromiso con un mundo cuyo punto de referencia es el prestigio, el interés propio, la comodidad, el consumo. Tampoco se trata de quitar sólo las manifestaciones "escandalosas" de estos antivalores, se trata del nacimiento de personas nuevas. 
94       c)     Sensibilidad y trato afectivo:
Revelar el amor de Dios es la tarea más importante de la Iglesia. Solamente desde el testimonio de la misericordia entrañable podremos ser un signo del amor eficaz de Dios hacia los pobres. Esta es nuestra mística, inspiración y motivación: ser expresión del amor de Dios hacia los pobres.
Como agentes de pastoral social, hemos de ser sencillos en nuestro estilo de vida y humildes en nuestra relación con los demás. No cabe la prepotencia, ni la dureza en nuestro trato. Solamente la persona sencilla, humilde y agradecida puede ser testigo de la misericordia entrañable del Padre.
95       d)    Esperanza creativa:
La inmersión en los problemas sociales podría crear actitudes fatalistas o resignadas. Sin embargo, para quienes creemos en el Evangelio, el realismo en la percepción de los problemas no puede bloquear la seguridad de la esperanza que abre la posibilidad de un mundo distinto y mejor.
No hay cosa peor que un animador desanimado. En todo nuestro trabajo, siempre tenemos que recordar que no estamos trabajando en nuestro propio proyecto, sino en la obra de Dios. La esperanza no es un simple optimismo de que las cosas van a mejorar, sino que es la confianza de que, a pesar de todo lo que pasa, estamos en buenas manos. Podemos confiar que Dios llevará a buen término su obra. Por eso, aún en medio de las dificultades, sentimos la seguridad por la promesa del Reino y somos capaces de descubrir las señales de su llegada. 
Vivimos la presencia del Reino en una tensión sostenida entre esfuerzo y gratuidad. Por un lado está el hecho de que ya estamos construyendo la realidad futura; por el otro, la conciencia de que todavía no hemos llegado a la plenitud. Esta tensión nos hace creativos en la búsqueda de nuevas respuestas.
96       e)     Firmeza permanente:
El compromiso necesariamente implica la vivencia del conflicto. El mundo no es neutral. Por eso es necesario encontrar el equilibrio entre la protesta, la rabia y la denuncia, por una parte; y por otra, la capacidad de amar y perdonar, de despertar actitudes nuevas. Sólo quien se siente perdonado gratuitamente, podrá amar con misericordia y arrancar también actitudes nuevas en el otro.
Sólo la bondad es capaz de transformar el corazón de las personas. "No devuelvan a nadie mal por mal; procuren ganarse el aprecio de todos los hombres. Hagan todo lo posible, en cuanto de ustedes dependa, para vivir en paz con todos. No te dejes vencer por lo malo, más bien vence el mal a fuerza de bien" (Rom 12,17-18.21).
La radicalidad asumida como discipulado de Cristo se expresa a través de una firmeza permanente en la lucha por el bien. Las críticas negativas y la persecución son parte de la cruz de Cristo. Es necesario mantener una actitud de no-violencia evangélica, de firmeza permanente en el trabajo por la paz y la justicia. Ser constantes e insistentes en el compromiso. "Felices los no-violentos, porque recibirán la tierra en herencia. Felices los que trabajan por la paz, porque serán reconocidos como hijos de Dios. Felices los que son perseguidos por causa del bien, porque de ellos es el Reino de los Cielos" (Mt 5,5.9-10).
97       f)      Sentido de pertenencia:
Contrario a la tendencia de ser héroes solitarios, se debe estimular el sentido de pertenencia a una comunidad de hermanos: "Miren cómo se aman". El testimonio de la vida fraterna es primordial en la construcción del Reino.
En la comunidad se cultiva la solidaridad fraterna, la capacidad de compartir, de escuchar, de dar respuestas a las necesidades de los demás. No buscamos sobresalir personalmente, más bien estamos dispuestos a sacrificarnos por el bien de la comunidad. Somos organizados y disciplinados en lo que hacemos. La vida de la comunidad cristiana ha de ser luz y fermento de un mundo nuevo.
La celebración de la Eucaristía en comunidad es fuente inagotable de nuestra espiritualidad: intensidad de la relación con Dios y de solidaridad con los hermanos. La Eucaristía recuerda el servicio hasta el extremo, de entregar su propia vida. Ella es también realización anticipada, signo del banquete del Reino.
98       g)     Libertad desinteresada:
Es necesario tener claridad en lo que queremos. Hemos de ser lúcidos, no ingenuos, en nuestro análisis de la realidad. No nos dejemos confundir. Es necesario desarrollar una conciencia crítica frente a una sociedad consumista que impone un pensamiento uniforme. 
El norte de nuestro actuar ha de ser la búsqueda del reino de Dios, esto nos hace libres de la codicia, de la prepotencia y del miedo. Toda libertad implica responsabilidad. Cultivamos la libertad para servir y para cumplir la voluntad de Dios: "Busquen primero el Reino de Dios y su justicia y las demás cosas vendrán por añadidura" (Mt 6,33).
Nunca nos conformamos con lo que hemos logrado. Cada día de nuevo tenemos que hacer el esfuerzo para mejorar nuestra forma de actuar. Es importante saber reconocer nuestras faltas y asumir nuestra culpa cuando nos hemos equivocado.
Seamos autocríticos. La crítica nos ayuda a crecer, y ésta nunca debe hacerse para ofender al otro, sino para ayudarle a ser mejor.
99       h)    Coherencia y transparencia:
Debe haber coherencia en nuestra forma de vivir: ser lo que se es, vivir lo que se proclama, hablar lo que se cree. "Felices los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios." (Mt 5,8). El testimonio de vida es clave en nuestro ministerio. "Digan sí cuando es sí, y no cuando es no, pues lo demás viene del demonio" (Mt 5,37).
Dice Jesús: "Sean perfectos como lo es su Padre Dios" (Mt 6,48). Ser perfecto, en arameo "tamim", significa ser de una sola pieza, orientado hacia una sola meta, íntegro y transparente. Nuestro estilo de vida ha de ser anuncio y presencia tangible del Reino.
La pastoral social no es un "gancho" o "anzuelo" para atraer a los incrédulos. Sin embargo, ésta nos permite estar en contacto con otros comprometidos, que no son cristianos, y a los cuales podemos testificar los valores del Reino. De esta manera podemos evangelizar a los apartados, alejados, excluidos y descartados.

8.- DIEZ REGLAS PARA ACTUAR
100     Es importante tener claridad no sólo en las tareas, sino también en las características propias de nuestra forma de actuar como Iglesia.
1-        Toda Pastoral Social surge desde el evangelio. La vida de Jesucristo nos inspira en nuestro caminar.
2-        En todo nuestro actuar estarán presentes las actitudes propias del evangelio que le darán un estilo propio.
3-        Actuemos como Iglesia y en comunión con la Iglesia.
4-        Desde el evangelio surge la preocupación por la integridad de la persona y de cada persona, por la persona completa y por todas las personas.
5-        Debemos tener una visión global de la realidad para poder atacar los males de raíz. Esta visión de la realidad implica desarrollar una conciencia crítica.
6-        En  nuestras actuaciones siempre debemos partir de la realidad concreta, de las necesidades sentidas de la gente y de las soluciones que el propio pueblo ya está dando. Dice el Papa Francisco: ‘la realidad está por encima de la idea’.
7-        Promover que el pueblo sea protagonista de su desarrollo. Por eso hay que evitar toda actitud paternalista. La organización de la comunidad asegura que ella pueda asumir su responsabilidad.
8-        Discernir qué nos compete asumir y qué debe hacer el gobierno o la sociedad civil. No todo problema podrá, ni debe ser resuelto por la comunidad eclesial; tampoco el gobierno tiene la capacidad para resolverlo todo.
9-        Creer en lo pequeño, pues ahí está la fuerza de Dios. No son los proyectos más grandes los que son más importantes o los más exitosos a largo plazo.
10-   Trabajar coordinada y organizadamente. Nuestros recursos humanos y materiales son limitados, tratemos de usarlos de una manera racional y eficiente. 

9.- EQUIPO DIOCESANO DE PASTORAL SOCIAL

101     OBJETIVO
                      Promover en las parroquias, en los movimientos y en el pueblo cristiano en general una mayor conciencia y compromiso social a partir de la inspiración de Jesucristo y con miras a la promoción de una vida más plena para todos, en la justicia, la paz y la solidaridad.

102     OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
1. Organizar la pastoral social en todos los niveles y estructuras de la diócesis con medios permanentes y adecuados, para dar a la vivencia de la caridad cristiana la coherencia y eficacia necesarias: apoyando las instancias parroquiales de pastoral social a través de una formación continua, y coordinando los esfuerzos de pastoral social para optimizar su impacto y con miras a una pastoral social de conjunto.
2. Reavivar en los cristianos la vivencia de los valores del Reino y de la espiritualidad de la solidaridad, a través de campañas y jornadas de formación.
3. Animar y apoyar a los cristianos y a los grupos a asumir una responsabilidad concreta de cara a las necesidades de los más empobrecidos, a través de la práctica de la fraternidad y de la promoción humana, manifestada en iniciativas concretas.
4. Hacerse presente en la opinión pública para crear en el pueblo una mayor conciencia social de cara a los grandes problemas que enfrenta la Provincia.
5. Realizar estudios y ofrecer materiales de reflexión en torno a la realidad, de manera que los grupos locales tengan una visión más integral de los problemas.

3º PARTE
METAS PARA EL QUINQUENIO 2016-2020
103     META 1: Promover, crear y fortalecer el equipo parroquial de pastoral social.
ACTIVIDADES:
               1. Visitar las diferentes parroquias y motivarlas para que tengan su Equipo de Pastoral Social. Por eso habrá que consolidar el Equipo Diocesano de Pastoral Social para promover la pastoral social en las diferentes Parroquias y Decanatos.
                2. Organizar un curso para los agentes parroquiales de pastoral social, en la primera semana de marzo de cada año en el Centro Cultural Diocesano.

104     META 2: Fortalecer el Equipo Diocesano de Pastoral Social, a través de una estructura permanente, con la participación de los diferentes movimientos sociales y las parroquias que ya vayan teniendo el Equipo de Pastoral Social.
ACTIVIDADES:
                            1. Realizar cada año un Encuentro diocesano de Pastoral Social.
                              2. Reforzar la estructura permanente de coordinación de Pastoral Social a nivel diocesano:
                                 *elaborando y aprobando sus estatutos propios.
                                 *nombrando un secretario ejecutivo a tiempo completo
                                 *asegurando financiamiento para su funcionamiento
                                   *animando y coordinando entre los grupos de pastoral social las Colectas de ‘Caritas’, ‘Más por Menos’ y ‘Navidad Solidaria’.

105     META 3: Crear entre los cristianos una mayor conciencia de solidaridad frente a las necesidades sociales de la sociedad catamarqueña.
ACTIVIDADES:
                             1. Impulsar una acción cristiana en torno a la Navidad Solidaria. Elaborar un material de reflexión y un afiche para promover un espíritu y actitudes más auténticas en torno a la celebración cristiana de la Navidad.
                              2. Profundizar el impacto de la Campaña Cuaresmal, especialmente del Plan Compartir, asegurando la participación de todas las parroquias.

106     META 4: Reflexionar como Iglesia sobre el modelo de sociedad que se está impulsando, denunciar las injusticias que se cometen y apuntar alternativas de una mayor equidad y solidaridad humana.
ACTIVIDADES:
                  1. Reflexionar durante un Encuentro Anual de Pastoral Social un tema de interés nacional, regional o provincial. Organizar en la diócesis o en las parroquias algún foro sobre dicho tema.
                  2. Desde el Equipo de Pastoral Social, desarrollar una reflexión continua y pronunciarse públicamente frente a problemáticas concretas: adicciones, narcotráfico, trata de personas, explotación laboral, desempleo, violencia intrafamiliar y estudiantil, educación, salud, justicia, política, empresariado, gremios, ecología, tierra, etc.
                 3. Utilizar los medios de comunicación: Diarios, Radio, TV e Internet.
Conclusión

107                 Creo que les dejé bastante material para trabajar. A la vez tenemos suficientes motivaciones para emprender el camino.
108                 El ‘Año Jubilar de la Misericordia’ nos urge a ser solícitos en los cambios y puestas a punto, al igual que el Padre Celestial obró en favor nuestro, enviando a su Hijo Amado para redimirnos y convocarnos a ser sus íntimos. Sólo ‘Quien es la Misericordia’ pudo idear y concretar semejante Plan en favor de toda la humanidad. Al ser sus hijos debemos revestirnos de entrañas de misericordia los unos para con los otros. ¡Qué buena consigna para encarar decididamente grandes transformaciones y específicas concreciones en nuestro compromiso cívico y social en bien de la provincia y la patria!
109                 El ‘11° Congreso Eucarístico Nacional’, bien preparado, vivido y celebrado, nos  dará la energía, las motivaciones y la fecundidad para alcanzar las metas propuestas a lo largo del quinquenio que nos separa de las celebraciones por los 400 años del hallazgo de la sagrada imagen de la Virgen del Valle.
                        Sí, queridos hermanos, todo sea por María, nuestra celestial protectora, y por Jesucristo, su amado Hijo y nuestro Redentor.
110                 De corazón les pido que tomemos conciencia de la urgencia que tenemos, como Iglesia diocesana, de capitalizar tantas enseñanzas, experiencias y logros obtenidos en diversas partes del mundo cuando se pusieron en acción las sabias orientaciones de la Doctrina Social de la Iglesia, que no son meras elucubraciones de iluminados, sino fruto de muchas experiencias, de la bi-milenaria enseñanza del Magisterio de la Iglesia, del ‘olfato’ del Pueblo de Dios animado por el Espíritu Santo y de la rica y constante oración y reflexión de muchos hombres y mujeres que tienen puesto su oído en la Palabra de Dios y en el incesante devenir de la historia humana con sus luces y sombras. 
111                 Pongo bajo el cuidado de san Miguel Arcángel, de los santos apóstoles Pedro y Pablo, de san Juan Bautista, de san Fernando rey y de la Santísima Virgen del Valle, este “Año del Compromiso Cívico y Ciudadano”, a fin de que cada catamarqueño aporte lo mejor de sí en vistas al Bien Común de la sociedad toda.
                        ¡Que cada Eucaristía nos congregue en torno a Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, y en Ella encontremos la fuerza para ser misericordiosos como el Padre Celestial!   

Mons. Luis Urbanč
8° Obispo de Catamarca

Índice
Introducción
Año del Compromiso Cívico y Ciudadano
Año de la Misericordia
11º Congreso Eucarístico Nacional
Estructura de la Carta Pastoral
a)      La Doctrina Social de la Iglesia
b)      Equipos Parroquiales de Pastoral Social
c)       Metas para los años 2016-2020

1º Parte: De “Rerum Novarum” a “Centesimus Annus”
Introducción
Cinco enseñanzas básicas de la Rerum Novarum
Quadragesimo Anno
Lo spcial en la obra de Pío XII
Mater et Magistra
Concilio Vaticano II
Populorum Progressio
Octogesima Adveniens
Enseñanzas Sociales de San Juan Pablo II
a)      Laborem Exercens
b)      Solllicitudo Rei Sociales
c)       Centesimus Annus
El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia

2º Parte: La Pastoral Social Parroquial
Introducción
¿Qué es la Pastoral Social Parroquial?
Espiritualidad de la Pastoral Social
(Fundamentos para una espiritualidad evangélica)
Los nuevos signos de los tiempos
(Principales desafíos de la promoción humana)
a)      El modelo económico
b)      El trabajo
c)       Los derechos y deberes humanos
d)      Las cárceles
e)      La ecología
f)       El ambiente humano
g)      La salud
h)      La familia
i)        La violencia
j)        La democracia
Tareas de la Pastoral Social Parroquial
a)      Animar y sensibilizar a la comunidad
b)      Imitar al buen samaritano
c)       Promover a las personas
d)      Educar para la paz y la justicia
e)      Ser voz de los sin voz
Recursos humanos y materiales de la Pastoral Social
a)      Formar agentes parroquiales
b)      Recursos materiales
Tiempos fuertes de la Pastoral Social
a)      Adviento
b)      Cuaresma
c)       Semana Nacional de Pastoral Social
El estilo de vida del Agente de Pastoral Social
a)      Contemplativo en la acción
b)      Identificación con el pobre
c)       Sensibilidad y trato afectivo
d)      Esperanza creativa
e)      Firmeza permanente
f)       Sentido de pertenencia
g)      Libertad desinteresada
h)      Coherencia y transparencia
Diez reglas para actuar
Equipo Diocesano de Pastoral Social
a)      Objetivo
b)      Objetivos específicos

3º Parte: Metas para el quinquenio 2016-2020
a)      Meta 1
b)      Meta 2
c)       Meta 3
d)      Meta 4
Conclusión