Legado papal: “La Eucaristía
es
el gran motor de la vida cristiana”
El legado papal, cardenal
Giovanni Battista Re, presidió hoy la misa de clausura del XI Congreso
Eucarístico Nacional en Tucumán, ante unas 300.000 personas. El prelado purpurado
recordó que “la Eucaristía es el gran motor de la vida cristiana” y aseguró que
“ella es un aliciente para reconstruir el tejido cristiano de la sociedad y
punto de partida para la tan deseada nueva evangelización”.
“Hay una gran necesidad de
reedificar la familia y la sociedad sobre la roca de la fe en Dios y de su amor
misericordioso, que este Año Jubilar de la Misericordia nos hace experimentar”,
agregó ante la multitud reunida en el Hipódromo provincial.
Antes de comenzar la misa,
mientras los fieles entonaban el himno del Congreso
Eucarístico, a cuyo canto
se sumó la vicepresidenta Gabriela Michetti, llegaron en procesión imágenes
religiosas de las advocaciones a la Virgen que se veneran en el noroeste
argentino, además de Nuestra Señora de Luján, patrona nacional.
El locutor animó a los
presentes a hacer el gesto de abrazarse y el presidente Mauricio Macri
respondió haciéndolo con el gobernador de Tucumán, Juan Manzur.
La celebración eucarística
comenzó con la interpretación de la Misa Criolla, la obra de Ariel Ramírez, y
una de las lecturas estuvo a cargo de la vicepresidenta Michetti.
Ante la multitud de fieles, el
purpurado italiano saludó a las autoridades “en nombre del papa Francisco” y
deseó “todo bien a cuantos viven en esta amada nación, de profundas raíces
cristianas y fuertemente encaminada, con esperanza, hacia el futuro”.
“El encuentro con Cristo en
la Eucaristía no se agota en nuestra intimidad, sino que nos impulsa a dar
testimonio y a la solidaridad con los demás”, afirmó, y agregó: “En torno al
misterio eucarístico siempre se ha desarrollado el servicio de la caridad hacia
el prójimo. De la Eucaristía ha brotado a través de los siglos un inmenso río de
caridad y de obras
sociales”.
"También para las
sociedad actual, marcada por tanto egoísmo, por la especulación desenfrenada,
por tensiones y contrastes, por tanta violencia, la Eucaristía es una llamada a
la apertura hacia los demás, a saber amar, a saber perdonar; es una invitación
a la reconciliación, a la solidaridad y al compromiso con los pobres, con los
ancianos, con los sufrientes, con los pequeños y los marginados”, sostuvo.
El cardenal Re señaló que
“reconocer a Cristo en la hostia santa, en efecto, lleva a saber reconocerlo
también en los hermanos y abre nuestro corazón para salir al encuentro de toda
pobreza”.
“La Eucaristía también es
luz para el servicio del bien común y para la contribución que los cristianos
deben aportar a la vida social y política, que necesita hoy más que nunca de un
quiebre, que lleve a poner fin a la corrupción y a una real renovación y
progreso en la honestidad, en la rectitud moral, en la justicia y en la
solidaridad”, añadió.
El legado papal pidió que a
Dios que “bendiga a las familias, escuelas donde se aprende la fe y ese
patrimonio de valores que cada uno lleva consigo para siempre” y a la Argentina
“formada por gente de diversa proveniencia, que la fe cristiana y sus valores
han amalgamado en una gran nación, unida y rica en recursos y en ideales, que,
en la fidelidad
a sus tradiciones y a su identidad, mira al futuro con
esperanza”.
“Nos asista y nos acompañe
con su materna protección la beata Virgen María. A la Virgen de Luján, patrona
de Argentina, confiamos los frutos de este Congreso Eucarístico Nacional, Ella
nos consagramos, implorando su ayuda, para ser verdaderos cristianos, testigos
del amor misericordioso de Dios, manifestado al mundo en el misterio de la
Eucaristía”, concluyó.
Dinero
para Cáritas
Durante el ofertorio, se
anunció que la colecta realizada durante la celebración de ayer
recaudó
$354.463 que serán destinados para Cáritas y para la diócesis de Concepción.
A continuación, los fieles
pudieron comulgar gracias a que una gran cantidad de sacerdotes y ministros de
la Eucaristía se distribuyeron por el predio para repartir la comunión. La
hermana Soraya Matu, de la congregación Adoratrices Esclavas del Santísimo
Sacramento y de la Caridad, confirmó que en esta misa fueron consagradas 22.000
hostias.
Oración
de Macri y adoración eucarística
Luego, antes de terminar la
misa, el presidente de la Nación, Mauricio Macri, saludó a los presentes y
llamó a vencer la corrupción y la pobreza.
Finalmente, se realizó un
momento de adoración eucarística en el que fue utilizada la custodia construida
gracias a la donación de alianzas, aros, y diferentes joyas de plata, entregadas
por tucumanos.
Agradecimiento
de monseñor Zecca
Antes de finalizar el acto
de clausura, el cardenal Re expresó su admiración por la devoción y la fe de los
argentinos por la Eucaristía, y agradeció a los organizadores del CEN y
especialmente al arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca.
"Dios bendiga a la Argentina
y la acompañe en el camino al tercer centenario", concluyó el enviado
papal.
Monseñor Zecca le agradeció
al cardenal Re traer la presencia del Papa a Tucumán y le pidió que lleve el
agradecimiento del Episcopado por enviarlo.
Asimismo, mencionó que del
Congreso participaron peregrinos de muchas partes y deseo un feliz día del
padre, a la que consideró una fecha muy importante "porque hay que
revalorizar a la familia".
Macri
arrancó un aplauso al pedir a Dios
poder
defender la vida desde la concepción
El presidente Mauricio Macri
arrancó hoy un aplauso fuerte de los miles de peregrinos que participaron en
Tucumán del acto de clausura del XI Congreso Eucarístico Nacional, al pedir a
Dios en una plegaria poder defender la vida desde la concepción y hasta la
muerte.
“Jesucristo, Señor de la
historia, te necesitamos, para ser una patria fraterna y solidaria, superar los
desencuentros y unirnos caminando juntos, para construir entre todos el futuro
con esperanza y trabajo”, rogó el primer mandatario ante miles de personas
presentes en el Hipódromo provincial.
“Jesucristo te necesitamos
para actuar siempre en la verdad y la justicia la incluir a todos y vencer las
distintas formas de pobreza, para erradicar la corrupción en todas sus
manifestaciones”, agregó.
Macri pidió también a Dios
que acompañe a los argentinos “para promover la fe respetando las distintas
expresiones”, y “para cuidar la naturaleza nuestra casa común, para convivir en
paz con todos los pueblos de la tierra”
“Todo lo pedimos confiando
en la intercesión de la Virgen, tan amada por nuestro pueblo y que nos acompaña
desde siempre en Tucumán”, sostuvo y aprovecho para agradecerles la hospitalidad
al “querido pueblo tucumano”.
“Viva la patria, viva el
amor”, gritó en el final el primer mandatario.
Macri saludó luego en el
altar al enviado del papa Francisco, cardenal Giovanni Battista Re.
Fuente: AICA