La Unión Eucarística Reparadora (UNER) invita a celebrar en familia, el 115° aniversario de la Fundación de las Marías del Sagrario y los Discípulos de San Juan, una de las ramas de la obra eclesial fundada por San Manuel González García.
Programa
9.00 Hora Santa en la Capilla
del Santísimo Sacramento de la Catedral.
10.00 Santa Misa en el Altar
Mayor. Renovación de promesas.
¿Qué
es la UNER?
La Unión Eucarística
Reparadora (UNER) es una obra eclesial de espiritualidad y apostolado
eucarístico, abierta a todo fiel cristiano, e insertada en la pastoral
parroquial y diocesana.
Su fundador es San Manuel
González García, el “Obispo del Sagrario Abandonado”, como él mismo quiso
llamarse. Su lema dice “A mayor abandono de los demás, más compañía propia”. Su
grito de guerra es “Aunque todos te abandonen … yo, no”. Su anhelo incesante es
dar y buscar organizada y permanentemente, al Corazón de Jesús Sacramentado,
reparación de su abandono (exterior e interior) en sus manifestaciones de Misa,
Comunión y Presencia permanente, por la compañía, compasión, imitación y
confianza.
Organización
La UNER está dividida en
distintas ramas y secciones:
Laicos: Adultos: Marías del
Sagrario (mujeres); Discípulos de San Juan (hombres); Jóvenes: Juventud
Eucarística Reparadora (JER); y Niños: Reparación Infantil Eucarística (RIE).
Consagrados: Instituto
Secular: Misioneras Eucarísticas Seglares de Nazaret (MESN); Congregación
Religiosa: Misioneras Eucarísticas de Nazaret (MEN); y Misioneros Eucarísticos
Diocesanos, sacerdotes seculares.
Cada rama y sección se rige
por sus propios estatutos aprobados por la Santa Sede, estando entre ellos
organizados de forma coordinada y subordinada para la mayor eficacia de la
vivencia e irradiación del ideal eucarístico reparador.
Fines
Como la Iglesia y con la
Iglesia, el fin general de la UNER es la gloria de Dios y la santificación de
sus miembros por la vivencia del Sacrificio Eucarístico, “fuente y cima de toda
vida cristiana” (L.G. 11).
El fin específico es dar y
buscar, organizada y permanentemente, al Corazón de Jesús reparación, en unión
con María Inmaculada.
Este fin le exige una intensa
formación pues es así que cada miembro podrá llegar a vivir plenamente el ideal
que la Iglesia le encomienda.
Imagen: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat