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04 marzo 2025

Invitación de la Unión Eucarística Reparadora

La Unión Eucarística Reparadora (UNER) invita a celebrar en familia, el 115° aniversario de la Fundación de las Marías del Sagrario y los Discípulos de San Juan, una de las ramas de la obra eclesial fundada por San Manuel González García.

 

Programa

9.00 Hora Santa en la Capilla del Santísimo Sacramento de la Catedral.

10.00 Santa Misa en el Altar Mayor. Renovación de promesas.

 

¿Qué es la UNER?

La Unión Eucarística Reparadora (UNER) es una obra eclesial de espiritualidad y apostolado eucarístico, abierta a todo fiel cristiano, e insertada en la pastoral parroquial y diocesana.

Su fundador es San Manuel González García, el “Obispo del Sagrario Abandonado”, como él mismo quiso llamarse. Su lema dice “A mayor abandono de los demás, más compañía propia”. Su grito de guerra es “Aunque todos te abandonen … yo, no”. Su anhelo incesante es dar y buscar organizada y permanentemente, al Corazón de Jesús Sacramentado, reparación de su abandono (exterior e interior) en sus manifestaciones de Misa, Comunión y Presencia permanente, por la compañía, compasión, imitación y confianza.

 

Organización

La UNER está dividida en distintas ramas y secciones:

Laicos: Adultos: Marías del Sagrario (mujeres); Discípulos de San Juan (hombres); Jóvenes: Juventud Eucarística Reparadora (JER); y Niños: Reparación Infantil Eucarística (RIE).

Consagrados: Instituto Secular: Misioneras Eucarísticas Seglares de Nazaret (MESN); Congregación Religiosa: Misioneras Eucarísticas de Nazaret (MEN); y Misioneros Eucarísticos Diocesanos, sacerdotes seculares.

Cada rama y sección se rige por sus propios estatutos aprobados por la Santa Sede, estando entre ellos organizados de forma coordinada y subordinada para la mayor eficacia de la vivencia e irradiación del ideal eucarístico reparador.

 

Fines

Como la Iglesia y con la Iglesia, el fin general de la UNER es la gloria de Dios y la santificación de sus miembros por la vivencia del Sacrificio Eucarístico, “fuente y cima de toda vida cristiana” (L.G. 11).

El fin específico es dar y buscar, organizada y permanentemente, al Corazón de Jesús reparación, en unión con María Inmaculada.

Este fin le exige una intensa formación pues es así que cada miembro podrá llegar a vivir plenamente el ideal que la Iglesia le encomienda.

Imagen: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat