En la noche del martes 25 de julio, día en que la Iglesia celebra la fiesta de Santiago Apóstol, el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, presidió la Misa de acción de gracias por sus 65 años de vida, en la Catedral Basílica y Santuario del Santísimo Sacramento y de la Virgen del Valle. La misma fue concelebrada por su hermano, el padre Francisco Urbanč, sacerdote de la Arquidiócesis de Tucumán.
Participaron de la ceremonia
litúrgica miembros de instituciones y grupos eclesiales y fieles en general,
algunos provenientes de Tucumán. Otros tantos lo hicieron a través de la
transmisión en vivo por las redes sociales.
Al momento de su reflexión,
Mons. Urbanč se refirió a Santiago, indicando que “es el primer apóstol que fue
martirizado, lo hemos escuchado en la primera lectura del Libro de los Hechos
de los Apóstoles, que al final Herodes lo manda a decapitar. Comenzó la
persecución, los apóstoles estaban dando testimonio de Cristo Resucitado y esto
molestó... Es la historia naciente de la Iglesia, allá en Jerusalén, ése es el
martirio que se celebra hoy”.
En este contexto, afirmó que
“los apóstoles son el fundamento de nuestra fe, por eso debemos tenerlos en
cuenta, ya que son los 12 cimientos sobre los que se construye la Iglesia, el
Cuerpo Místico de Jesús”, y comentó que “nuestra Iglesia Catedral está puesta
bajo la protección de dos apóstoles; Pedro y Pablo”.
También enfatizó en la importancia
de transmitir la fe de una generación a otra, ya que “hemos perdido esa
costumbre buena, santa y necesaria”, expresó.
En otro tramo de su homilía manifestó
que “hoy, a dos mil años, creemos por el testimonio de los apóstoles. Por eso
es importante tener una continuidad en la sucesión apostólica”. En este
sentido, señaló que “los obispos somos sucesores directos y de un modo
ininterrumpido del Colegio Apostólico”, y en su caso particular, señaló que “me
autoconsidero sucesor de Santiago, el apóstol que en su providencia Dios me
hizo nacer en su día”.
Asimismo, dijo que este
Colegio Apostólico tiene la misión de “cuidar el depósito de la fe, lo que han
transmitido los apóstoles, todo lo que les enseñó Jesús y ellos van profundizando
con la luz del Espíritu Santo”.
Al reflexionar sobre el
evangelio de San Mateo en el que la madre de Santiago y Juan le pide a Jesús para
sus hijos un lugar junto a él en su reino, y éste le responde que aquel que
quiera ser el primero en el Reino de los Cielos debe hacerse servidor de los
demás, resaltó que “la grandeza no está en el cargo sino en el servicio. Y eso
vale para nosotros hoy, ya que debemos ser servidores de la verdad, de la
caridad”, afirmó.
Luego de la bendición final,
toda la asamblea saludó con el canto a Nuestra Madre del Valle.
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat