Durante la
noche del viernes 17 de mayo, se celebró la misa de clausura de la visita
pastoral del Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, a la Parroquia y Santuario de
San Roque, en La Chacarita.
Durante ocho
días, visitó instituciones civiles, educativas, de las fuerzas de seguridad,
recorrió barrios, llevó los Sacramentos y alivio a los enfermos y ancianos en
sus hogares, compartió con los niños, jóvenes, catequistas, miembros de
movimientos eclesiales, y celebró todos los días la Sagrada Eucaristía con la
comunidad, que vivió momentos de cercanía con su Obispo.
Durante la
Santa Misa, que presidió en el templo parroquial, Mons. Urbanc agradeció “al
Consejo de Pastoral Parroquial (Copapa) y a los responsables de las distintas
comunidades, a la catequesis, porque hemos podido disfrutar de la presencia de
Jesús en medio de su pueblo, Jesús que nos guía, nos sana, nos acompaña, nos
fortalece y nos da su Espíritu. Este cirio pascual va a arder hasta el domingo
de Pentecostés (hoy) dando este fuego divino que va a encender de amor nuestros
corazones, para que podamos ir a buscar a los que están lejos”.
Luego
enfatizó que “la tarea no termina aquí. Ha sido un momento intenso de vivencias,
y aquí la tarea es siempre la tarea misionera, la evangelización. Estamos embarcados
en la Misión Diocesana Permanente. Tenemos que ir a buscar a mucha gente, y la
tarea continúa para ustedes”.
Reflexionó
sobre el Evangelio en torno a la pregunta que le hace Cristo a Simón Pedro en
tres oportunidades: “¿Me amas más que éstos?”, pregunta que hoy también nos
hace a cada uno. “Luego de la triple profesión de fe de Pedro, Jesús le va a
decir: ‘Sígueme’, vuelve a decirle aquella palabra inicial junto al lago de Galilea
y por la que se convirtió en pescador de hombres, pero ahora va a ser pastor.
Son dos figuras distintas, el pescador y
el pastor, Jesús les va enseñando que pastorear es dar la vida, es acompañar,
sanar es buscar, es una tarea grande que dura toda la vida”.
En el tramo
final de su predicación, exhortó a la comunidad a tomar el ejemplo de San
Roque, quien se acercó a los apestados de su tiempo y hoy nos toca a cada uno
ir a los “apestados” de nuestros tiempos, que son muchos, especialmente los jóvenes
y niños consumidos por las “pestes” de las drogas. No los debemos dejar
abandonados, ser indiferentes, sino salir al encuentro de ellos, acercarlos a
Cristo, pues sólo la medicina de Cristo puede sanarlos”.
Agradecimiento del párroco
Antes de
finalizar la celebración eucarística, habló el párroco Reinaldo Oviedo, quien agradeció
al Obispo “por estos días que hemos podido compartir en esta comunidad.
Agradezco la disponibilidad que ha tenido para que pudiésemos llevar a cabo todo
lo que habíamos planificado en estos días”.
Asimismo,
agradeció a “los integrantes del Consejo de Pastoral Parroquial (Copapa), a
muchas personas que se acercaron a preguntar qué necesitaba. Todos se
entusiasmaron con la llegada del Señor Obispo, muchos no lo conocían de cerca,
muchos han quedado con ganas de compartir su mesa”.
Por su
parte, el secretario del Consejo de Pastoral Parroquial, Dn. Orlando Chocobar,
expresó que “por obra y gracia de la
Virgen y el Señor, me ha tocado compartir muchas horas con
usted y conocerlo un poquito más. Espero que todos estos días que compartió con
nuestra comunidad le sirvan para llevarse una imagen lo más cercana posible de
lo que somos”.
“Esperamos
que su presencia sea un renacer en la fe, un nuevo impulso, como un río que va
creciendo. La tarea pareciera que recién comienza, poniéndonos pilas nuevas
junto al Papa, que nos llama a ser solidarios y humildes, y trabajar por los
que más necesitan. En estos días que lo he acompañado, he visto que hay muchos
hermanos con muchas necesidades, que necesitan nuestras oraciones, muchos
enfermos que necesitan de nuestras oraciones, de la oración en familia, que por
diferentes motivos no pueden acercarse a la parroquia o a las capillas”.
Como
corolario de esta visita pastoral, una vez finalizada la Santa Misa, se sirvió
una cena, que compartió con los integrantes del Consejo de Pastoral Parroquial
(Copapa).