Entronizan escultura del Beato Mamerto Esquiú en su casa natal
Durante
una emotiva ceremonia religiosa concretada el miércoles 10 de enero, se recordó
el 141º aniversario del paso a la Gloria del Beato Mamerto Esquiú en Piedra
Blanca, su tierra natal.
Los
actos litúrgicos se iniciaron a las 20.00 con la exposición del Santísimo y el
rezo del Santo Rosario. Luego se celebró la Santa Misa presidida por el párroco
de San José, Pbro. Carlos Robledo.
Participaron
de este acontecimiento la intendenta de Fray Mamerto Esquiú, Prof. Alejandra
Benavídez, quien estuvo acompañada por la secretaria de Cultura, Turismo y
Deportes Clara Figueroa, el subsecretario de Servicios Públicos Carlos
Rodríguez, entre otros funcionarios municipales; los concejales Néstor Nóblega
y Adrián Acevedo, y pobladores de la zona, fieles y devotos del Beato Esquiú.
Al
finalizar la Eucaristía, se llevó a cabo la entronización de una escultura del fraile
franciscano catamarqueño, quien se encuentra sentado con actitud de escucha en
un banco estilo antiguo donado por el doctor Marcelo Alejandro Zalazar y la
doctora Natalia Juárez. La realización de esta obra de arte estuvo a cargo del
escultor Mauricio Andrés Martínez y el ebanista Manuel Alejandro Fassi.
La
misma se encontraba preservada durante estos años en el templo de San José.
Desde ahora forma parte del solar donde se levanta el templete que protege la
casa de la familia Esquiú y Medina, donde se podrá visitar, admirar y
fotografiar.
En
la oportunidad, se dio lectura al contrato de donación y se procedió a la firma
de las partes intervinientes, es decir los donantes y el párroco de San José.
Fue
una ceremonia litúrgica cargada de emotividad acompañada de oraciones y cantos
interpretados por el coro Cantus Nova, dirigido por el Prof. Ariel Escobal.
Acerca de la obra
Se
trata de una escultura del Beato Mamerto Esquiú con el hábito franciscano, la
Cruz pectoral y el solideo -atributos de obispo-, sentado en un banco de
convento, con una Biblia, sobre la cual está colocando sus manos, y un Rosario.
De
acuerdo con la memoria descriptiva del proyecto, para el boceto original se
utilizaron documentos fotográficos de la época -siglo XIX-, acentuando un
movimiento a la cabeza confeccionada con arcilla. Luego se construyó “el cuerpo
y posteriormente comenzó a modelarse el hábito franciscano mediante laminados
de fibra y resina. En este punto, comenzaron a montarse los otros elementos
como el Crucifijo, las manos, la Biblia y el Rosario”. Después del retoque y
patinado de toda la figura, ésta fue colocada en el banco en su posición
definitiva.
El
banco fue trabajado “con madera de árboles cultivados, se eligieron tablas de
eucaliptus que tenían siete años de estacionamiento”, indica la descripción. El
diseño se hizo a partir de la “reinterpretación” de un banco existente en la
iglesia de Fray Mamerto Esquiú. A fin de conseguir una mejor estabilidad en la
madera, se laminaron las piezas de mayor sección. Se insertaron varillas
metálicas, para fortalecer la estructura.
Finalmente,
se le aplicó una tinta que se utilizaba antiguamente, preparada a “base de nuez”.
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat