Con el templo colmado de devotos comenzó la Fiesta de la Protección de la Virgen del Valle
Con el
vuelo de campanas de la Catedral Basílica Santuario de Nuestra Señora del Valle
y de todos los templos de la Diócesis de Catamarca, a las 8.53 de este domingo
4 de septiembre comenzó la Fiesta de la Protección de la Virgen, que concluirá
el miércoles 7 -a 18 años del sismo- con la Misa y Procesión alrededor de la plaza
25 de Mayo.
Esta
jornada tiene una muy especial relevancia, porque se cumple un año de la
beatificación de Fray Mamerto Esquiú, por quien la Iglesia reza para que pronto
sea canonizado, último paso de este proceso de reconocimiento de las virtudes
que caracterizaron a nuestro amado fraile.
El
templo catedralicio, colmado de devotos de la Madre Morena, saludó con emoción
la Bajada de la Virgen desde su Camarín hasta el Presbiterio, ceremonia que se
concretó a la hora en que tuvo lugar aquel sismo que registró una magnitud de
6,5 en la escala de Richter y que, sin embargo, sólo causó algunos daños
materiales.
Dentro
del templo también sonaban las campanillas anunciando que comenzaba la Fiesta
de la Protección, mientras el rector del Santuario Pbro. Gustavo Flores abría
la urna y abrazaba la Venerada Imagen, entregándola al obispo diocesano Mons.
Luis Urbanc, quien bajó con Ella hasta el Presbiterio. Los pañuelos al viento,
aplausos vibrantes y los rostros cargados de emoción acompañaban este trayecto,
en medio de vivas jubilosos. Con el Ave María la Madre rezado por sus hijos
presentes, la Madre llegó hasta el trono ubicado junto al altar mayor.
Posteriormente,
la Virgen del Valle partió al encuentro de su dilecto hijo, el Beato Mamerto
Esquiú, acompañada por una caravana que cruzó la ciudad y por ruta provincial
N° 1 se dirigió a Piedra Blanca, para presidir la Santa Misa que a las 10.00 se
celebrará en el templo parroquial de San José, departamento Fray Mamerto
Esquiú.
(En estos momentos se celebra la Santa Misa en Piedra
Blanca)
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca