Durante la noche del lunes 27 de febrero, día en que la Iglesia celebra a San Gabriel de la Dolorosa, la comunidad parroquial del Espíritu Santo recibió con mucha alegría a su nuevo párroco, el padre Víctor Hugo Vizcarra.
La ceremonia de asunción se
llevó a cabo en la Santa Misa presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis
Urbanč, y concelebrada por el flamante párroco y el saliente, padre Santiago
Granillo; el padre Diego Manzaraz, secretario canciller, y los sacerdotes Dardo
Olivera, Héctor Salas, Marcelo Amaya y Ramón Carabajal.
Participaron fieles de la
comunidad parroquial anfitriona como también de San Roque donde el padre
Vizcarra vino trabajando pastoralmente en los últimos años.
Las palabras de bienvenida
estudieron a cargo de Daniel Nieva, quien aseveró: “Padre Víctor, aquí está su
nueva familia dispuesta a profundizar el camino de la sinodalidad. Somos una
comunidad con aciertos y errores, que quiere continuar creciendo en la fe y la
esperanza. En este caminar juntos le pedimos que nos sane y alimente con los
sacramentos, nos guíe en los momentos de oscuridad y peligro, nos enseñe a
interpretar y aceptar el querer de Dios, para que nuestro servicio sea para el crecimiento
del Reino de Dios”.
Tras la lectura al decreto
de designación del nuevo párroco, el obispo bendijo el agua con la cual el
padre Vizcarra roció a los presentes. Y posteriormente le entregó el libro de
la Palabra de Dios que luego fue proclamada.
En su homilía Mons. Urbanč expresó
su “gratitud a Dios Nuestro Señor que todavía nos está dando los sacerdotes
para atender las 31 parroquias que tenemos en la diócesis”. Y afirmó que este
servicio episcopal que le toca cumplir es “una alegría, sobre todo de ustedes,
que pueden tener un sacerdote que los acompañe, que rece por y con ustedes, que
los guíe, los conforte, los oriente”.
También agradeció “al padre
Santiago todo el servicio que ha prestado en esta comunidad parroquial siendo
el primer párroco”, y destacó “todo lo que se ha podido trabajar, se ha podido
construir el templo en honor del Cura Brochero, también las aulas de catequesis,
una de las cuales sirve como capilla del Santísimo sobre la avenida Los Terebintos,
la capilla San Juan Pablo II y acá, la sede parroquial, que ha experimentado muchas
mejoras, y ya de antes tienen la capilla de la Santísima Trinidad”.
“El padre Santiago ha dejado
una parte de su corazón, de su vida como sacerdote aquí, en medio de ustedes”,
dijo y señaló que “no estará muy lejos de aquí trabajando, porque desde toda la
diócesis con el presbiterio le hemos confiado que se ocupe de la atención de la
Gruta en honor de la Santísima Virgen”.
También agradeció al “padre
Víctor que ha estado muchos años en la parroquia San Roque, que también es un
santuario. Y ahora guiado por el Espíritu Santo, Patrono de su nueva parroquia,
tendrá que hacer un trabajo personal de cómo ayudarlos a vivenciar más el amor al
Espíritu Santo. De un modo particular esta comunidad tendrá que ser la campeona
en adorarlo, invocarlo y de aprender a discernir con sus luces cómo vivir
nuestra fe cristiana”.
También resaltó que “estamos
viviendo esta toma de posesión que hace el padre Víctor iniciando la Cuaresma,
y le viene bien comenzar, con este espíritu de oración, penitencia y caridad, un
nuevo servicio pastoral en otra parroquia dentro de la diócesis, en el
departamento Capital”.
Luego de reflexionar sobre
la Palabra de Dios escuchada, pidió al Señor “que el padre Víctor los vaya
motivando a ser una comunidad viva, eucarística y misionera, que está en salida
y va al encuentro de quien lo necesita”.
Continuando con la ceremonia, el padre Vizcarra realizó la
profesión de fe, el juramento de fidelidad y la renovación de las promesas
sacerdotales.
Además, en distintos
momentos recibió los óleos para la celebración de los sacramentos, el pan y el
vino y las llaves del sagrario para la reserva del Santísimo Sacramento.
Del
flamante párroco
Después de la Comunión, el
flamante párroco manifestó su gratitud “a Dios por seguir confiándome una nueva
misión, que ojalá sea para bien de todos sus hijos”, al obispo, a su familia, a
los fieles de las comunidades anteriores, San Roque, Sagrada Familia, Santa
Cruz, su primera parroquia. También recordó con emoción los inicios de su
vocación de la mano del padre Santiago Sonzini y de las monjas dominicas, como también
el testimonio de su madre, “quien era una gran adoradora del Espíritu Santo”.
Además, agradeció “infinitamente
al padre Santiago por toda la obra que ha hecho aquí, a los Padres Redentoristas
y de manera especial al padre Antonio Bulacio, porque ha hecho mucho y hoy le
pido que rece por nosotros”.
Dirigiéndose a la comunidad que
lo recibe dijo: “Vengo como un hermano más, como un padre, a integrarme a esta
parroquia, ustedes son los dueños de casa. Gracias por abrirme el corazón”.
Antes de la bendición final,
Mons. Urbanč pidió más oraciones por las vocaciones sacerdotales, con la esperanza
de que “la parroquia del Espíritu Santo haga florecer vocaciones a la vida sacerdotal”.
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca