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29 mayo 2023

Parroquia Nuestra Señora del Rosario – La Merced

El Obispo confirmó en la fe a 28 jóvenes y adultos en Paclín

 

“Que el Espíritu Santo nos renueve a todos, a los sacerdotes, a los laicos, y nos ilumine para transformar la realidad en la que estamos viviendo”, dijo en su homilía.

 

Durante las primeras horas de la tarde del sábado 27 de mayo, vísperas de la Solemnidad de Pentecostés, el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč,  presidió la la Santa Misa en la que administró el Sacramento de la Confirmación a 28 jóvenes y adultos de distintas comunidades de Paclín.

La ceremonia litúrgica fue concelebrada por el párroco, padre Héctor Moreno, y tuvo lugar en el templo parroquial de Nuestra Señora del Rosario, ubicado en La Merced, con la participación de numerosos fieles.

En su homilía, Mons. Urbanč destacó la respuesta de los padres, quienes “acompañaron a sus hijos en esta hermosa celebración con la que se cierra el primer ciclo de la vida cristiana llamado Iniciación. Éste comienza con el Bautismo, pasa por la Eucaristía o Comunión y finaliza con la Confirmación”.

Afirmó que la tarea no termina acá sino que “hay que seguir trabajando con los chicos para que sean testigos de Cristo”.

“Estamos celebrando la Vigilia de Pentecostés, mañana -por el domingo- se cumplen los 50 días de la Resurrección de Jesús, cuando viene el Espíritu Santo sobre todos los Apóstoles y la Virgen María”, explicó.

Tras profundizar en aspectos de los textos bíblicos escuchados afirmó que “el Espíritu Santo viene en forma de llamitas de fuego” y se pueden observar signos como la luz, “necesitamos luz para ver y luz del conocimiento”, dijo. También “el Espíritu Santo da calor para vencer el frío, representa el fuego del amor que quema”, y, además, “el fuego sirve para purificar, necesitamos purificar el alma, la mente, el corazón, del odio, la bronca, el resentimiento, la envidia”, aseveró.

Más adelante expresó que “es muy importante que nos amemos los unos a los otros… que el Espíritu Santo entre y nos dé un corazón de carne, sensible, que sabe amar, que se compadece ante el que sufre; que nos sane y nos dé un corazón lleno de amor, de ardor, de fe, de servicio a los demás”.

Finalmente, invitó a pedir al Espíritu Santo “que nos renueve a todos, a los sacerdotes, a los laicos, y nos llene de fervor; que tengamos muchas luces, mucho amor, que nos ilumine para transformar la realidad en la que estamos viviendo, que sea una realidad de amor, respeto, solidaridad, transparencia, que no nos agredamos, que seamos tolerantes y pacientes. Hay que aprender a escuchar al otro, a perdonar, porque sólo perdonando avanzamos en la vida, vamos creando encuentro, fraternidad, ayuda mutua”.

Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca