Partió a la Casa del Padre, la Madre Elvira, fundadora de la Comunidad Cenáculo
Este jueves 3 de agosto, se conoció
el fallecimiento de Sor Elvira Petrozzi, conocida como Madre Elvira, fundadora
de la Comunidad Cenáculo, cuya obra se extendió por distintos lugares del
mundo, entre ellos Catamarca a través de la Fraternidad Virgen del Valle,
dedicada a la recuperación de jóvenes con problemas de adicciones.
“«Y
cuando digan: ‘¡Elvira ha muerto!’, ustedes deben cantar, deben bailar y
festejar... ¡porque estoy viva! ¡Ay de ti si dices: ‘Pobrecita…’! ¡No, nada de ‘pobrecita’!
Me voy muy tranquila y feliz y canto… ¡ya estoy cantando! Delante de mí se
abrirá algo inmenso… ¡la vida no muere!». Con estas palabras repetidas
a lo largo de los años, preparó a sus colaboradores y a los jóvenes de la
Comunidad Cenáculo, que ella fundó, para su paso a la vida eterna”, expresa el
comunicado del sitio digital de la Comunidad Cenáculo, en Italia.
“A los 86 años -indica-,
rodeada de la oración y del cariño de toda la ‘gran familia’ de la Comunidad
Cenáculo, Madre Elvira ha regresado serena a la casa del Padre. Concluyó su
peregrinación terrena en la Casa de Formación de la Comunidad Cenáculo de
Saluzzo (Cuneo), donde vivió los últimos años de enfermedad, atendida por las
Hermanas de la Comunidad”.
También destaca su “vida
vivida con extraordinaria generosidad e intensidad en el amor y en el servicio
a los pobres y necesitados -especialmente a los jóvenes desamparados y perdidos
en las adicciones y en una vida que ha perdido el sentido- y probada en estos
los últimos años por la Cruz, Madre Elvira siguió hasta el final, con fe,
determinación, valentía y total abandono en Dios, dando testimonio de su
inmenso amor por la vida”.
Luego de describir cómo fueron
sus últimos días indica que “durante la Fiesta de la Vida, que tuvo lugar del
13 al 16 de julio, miles de jóvenes, padres y amigos pertenecientes a la ‘gran
familia’ de la Comunidad, que habían venido de muchos países para festejar el
40° aniversario de la Comunidad Cenácolo, se reunieron en torno a ella en
intensa oración y con profundo cariño, para agradecerle y acompañarla en el paso
a la vida eterna”.
“Agradezcamos juntos al Señor
por esta vida tan preciosa que ha ayudado a tantas vidas a resucitar, a
reencontrar la esperanza y las ganas de vivir!”, manifiesta.
La comunidad local se une a
las oraciones por el eterno descanso de su alma y agradece su testimonio de
amor y entrega a los hermanos más necesitados.
La
obra en Catamarca
La casa de recuperación de
jóvenes con adicciones en Catamarca fue inaugurada el 10 de junio de 2017 y
puesta bajo el patronazgo de Nuestra Señora del Valle.
La obra, que comenzó a
ejecutarse el 15 de enero de 2015, fue realizada con el aporte del Papa
Francisco en un predio donado por el Obispado de Catamarca, ubicado en el puesto
Los Molles, distante a 2 kilómetros y medio campo adentro, antes de llegar a la
caminera de El Rodeo, en el departamento Ambato.
Inicialmente fue impulsada por
el padre Antonio Bulacio, ya fallecido, en ese entonces a cargo de la Pastoral
de las Adicciones. Desde entonces, fue creciendo por la Gracia de Dios, con el
apoyo de voluntarios.
La comunidad propone un estilo
de vida simple, familiar, basado en el redescubrimiento de la oración, del
trabajo (ora et labora), de la amistad verdadera, del sacrificio y de la fe en
Jesús, vividos como dones esenciales. De esta forma se busca encontrar el
sentido a la vida.
Foto: facebook Prensa Iglesia Catamarca