Hermanas Misioneras Redentoristas se suman a la tarea pastoral en la diócesis
“La
presencia de las Hermanas es para la Diócesis y para la parroquia Jesús Niño,
un tiempo de misión y de comunión”, dijo el Obispo.
En el marco del mes dedicado
al santo patrono, el domingo 6 de agosto, fiesta de la Transfiguración del
Señor, la parroquia Jesús Niño vivió una jornada especial con la bienvenida a
las Hermanas Misioneras Redentoristas Noemí Moreyra, Rosa Robles y Susana
Pasqualini, quienes iniciaron su tarea pastoral en la diócesis y
particularmente en esa jurisdicción parroquial de Capital.
El templo de Jesús de la
Divina Misericordia, en el barrio 9 de Julio, estuvo colmado de fieles que en
gran número participaron de la Santa Misa presidida por el obispo diocesano,
Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por el párroco, padre Eugenio Pachado; el
presbítero Ramón Carabajal, capellán de la Catedral Basílica y Santuario mariano;
y los sacerdotes visitantes: P. Marcelo Pomar, provincial de los redentoristas
en Argentina; P. Adrián Roelly y P. Miguel Maidana, párrocos de las parroquias
redentoristas de Tucumán y de La Rioja, respectivamente.
También llegaron a
participar de este feliz acontecimiento Hermanas Misioneras Redentoristas de
Salta, Buenos Aires y Córdoba; y laicos redentoristas de Salta y Tucumán.
En el inicio de la ceremonia
litúrgica, se leyó el decreto de designación del señor Mario Salas como Ministro
Extraordinario de la Comunión.
Durante su homilía, Mons.
Urbanč agradeció a las Hermanas por su presencia en esta comunidad y rogó por
el florecimiento de las vocaciones sacerdotales y religiosas. Con alegría,
manifestó que “la presencia de las Hermanas Redentoristas es para la Diócesis y
para la parroquia Jesús Niño, un tiempo de misión y de comunión”.
Agradeció la disponibilidad
de las religiosas como también de la comunidad, que en poco tiempo logró
preparar el hogar donde ahora viven las consagradas
Destacó la gran cantidad de
niños que participó de la celebración, los felicitó y animó a seguir así.
Interactuó con ellos ayudándolos a reflexionar sobre la Transfiguración de
Jesús; y les comentó quien fue San Alfonso María de Ligorio, sacerdote y
religioso, patrono y fundador de la Congregación Redentorista.
Hacia el final de la
celebración eucarística se pronunciaron las palabras de bienvenida y
agradecimiento. En nombre de la parroquia, Graciela Córdoba, integrante del Consejo
de Pastoral Parroquial (CoPaPa), dio la bienvenida a las Hermanas; mientras que
el padre Marcelo Pomar, Provincial de la congregación, agradeció a la comunidad
por la tarea y animación para recibir a las religiosas.
Por su parte, las Hermanas
expresaron con emoción su gratitud a la diócesis y a la parroquia por la acogida
y el apoyo en la misión evangelizadora que abrazan en Catamarca.
Finalizada la Santa Misa fueron
bendecidos el Oratorio y el Sagrario en el hogar de las Hermanas.
En el cierre de los actos de
bienvenida, los presentes compartieron un locro y un momento cultural.
De
las Hermanas
La Hermana Susana Pasqualin,
oriunda de Cabildo, Buenos Aires, con experiencia misionera en su provincia
natal, Córdoba, Neuquén y Mozambique (África), nos comentó: “Estamos muy
contentas, hemos sido muy bien recibidas por el padre Eugenio y toda la gente. Si
bien éste es el inicio de vida pastoral en la parroquia, también venimos a
ponernos al servicio de la diócesis desde nuestro carisma misionero”. En este
sentido, dijo que “también hemos comenzado una tarea en Cáritas Diocesana con
la animación pastoral de las Cáritas Parroquiales, tarea que también está
siendo muy grata”.
En cuanto al servicio concreto
en la parroquia Jesús Niño manifestó que “vamos a apoyar todo lo que sea
netamente misionero, estamos participando de la misión que se está haciendo por
el mes de la fiesta patronal en los barrios, sobre todo nos dedicaremos a los
asentamientos ubicados al borde del río del Valle. Allí vamos a comenzar las
visitas a las casas para conectarnos con las personas y celebrar la fe,
comenzando a crear la comunidad cristiana”.
Las consagradas se
instalaron en la casa ubicada en el predio donde se encuentra el templo Jesús
de la Divina Misericordia, en el barrio 9 de Julio. El lugar fue
reacondicionado con el esfuerzo de toda la comunidad parroquial.
Del
párroco
El párroco Eugenio Pachado
dijo que está “muy agradecido de la comunidad de Cristo Rey por su colaboración
y su presencia en la Misa a la que llegaron peregrinando con su patrono; lo
mismo a la gente de la sede parroquial que se ha puesto al hombro esta hermosa
tarea; y a la comunidad de Jesús de la Divina Misericordia que también hizo
grandes logros de comunión, de apertura, de trabajo, de misión. Es una tarea
sinodal, que nos ayuda a compartir nuestra evangelización, mirando siempre la
salvación de las personas y la búsqueda constante de la eternidad y que
Dios sea glorificado”.
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / Twitter: @DiocesisCat