Mons. Luis Urbanc, en diálogo con la prensa local. |
Esta mañana, el Obispo
Diocesano de Catamarca, Mons. Luis Urbanc, transmitió la alegría de la Iglesia
de Catamarca por la ordenación de dos nuevos sacerdotes, que se incorporan al
servicio pastoral en la diócesis catamarqueña.
El anuncio fue realizado
durante una conferencia de prensa, que el pastor diocesano brindó en la sede
episcopal, acompañado por el joven Eduardo Navarro, quien junto a Facundo
Brizuela, oriundos de Tinogasta y Capital, respectivamente, recibirán el Orden
del Presbiterado, el viernes 25 de octubre, a las 20.00, en la Catedral
Basílica de Nuestra Señora del Valle.
En el inicio de su contacto
con los medios de comunicación, a los que agradeció su presencia, Mons. Urbanc
destacó que “una ordenación sacerdotal es un acontecimiento muy importante para
la Iglesia de Catamarca, y en este caso son dos”. Por ello enfatizó que “estas
ordenaciones significan una bendición, como cuando vienen los hijos para
alegrar, son esperanza para el futuro, aportan lo que Dios quiere aportar con
sus personas que van a ser sacerdotes. Es un regalo realmente grande para toda
la comunidad”.
Diácono Eduardo Navarro. |
Refiriéndose a los futuros
presbíteros, dijo que “Eduardo y Facundo están viviendo las horas previas de su
ordenación sacerdotal, que va a cambiar completamente sus vidas, en el exterior
son ellos mismos, pero en el interior cambia todo, porque serán sumos y eternos
sacerdotes. Desde el día viernes en adelante, Jesús les ha prometido la potestad
de que lo que ellos desaten en la tierra queda desatado en el cielo. Es un
misterio que sólo desde la fe se lo puede percibir. Creo que los católicos y
las personas de buena voluntad deben percibir este misterio que vive entre
nosotros. El sacerdote es otro Cristo, participa del ministerio sacerdotal de
Cristo. Puede hacer presente a Cristo en la Eucaristía, y esto no lo puede
hacer nadie, ni la Virgen María, solamente el sacerdote, pecadores como somos,
pero que Jesús ha elegido”.
Eduardo:
“Jesús nos llama a testimoniar con nuestra vida”
Por su parte, el diácono
Eduardo Navarro comentó que “está viviendo este momento con mucha esperanza”,
ya que esta consagración “es un ámbito para mostrar la bondad y la fortaleza de
Dios a través de las debilidades y miserias de uno. Este contraste me da mucha
esperanza, porque Dios va a ir manifestando su amor a través de uno. Da mucha
esperanza dejar que el Señor obre por medio de uno, mostrarle a la gente que
Jesús sigue presente y vivo y que nos llama a testimoniar con nuestra vida”.
Respecto de su llamado al
sacerdocio, compartió que “mi vocación surgió de grande, después de haber
terminado la secundaria y haberme insertado en la parroquia. El testimonio de
los sacerdotes fue lo que me ayudó a animarme y decir: ‘Yo quiero ser sacerdote’.
Y también por haber encontrado en Dios motivos de esperanza ante problemas
familiares”.
Al ser requerido sobre el Papa
Francisco, el joven diácono expresó: “Ahora nos toca seguirlo más de cerca,
caminar detrás de su huella, con ese testimonio de simplicidad, honestidad,
esperanza y fe en Cristo”.
Asimismo, en este año
dedicado a la juventud en la diócesis local, Eduardo afirmó que “los jóvenes
son el presente y el futuro, y hay que mostrarles que en Cristo tienen un
modelo a seguir”.