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08 diciembre 2025

Mons. Urbanč: “La gracia del sacramento del Matrimonio tiene por objeto perfeccionar el amor de los esposos”

En la noche del domingo 7 de diciembre, último día de la novena en honor de la Pura y Limpia Concepción del Valle, rindieron su homenaje las familias, Pastoral Familiar y Movimiento Familiar Cristiano, Grávida, Renacer y Familiares de Víctimas de Accidentes de Tránsito Catamarca (Faviatca).

La Santa Misa fue presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por el padre Marcelo Amaya, asesor de la Pastoral Familiar; el padre Ramón Carabajal, capellán del Santuario Catedral; y el padre Alexis Rosales, administrador de la parroquia Santa Rosa de Lima, en Patquía, La Rioja.

En el comienzo de su homilía, el Obispo agradeció “la disponibilidad de los catamarqueños para acoger a muchos peregrinos que hoy ante las inclemencias del tiempo han estado llegando a Catamarca”.

Seguidamente, mencionó el tema de esta jornada referido a “‘Jesucristo, la Palabra anunciada por los profetas’, Quien elevó la unión del varón y la mujer a la dignidad de Sacramento, concediendo así a la familia ser ‘iglesia doméstica’”, dijo.

Luego recomendó la lectura y el estudio “del último documento del Dicasterio sobre la Doctrina de la Fe, ‘Una caro’, sobre el valor del matrimonio como unión exclusiva y pertenencia recíproca, que ayudará, a matrimonios y familias, a valorar más lo que ya viven. ‘Una Carne’ es una expresión verbal de algo más profundo: una convicción y una decisión de pertenecer el uno al otro, de ser ‘una sola carne’, de recorrer juntos, hasta el final, el camino de la vida. La expresión bíblica ‘una sola carne’ (una caro) no limita la libertad personal, sino que la lleva a su plenitud. De ahí procede la idea de que dicha unión sólo puede darse entre dos personas, ‘de lo contrario no se compartiría todo, sino solo una parte’".

Apuntó que “otro elemento destacado por esta Nota Doctrinal es sobre la caridad conyugal, ya que el matrimonio no puede entenderse bien sin hablar del amor, que para los cristianos siempre está llamado a alcanzar las alturas de la caridad, el amor sobrenatural que «todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta» (1Cor 13,7). En efecto, «la gracia propia del sacramento del Matrimonio tiene por objeto perfeccionar el amor de los esposos». Este amor sobrenatural es un don divino, que se pide en la oración y se nutre en la vida sacramental, e invita a los esposos a recordar que Dios es el autor principal de la unidad del matrimonio, y que, sin su ayuda, su unión nunca alcanzará su plenitud”.

Al reflexionar sobre la Palabra de Dios proclamada, manifestó que “el mensaje de las lecturas de este domingo, ayudan mucho a fundamentar la realidad sagrada y sacramental del matrimonio y la familia”.

 

El Adviento nos pide un cambio existencial

Más adelante, al referirse al tiempo litúrgico que nos prepara para la Navidad, dijo que “la conversión que nos pide este tiempo de Adviento consiste en un cambio existencial. Se nos invita a una revisión de nuestras actitudes ante lo presente y ante lo futuro y definitivo… a ordenar nuestra escala de valores, a distinguir entre lo esencial y lo secundario, entre lo importante y lo urgente, pues, para Jesús, nada valen la raza, títulos, rangos, honores, riquezas o cargos, sólo nos pedirá cuenta de nuestras obras, que hayan sido hechas con amor. En lo práctico, el Señor nos pide arrepentimiento y confesión de los pecados”.

Hacia el final de su predicación, Mons. Urbanč se dirigió a la Virgen del Valle, expresando: “En tu Inmaculado Corazón pongo, lleno de confianza filial, los matrimonios y las familias de nuestra Patria. Tú, que fuiste el corazón de la Sagrada Familia en Nazaret, enséñanos a hacer de nuestros hogares un lugar luminoso, acogedor y sagrado donde siempre reine Jesús”.

“Te suplico -continuó- que intercedas ante el Buen Dios, para que el amor de los esposos sea genuino, fuerte y fiel… Protege a sus hijos, nietos y bisnietos, que los puedan guiar por el camino del bien y de la fe. Dales la sabiduría para educarlos con dulzura y firmeza. Que en sus hogares jamás falte el pan, la comprensión, el diálogo, la unidad, la alegría, la esperanza y el perdón sincero”.

“Madre Misericordiosa, rompe los muros que dividen, desata los nudos que oprimen, sana las heridas del pasado y cúbrelos con tu manto de ternura. Que, a ejemplo de tu hogar con San José y Jesús, vivan en paz, oración y trabajo, amándose los unos a los otros”, imploró.

En el momento de las ofrendas, los alumbrantes llevaron ofrendas y los dones del pan y del vino, para preparar la mesa eucarística.

Hacia el final de la celebración eucarística, el Obispo bendijo ajuares para bebés.

Luego todos juntos se consagraron y alabaron a la Virgen con el canto.


TEXTO COMPLETO DE LA HOMILÍA

Queridos devotos y peregrinos:

En este último día de la Novena rinden su homenaje a la Virgen del Valle, las familias. Bienvenidos todos a esta celebración vespertina para honrar a la Madre de Dios, de la Iglesia y las Familias. ¡Que lluevan las bendiciones del cielo sobre nuestros hogares!

El tema de esta jornada es “Jesucristo, la Palabra anunciada por los profetas”, Quien elevó la unión del varón y la mujer a la dignidad de Sacramento, concediendo así a la familia ser ‘iglesia doméstica’.

Por eso, les recomiendo que lean y estudien el último documento del dicasterio sobre la Doctrina de la Fe, “Una caro”, sobre el valor del matrimonio como unión exclusiva y pertenencia recíproca”, que ayudará, a matrimonios y familias, a valorar más lo que ya viven.

“Una Carne” es una expresión verbal de algo más profundo: una convicción y una decisión de pertenecer el uno al otro, de ser “una sola carne”, de recorrer juntos, hasta el final, el camino de la vida.

La expresión bíblica "una sola carne" (una caro) no limita la libertad personal, sino que la lleva a su plenitud. De ahí procede la idea de que dicha unión sólo puede darse entre dos personas, "de lo contrario no se compartiría todo, sino solo una parte".

Hay dos formas complementarias de entender esta indisoluble unión: *la del "nosotros", en la que "el otro está conmigo", motivada "por las cosas comunes que nos unen"; y *la del "yo-tú", en la que los dos cónyuges se entregan mutuamente de tal modo que "la otra persona actúa íntegramente como sujeto, nunca como mero objeto".

Otro elemento destacado por esta Nota Doctrinal es sobre la caridad conyugal, ya que el matrimonio no puede entenderse bien sin hablar del amor, que para los cristianos siempre está llamado a alcanzar las alturas de la caridad, el amor sobrenatural que «todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta» (1Cor 13,7). En efecto, «la gracia propia del sacramento del Matrimonio tiene por objeto perfeccionar el amor de los esposos». Este amor sobrenatural es un don divino, que se pide en la oración y se nutre en la vida sacramental, e invita a los esposos a recordar que Dios es el autor principal de la unidad del matrimonio, y que, sin su ayuda, su unión nunca alcanzará su plenitud. Cuando el rito latino del matrimonio cita las palabras del Señor: «Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre» (cf. Mt 19,6; Mc 10,9), observamos que la unidad conyugal no se constituye únicamente por el consentimiento humano, sino que es obra del Espíritu Santo. Lo mismo cabe decir del crecimiento de la comunión entre los esposos, animada por la gracia y la caridad. Esta comunión se desarrolla como respuesta a una «vocación de Dios y se realiza como respuesta filial a su llamada». Pero el crecimiento de la caridad no se produce sin la cooperación humana: en este caso, la colaboración de los esposos que buscan cada día una comunión cada vez más intensa, rica y generosa.

El mensaje de las lecturas de este domingo, ayudan mucho a fundamentar la realidad sagrada y sacramental del matrimonio y la familia. En la primera lectura (Is 11,1-10), la profecía de Isaías anuncia el nacimiento de un vástago del tronco de Jesé, quien fuera el padre de David. Se trata, por tanto, de un descendiente de David quien estará lleno del espíritu del Señor y que sintetiza por sus atributos los grandes personajes del pasado: sabio como Salomón, fuerte como David y lleno de temor de Dios como Moisés. El profeta insiste en que la intervención futura de Dios en la historia se concentra en el nacimiento de un niño, de un descendiente de David. Ahora bien, el descendiente de David es san José, no la Virgen María. Por tanto, Jesús, es descendiente legítimo de David, porque san José y María eran verdadero matrimonio, a pesar de que san José no es le padre biológico de Jesús.

Lo que debemos no sólo entender, sino aceptar con docilidad es que Dios dispuso el matrimonio sólo entre un varón y una mujer, y que Jesucristo lo elevó a la dignidad de sacramento, representando la unión estrecha que existe en Él y su Iglesia que somos todos los bautizados. Esta unión es indisoluble y siempre abierta a la vida, para ello se cimenta en la fidelidad y el amor mutuo, siguiendo el ejemplo de Jesús.

En la segunda Lectura (Rom 15,4-9), San Pablo nos recuerda que todo lo consignado en la Biblia está dirigido a los cristianos de cada época para su instrucción con el fin de que reciban de ella constancia y consolación y, de este modo, mantengan la esperanza para alcanzar la Felicidad eterna, es decir, la unión definitiva con Dios. También san Pablo pide a Dios que nos conceda tener, a ejemplo de Cristo

Jesús, sentimientos de paz y unidad para con todos… Ya que Dios, en

Cristo, nos ha recibido a todos, somos invitados a "recibirnos y a

aceptarnos unos a otros". La recepción del don de Dios, que es

el mismo Cristo, nos debe llevar a la aceptación fraterna de los demás y a glorificar a Dios por su misericordia. Lo cierto es que la mutua aceptación y la mutua acogida, sostenida por la Gracia de Dios, es la ley basal de toda convivencia cristiana. Sólo así es de esperar una vivencia estable de los matrimonios, la familia, la Iglesia y la sociedad.

En el texto del Evangelio, san Mateo, siempre atento a las

Escrituras, nos presenta a Juan, el Bautista, como aquél en quien se cumple la profecía de Isaías 40,3 acerca de la voz que grita en el desierto para que preparen el camino del Señor. Para ello, se vale de dos estrategias: *una, referida a todos por igual: “Conviértanse porque el Reino de Dios está cerca”, la que, después, también usará Jesús; y otra, más direccionada, con los fariseos, escribas y saduceos, a quienes trata de hacer comprender que, para ser auténticos descendientes de Abraham deben vivir según el Espíritu de la Ley; que no alcanza con la pertenencia étnica a la descendencia del patriarca.  Se anticipa así el choque que Jesús tendrá con este mismo grupo y con nosotros, cuando nos conformamos con cierta práctica cómodas de la fe, como ser la mera repetición de acciones piadosas, pero vacías de contenido y, sobre todo, de real compromiso en la transformación personal, familiar, eclesial, cultural, política y social a la luz de los valores del Evangelio.

Por tanto, hermanos, ante la certeza de que el Señor viene a nuestro encuentro, lo primero que se nos pide es ‘despertarnos del letargo’, fue el mensaje del domingo pasado; hoy, tenemos que ‘ir a los bifes’, ‘convertirnos’, ‘allanar el camino’, ‘quitar los obstáculos’ para que nada impida su venida a nosotros. Y sabemos que, como insistía el evangelio del domingo pasado, nuestro estilo de vida puede ser un obstáculo. Y también podemos poner resistencia a su venida a nosotros al igual que los fariseos que se resistían a una sincera conversión y por eso Juan Bautista es tan duro con ellos. La conversión que nos pide este tiempo de Adviento consiste en un cambio existencial. Se nos invita a una revisión de nuestras actitudes ante lo presente y ante lo futuro y definitivo. Ya que el juicio de Dios será un hecho para cada uno, se nos invita a ordenar nuestra escala de valores, a distinguir entre lo esencial y lo secundario, entre lo importante y lo urgente, pues, para Jesús, nada valen la raza, títulos, rangos, honores, riquezas o cargos, sólo nos pedirá cuenta de nuestras obras, que hayan sido hechas con amor.

En lo práctico, el Señor nos pide arrepentimiento y confesión de los pecados. La gente sencilla lo entiende bien. El pecado no es un problema sin solución, pues existe la posibilidad del arrepentimiento y del perdón de Dios. El verdadero problema es la autosuficiencia e hipocresía de escribas y fariseos, el combate entre el orgullo y la humildad, pues con esta actitud no preparan, sino que cierran el camino al Señor que viene. El Adviento es un tiempo de gracia para sacarnos las máscaras… ¡ojo, que todos las tenemos!... para ponernos en la fila con los humildes y liberarnos de la presunción de creernos mejores que otros, para ir a confesar nuestros pecados, esos escondidos, y acoger el perdón de Dios y para pedir perdón a quien hemos ofendido. Así comienza una nueva vida. El remedio es uno solo: la humildad, que nos ayudará a erradicar ansias de superioridad, el formalismo, la figuración y la hipocresía. Sólo, así, podremos ver en los demás, a pecadores como nosotros; pero, sobre todo, a Cristo como al Salvador, que viene por nosotros y, no sólo por los otros. Con Jesús la posibilidad de volver a comenzar siempre existe. Nunca es demasiado tarde. Siempre estará la posibilidad de volver a comenzar. No tengamos miedo. ¡Ánimo! Él, siempre, está empeñado en nuestra CONVERSIÓN.

Por eso, los invito a revisar el uso que hacen de su tiempo:

¿Para qué tienen tiempo? y ¿Para qué nunca tienen tiempo? ¿Tienen siempre tiempo para Dios? ¿Y para el prójimo, en especial, los más necesitados? ¿Y para ustedes mismos? ¿para su vida interior? ¿el cuidado de su salud? y ¿el cultivo de sus vínculos familiares? De hecho, en el juicio final daremos cuenta de lo que hicimos y dejamos de hacer con nuestra vida, con nuestro tiempo.

No obstante, esta conversión no se reduce al ámbito individual, sino que debe extenderse al plano comunitario. Esto es lo que remarca San Pablo cuando nos exhorta a aceptar a los demás, como Cristo nos acoge a todos. La apertura solidaria al prójimo, como hermano, es causa y condición para recibir a Cristo que viene a nosotros.

Querida Virgen del Valle, Madre de Dios y Madre nuestra, en tu Inmaculado Corazón pongo, lleno de confianza filial, los matrimonios y las familias de nuestra Patria. Tú, que fuiste el corazón de la Sagrada Familia en Nazaret, enséñanos a hacer de nuestros hogares un lugar luminoso, acogedor y sagrado donde siempre reine Jesús.

Te suplico que intercedas ante el Bien Dios, para que el amor de los esposos sea genuino, fuerte y fiel… Como en las Bodas de Caná, estate atenta a sus necesidades; y, si en algún momento les falta "el vino" de la alegría, de la paciencia o de la ternura, ruégale a tu Hijo que renueve su amor y lo haga mejor que al principio.

Protege a sus hijos, nietos y bisnietos, que los puedan guiar por el camino del bien y de la fe. Dales la sabiduría para educarlos con dulzura y firmeza. Que en sus hogares jamás falte el pan, la comprensión, el diálogo, la unidad, la alegría, la esperanza y el perdón sincero.

Madre Misericordiosa, rompe los muros que dividen, desata los nudos que oprimen, sana las heridas del pasado y cúbrelos con tu manto de ternura. Que, a ejemplo de tu hogar con San José y Jesús, vivan en paz, oración y trabajo, amándose los unos a los otros. Amén.

#FiestasVirgenDelValle2025

#VirgenDelValleCatamarca

 Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat

07 diciembre 2025

Con la Solemne Procesión se cierran las fiestas en honor de la Pura y Limpia Concepción del Valle

Este lunes 8 de diciembre, se llevarán a cabo los actos de cierre de las fiestas en honor de la Pura y Limpia Concepción del Valle, en el marco del Año Jubilar y bajo el lema “Peregrinos de esperanza”.

El lugar de concentración será la plaza El Maestro, ubicada en la intersección de las avenidas Virgen del Valle y Belgrano, sector desde donde a las 18.00 se iniciará el paso de más de 90 delegaciones de peregrinos inscriptas hasta ahora, que estarán ubicada sobre avenida Virgen del Valle hacia el norte.

A las 18.30 se comenzará el desplazamiento de la Imagen de Nuestra Señora del Valle en la Solemne Procesión, cuyo recorrido comprenderá avenida Virgen del Valle hacia el sur hasta el Paseo General Navarro o La Alameda, continuando por Camilo Melet, Mariano Moreno, San Martín, Rivadavia y República hasta el Paseo de la Fe.

Enfrente del Santuario Catedral se realizará el acto de clausura de las festividades marianas. 

 

Por la mañana

06:00 Santo Rosario.     

07:00 MISA. Peregrinos y devotos de María.

09:00 MISA SOLEMNE. Presidida por S.E.R. Mons. Luis Urbanč, Obispo de Catamarca.

11:00 MISA. Peregrinos y devotos de María.

12:00 Ángelus y Letanías.

 

Transmisión por las redes sociales

La Solemne Procesión será transmitida en vivo por las redes sociales:

http://tiny.cc/FacebookCatedral

http://tiny.cc/YoutubeCatedral

http://tiny.cc/FacebookObispado

http://tiny.cc/YoutubeObispado

De esta manera, las distintas instancias de este gran acontecimiento de fe llegarán a los hermanos enfermos, ancianos, privados de la libertad, y a quienes están fuera de la provincia.

#FiestasVirgenDelValle2025

#VirgenDelValleCatamarca

Imágenes: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat

Mons. Urbanč: “La catequesis debe presentar a María como el icono perfecto de la Iglesia que escucha, acoge y da a luz a Cristo en el mundo”

En el octavo día de la novena en honor de la Pura y Limpia Concepción del Valle, durante la noche del sábado 6 de diciembre, rindieron su homenaje la Junta Diocesana de Catequesis, catequistas, niños de la Catequesis y sus familias, y la Pastoral de la Niñez.

La Santa Misa fue presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por el director de la Junta Diocesana de Catequesis, Pbro. Marcelo Amaya; y el capellán del Santuario Catedral, Pbro. Ramón Carabajal.

En el inicio de su homilía, tras saludar a los alumbrantes, el Obispo mencionó que “el tema tratado en esta jornada, ‘Jesucristo, Hijo de Dios e Hijo de María’, ilumina muy bien la realidad de la catequesis, como de la niñez”.

Afirmó que “en el marco de la fiesta mariana de la Pura y Limpia Concepción del Valle, la figura de la Virgen ilumina, inspira y guía la tarea de la enseñanza de la fe cristiana. María no es sólo un tema de la catequesis, sino un modelo esencial para el catequista y el catequizando”.

Y profundizó indicando que “*Ella es la Primera Discípula y Oyente de la Palabra, pues encarna la actitud fundamental que deben tener el catequista y el catequizando: acoger la Palabra de Dios con fe, meditarla en el corazón (cf. Lc 2,19.51) y responder con total disponibilidad y obediencia ("Hágase en mí según tu palabra", Lc 1,38). Ella es el prototipo de la fe que escucha y actúa. *Ella es Modelo de Fe y Humildad, pues su vida es un ejemplo de fe de los que peregrinamos, superando la dificultad y la incertidumbre. Su humildad la lleva a una apertura total a la voluntad de Dios… *Ella es la Madre y Educadora de Jesús, pues fue la primera en catequizar a su propio Hijo. Ella lo introdujo en las verdades de la fe judía. Esto inspira al catequista a ejercer su labor con una solicitud maternal y un testimonio de vida. *Ella es la Colaboradora por excelencia en la Obra de la Salvación, ya que su ‘Sí’ al anuncio del Ángel la hace partícipe inseparable del misterio de Cristo. La catequesis mariana es fundamentalmente cristológica, es decir, no se mira a María por sí misma, sino como el camino que nos lleva a su Hijo, siendo Ella quien nos dice: ‘Hagan lo que Él les diga’ (Jn 2,5)”.

 

Pautas para la vocación del catequista mirando a María

Seguidamente, manifestó que “el catequista, al mirar a María, encuentra pautas para su propia vocación: *Una Actitud de Servicio y Entrega, para que al igual que María fue con prontitud a servir a su prima Isabel, el catequista debe tener un gran deseo de entrega y servicio desinteresado. *Una Presencia Silenciosa y Orante, ya que su presencia en el Cenáculo, orando con los apóstoles antes de Pentecostés, nos recuerda que la catequesis debe nacer de la oración y ser acompañada por un testimonio silencioso y coherente. El catequista no debe ser el centro, sino un "intermediario" que deja obrar al Espíritu Santo. *Ejemplo de Fidelidad a la Palabra de Dios, puesto que la materia de la catequesis es siempre Cristo y la Palabra Revelada, contenida en la Biblia. La fidelidad de María a Jesús hasta la Cruz, y su unión con Él, es el espejo de la fidelidad que el catequista deben tener al Evangelio”.

“La catequesis debe presentar a María como el icono perfecto de la Iglesia que escucha, acoge y da a luz a Cristo en el mundo, invitando a todos a imitar su fe, obediencia y compromiso”, afirmó.

Asimismo, llamó a que “tomemos conciencia que el cuidado de los niños es una de las tareas más delicadas, urgentes y sagradas dentro de la vida de la Iglesia y la familia. A menudo cometemos el error de ver la pastoral de niños como ‘cuidado infantil’ o entretenimiento, mientras los adultos ‘hacen cosas serias’. ¡Qué error! Y ¡cuán arraigado! Sin embargo, el cuidado pastoral infantil es teología práctica en su forma más pura: es presentar el carácter de Dios a alguien que está formando su visión del mundo, de sí mismo, los demás y su Creador”.

Luego de señalar los pasos a tener en cuenta ante la necesidad “un cambio de paradigma, tanto en la Iglesia como en la sociedad civil, respecto del cuidado de los niños”, destacó que “el cuidado pastoral de los niños es un trabajo de siembra a largo plazo. Es posible que no veas el fruto inmediato de consolar a un niño que llora o de explicar una historia bíblica por décima vez. Pero estás construyendo los cimientos sobre los cuales se sostendrá su vida entera. Pastorear a un niño es decirle con acciones y palabras: ‘Te veo, te escucho, y eres amado profundamente por Dios Padre, Creador tuyo y del universo’".

 

“Por los niños, pequeñas semillas de esperanza”

Hacia el final de su predicación, el pastor diocesano rogó a la Virgen del Valle: “Te pido por los niños, pequeñas semillas de esperanza que Dios nos ha confiado. Cúbrelos con tu manto maternal y protege su inocencia. Abre sus oídos para escuchar la Palabra de tu Hijo y dispón sus corazones para que la fe eche raíces profundas en ellos. Que encuentren en la Iglesia un hogar, y en Jesús, su mejor amigo”.

“Te ruego por los catequistas, hombres y mujeres que han dicho ‘sí’ al llamado de evangelizar. Concédeles la sabiduría para enseñar con claridad, la paciencia para acompañar los tiempos de cada niño y cada familia, y el fuego del Espíritu Santo para que sus palabras transformen y enamoren. Enséñales, Madre Buena, a educar como tú lo hiciste en Nazaret: con el ejemplo, con la oración y con un amor inagotable. Que no sólo transmitan una doctrina, sino que sean testigos vivos de la alegría del Evangelio”, imploró a la Madre Morena.

En el momento de la preparación del altar, los alumbrantes acercaron elementos litúrgicos y para la atención de los peregrinos, junto con los dones del pan y del vino.

Luego de la consagración a Nuestra Señora del Valle, la niña Anna Sofía Caro Carrizo le regaló una canción interpretada con su guitarra.


TEXTO COMPLETO DE LA HOMILÍA

Queridos devotos y peregrinos:

En este octavo día de la Novena honran a la Virgen del Valle la Catequesis diocesana y la Pastoral de la Niñez. Bienvenidos a esta celebración vespertina y que la Madre Celestial los acoja benigna en su regazo maternal y les impetre abundantes gracias.

El tema tratado en esta jornada, “Jesucristo, Hijo de Dios e Hijo de María”, ilumina muy bien la realidad de la catequesis, como de la niñez.

En el marco de la fiesta Mariana de la Pura y Limpia Concepción del Valle, la figura de la Virgen ilumina, inspira y guía la tarea de la enseñanza de la fe cristiana. María no es sólo un tema de la catequesis, sino un modelo esencial para el catequista y el catequizando.

*Ella es la Primera Discípula y Oyente de la Palabra, pues encarna la actitud fundamental que deben tener el catequista y el catequizando: acoger la Palabra de Dios con fe, meditarla en el corazón (cf. Lc 2,19.51) y responder con total disponibilidad y obediencia ("Hágase en mí según tu palabra", Lc 1,38). Ella es el prototipo de la fe que escucha y actúa.

*Ella es Modelo de Fe y Humildad, pues su vida es un ejemplo de fe de los que peregrinamos, superando la dificultad y la incertidumbre. Su humildad la lleva a una apertura total a la voluntad de Dios, que es la actitud fundamental en la oración: "Señor, lo que Tú quieras, cuando Tú quieras y como Tú quieras."

*Ella es la Madre y Educadora de Jesús, pues fue la primera en catequizar a su propio Hijo. Ella lo introdujo en las verdades de la fe judía. Esto inspira al catequista a ejercer su labor con una solicitud maternal y un testimonio de vida.

*Ella es la Colaboradora por excelencia en la Obra de la Salvación, ya que su "sí" al anuncio del Ángel la hace partícipe inseparable del misterio de Cristo. La catequesis Mariana es fundamentalmente cristológica, es decir, no se mira a María por sí misma, sino como el camino que nos lleva a su Hijo, siendo Ella quien nos dice: "Hagan lo que Él les diga" (Jn 2,5).

Por tanto, el catequista, al mirar a María, encuentra pautas para su propia vocación: *Una Actitud de Servicio y Entrega, para que al igual que María fue con prontitud a servir a su prima Isabel, el catequista debe tener un gran deseo de entrega y servicio desinteresado.

*Una Presencia Silenciosa y Orante, ya que su presencia en el Cenáculo, orando con los apóstoles antes de Pentecostés, nos recuerda que la catequesis debe nacer de la oración y ser acompañada por un testimonio silencioso y coherente. El catequista no debe ser el centro, sino un "intermediario" que deja obrar al Espíritu Santo.

*Ejemplo de Fidelidad a la Palabra de Dios, puesto que la materia de la catequesis es siempre Cristo y la Palabra Revelada, contenida en la Biblia. La fidelidad de María a Jesús hasta la Cruz, y su unión con Él, es el espejo de la fidelidad que el catequista deben tener al Evangelio.

En síntesis, la catequesis debe presentar a María como el icono perfecto de la Iglesia que escucha, acoge y da a luz a Cristo en el mundo, invitando a todos a imitar su fe, obediencia y compromiso.

Afinando más el lápiz, tomemos conciencia que el cuidado de los niños es una de las tareas más delicadas, urgentes y sagradas dentro de la vida de la iglesia y la familia. A menudo cometemos el error de ver la pastoral de niños como ‘cuidado infantil’ o entretenimiento, mientras los adultos ‘hacen cosas serias’. ¡Qué error! Y ¡cuán arraigado!

Sin embargo, el cuidado pastoral infantil es teología práctica en su forma más pura: es presentar el carácter de Dios a alguien que está formando su visión del mundo, de sí mismo, los demás y su Creador.

Por eso, urge un cambio de paradigma, tanto en la Iglesia como en la sociedad civil, respecto al cuidado de los niños.

1.- El primer paso es reconocer la identidad espiritual del niño.

Con frecuencia oímos la frase: "Los niños son el futuro de la iglesia y del mundo". Bienintencionada, pero incompleta y peligrosa.

Los niños no son sólo la iglesia del mañana; son la iglesia de hoy.

Tienen la capacidad presente de orar, de creer, de adorar y de sufrir. Su cuidado pastoral no es una preparación para cuando sean adultos, sino una atención a sus necesidades espirituales ahora. Jesús no dijo "dejen que los niños se preparen para venir a mí", sino "dejen que los niños vengan a Mí" (Mc 10,14).

2.- El segundo paso para un cuidado pastoral efectivo, debemos ir más allá de la enseñanza bíblica teórica y entrar en el terreno del pastoreo del corazón, por medio de:

A. La Dignificación (Hacerlos Visibles). Un niño se sentirá ignorado en medio de adultos autosuficientes. El pastor de niños (un papá, una mamá, un maestro un catequista, etc.) se "abaja" físicamente, se arrodilla para mirarlos a los ojos. Sabe considerar que sus problemas (un juguete roto, miedo a la oscuridad, ausencia de los padres, una burla) son tan reales y dolorosos para ellos como una crisis económica para un adulto. El cuidado pastoral no minimiza su dolor; lo acompaña. Un adulto maduro los llama por su nombre y conoce su historia, con lo cual valida su existencia ante Dios y la comunidad.

B. La Seguridad (El Refugio). No puede haber cuidado pastoral sin seguridad física y emocional. El hogar y la iglesia deben ser el lugar más seguro del mundo para un niño, ya que allí ha de recibir protección por medio de políticas claras contra el abuso y la negligencia y estabilidad en un mundo caótico, a través del compromiso de sus padres, maestros y catequistas que le garantizan una presencia constante y predecible. El amor de Dios se capta mejor cuando el adulto que cumple su deber.

C. La Traducción (Hacer a Dios Accesible). El cuidado pastoral implica ser un "traductor". Debemos tomar las verdades eternas y complejas y "partir el pan" en trozos que los niños puedan digerir sin atragantarse, pero sin diluir el nutriente. No se trata de trivializar a Dios, sino de amarlo de tal modo que se vuelva asombroso.

3.- El tercer paso es que los adultos seamos Espejo donde los niños, especialmente en sus primeros años, contemplen los conceptos abstractos como "Dios, Uno y Trino, Padre, Hijo y Espíritu Santo", "Gracia", “Vida Eterna”, “Cielo”, “Infierno”, “Encarnación”, etc., difíciles de entender, los aprendan observando a sus figuras de autoridad.

Por tanto, si somos impacientes, aprenderán que Dios está siempre molesto. Si somos distantes, creerán que Dios está lejos. Si escuchamos con amor, entenderán que Dios escucha sus oraciones.

El cuidado pastoral de los niños requiere del adulto una santidad personal profunda, porque somos la primera "Biblia" que ellos leen.

4.- El cuarto paso, la Era Digital. Todos sabemos que representa un reto inédito y apabullante. Los niños están expuestos a información adulta, ansiedad y ciberacoso a edades tempranas. Por ende, pastorear en la era digital implica enseñarles a discernir, y no sólo a prohibir. Es decir, ofrecerles herramientas para manejar la ansiedad y la identidad en un mundo de "likes" y filtros, recordándoles su valor inmutable como Imagen de Dios y llamados a ser santos.

Concluyendo, el cuidado pastoral de los niños es un trabajo de siembra a largo plazo. Es posible que no veas el fruto inmediato de consolar a un niño que llora o de explicar una historia bíblica por décima vez. Pero estás construyendo los cimientos sobre los cuales se sostendrá su vida entera.

Pastorear a un niño es decirle con acciones y palabras: "Te veo, te escucho, y eres amado profundamente por Dios Padre, Creador tuyo y del universo".

Querida Virgen del Valle, Madre de la ternura y primera discípula del Señor, acudo a Ti con el corazón lleno de confianza, para poner en tus manos la vocación y misión de nuestros catequistas.

Te pido por los niños, pequeñas semillas de esperanza que Dios nos ha confiado. Cúbrelos con tu manto maternal y protege su inocencia. Abre sus oídos para escuchar la Palabra de tu Hijo y dispón sus corazones para que la fe eche raíces profundas en ellos. Que encuentren en la Iglesia un hogar, y en Jesús, su mejor amigo.

Te ruego por los catequistas, hombres y mujeres que han dicho "sí" al llamado de evangelizar. Concédeles la sabiduría para enseñar con claridad, la paciencia para acompañar los tiempos de cada niño y cada familia, y el fuego del Espíritu Santo para que sus palabras transformen y enamoren. Enséñales, Madre Buena, a educar como tú lo hiciste en Nazaret: con el ejemplo, con la oración y con un amor inagotable. Que no sólo transmitan una doctrina, sino que sean testigos vivos de la alegría del Evangelio.

Bendice nuestros encuentros de catequesis, para que catequistas y niños caminen juntos, de tu mano, al encuentro de Jesús. Amén.

¡¡¡Viva Jesucristo!!!    ¡¡¡Viva la Virgen del Valle!!!

#FiestasVirgenDelValle2025

#VirgenDelValleCatamarca

 Fotos y videos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat


06 diciembre 2025

Paracaidistas Militares iniciaron su peregrinación desde Córdoba

A las 18.00 de este sábado 6 de diciembre, se inició la peregrinación de los Paracaidistas Militares del Ejército Argentino desde Córdoba a Catamarca, para participar de las festividades en honor de la Pura y Limpia Concepción del Valle.

Se estima que estarán llegando al Santuario Catedral, el lunes 8 a las 8:30, para participar de la Misa Solemne, en la que harán entrega de las intenciones que son transportadas por cada hombre y mujer militar que participa de la posta, y en horas de la tarde de la Solemne Procesión.

En total recorrerán 440 kilómetros sin detenernos en 38 horas.

Al comando de la posta "Hacia Ella vamos" se encuentra el Comandante de la IV Brigada Aerotransportada General de Brigada Pablo de Pallo.

#FiestasVirgenDelValle2025

#VirgenDelValleCatamarca

Foto y video: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat