Camino a la Beatificación

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31 agosto 2010

Bendición de vientres de las embarazadas


El martes 31 de agosto, Día de San Ramón Nonato, se llevará a cabo la Santa Misa en el transcurso de la cual se bendecirán los vientres de las embarazadas. La celebración eucarística se oficiará a las 18.00, en la capilla ubicada en Pedro Goyena y Mendoza, en el barrio Villa Cubas, ciudad capital.
San Ramón Nonato es el patrono de las parturientas y las parteras, debido a las circunstancias de su nacimiento.
Sobre el Santo
San Ramón nació de familia noble en Portell, cerca de Barcelona, España en el año 1200. Recibió el sobrenombre de non natus (no nacido), porque su madre murió en el parto antes de que el niño viese la luz. Con el permiso de su padre, el santo ingresó en la orden de los Mercedarios, que acababa de fundarse. San Pedro Nolasco, el fundador, recibió la profesión de Ramón en Barcelona.
Progresó tan rápidamente en virtud que, dos o tres años después de profesar, sucedió a San Pedro Nolasco en el cargo de "redentor o rescatador de cautivos". Enviado al norte de Africa con una suma considerable de dinero, Ramón rescató en Argel a numerosos esclavos. Cuando se le acabó el dinero, se ofreció como rehén por la libertad de ciertos prisioneros cuya situación era desesperada y cuya fe se hallaba en grave peligro. Pero el sacrificio de San Ramón no hizo más que exasperar a los infieles, quienes le trataron con terrible crueldad. Sin embargo, el magistrado principal, temiendo que si el santo moría no se pudiese obtener la suma estipulada por la libertad de los prisioneros a los que representaba, dio orden de que se le tratase más humanamente. Con ello, el santo pudo salir a la calle, lo que aprovechó para confortar y alentar a los cristianos y hasta llegó a convertir y bautizar a algunos mahometanos. Al saberlo, el gobernador le condenó a morir empalado, pero quienes estaban interesados en cobrar la suma del rescate consiguieron que se le conmutase la pena de muerte por la de flagelación. San Ramón no perdió por ello el valor, sino que prosiguió la tarea de auxiliar a cuantos se hallaban en peligro, sin dejar escapar la menor ocasión de ayudarlos.

El martirio
San Ramón encaró dos grandes dificultades. No tenía ya un solo centavo para rescatar cautivos y predicar el cristianismo a los musulmanes equivalía a la pena de muerte. Pero nada lo detuvo ante el llamado del Señor. Consciente del martirio inminente, volvió a instruir y exhortar tanto a los cristianos como a los infieles. El gobernador, enfurecido ante tal audacia, ordenó que se azotase al santo en todas las esquinas de la ciudad y que se le perforasen los labios con un hierro candente. Mandó ponerle en la boca un candado, cuya llave guardaba él mismo y sólo la daba al carcelero a la hora de las comidas. En esa angustiosa situación pasó San Ramón ocho meses, hasta que San Pedro Nolasco pudo finalmente enviar a algunos miembros de su orden a rescatarle. San Ramón hubiese querido quedarse para asistir a los esclavos en Africa, sin embargo, obedeció la orden de su superior y pidió a Dios que aceptase sus lágrimas, ya que no le había considerado digno de derramar su sangre por las almas de sus prójimos.
Nombrado Cardenal
A su vuelta a España, en 1239, fue nombrado cardenal por Gregorio IX, pero permaneció tan indiferente a ese honor que no había buscado, que no cambió ni sus vestidos, ni su pobre celda del convento de Barcelona, ni su manera de vivir. El Papa le llamó más tarde a Roma. San Ramón obedeció, pero emprendió el viaje como el religioso más humilde. Dios dispuso que sólo llegase hasta Cardona, a unos diez kilómetros de Barcelona, donde le sorprendió una violenta fiebre que le llevó a la tumba. El santo tenía aproximadamente treinta y seis años cuando murió el 31 de agosto de 1240. Cardona pronto se transformó en meta de peregrinaciones. Fue sepultado en la capilla de San Nicolás de Portell.
El Papa Alejandro VII lo incluyó en el Martirologio Romano en 1657.
La comisión nombrada por el Papa Benedicto XIV propuso suprimir del calendario general la fiesta de San Ramón por la dificultad de encontrar documentos fidedignos sobre su vida.

Catamarca será sede del Encuentro Nacional de Servicios Sacerdotales de Urgencia


Del 3 al 5 de septiembre se realizará en Catamarca el XXVIII Encuentro Nacional de Servicios Sacerdotales de Urgencia, que contará con la presencia de miembros de los 17 servicios que actualmente funcionan en la Argentina y que, en su conjunto, llevaron asistencia espiritual nocturna de urgencia, en forma totalmente gratuita a casi 400.000 almas. Organizado por la Federación de Servicios Sacerdotales de Urgencia, el encuentro está destinado a los sacerdotes y a los laicos que integran los equipos y llevará por lema: “María, modelo de servicio”.
El programa de actividades es el siguiente:
Viernes 3: A las 18.00 se celebrará la misa de apertura presidida por el vice asesor del Servicio Sacerdotal de Urgencia (SSU), monseñor Rodolfo J. O´Neil, y a continuación habrá una reflexión sobre la espiritualidad del guardián del SSU en relación al sacramento de la Unción de los Enfermos, a cargo del Pbro. Salvador Armengol Acevedo.

Sábado 4: En la segunda jornada se presentará el Informe anual de la Federación de SSU de la República Argentina y los informes de los distintos servicios diocesanos. Habrá además una reflexión bíblica - mariológica a cargo del Pbro. Oscar Alfredo Tapia; un espacio para el SSU de Salta, sede del próximo encuentro, y una cena con espectáculo de folclore, canto y poesía de Catamarca.

Domingo 5: A las 8.30 se celebrará la misa en el santuario de Nuestra Señora del Valle, presidida por el obispo de Catamarca, monseñor Luis Urbanč y a las 13.00 será el cierre del encuentro.

30 agosto 2010

Fray Mamerto Esquiú le dio la bienvenida al nuevo párroco


El sábado 28 de agosto asumió como nuevo párroco de San José, en el departamento Fray Mamerto Esquiú, el Pbro. Julio Alejandro Murúa, quien fue trasladado desde la parroquia San José Obrero, ubicada en el barrio La Tablada, en la ciudad capital. Los pobladores de la tierra del destacado fraile catamarqueño le dieron la bienvenida durante la Santa Misa, presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por el Vicario para la Pastoral Diocesana, Pbro. José Antonio Díaz; el Decano de la Zona Centro, Pbro. Moisés Pachado; el párroco saliente, Pbro. Héctor Salas; y los sacerdotes José Gómez y Juan Orquera. Asistieron a la celebración eucarística el Señor Intendente de Fray Mamerto Esquiú, Dn. Humberto Valdez; el presidente del Concejo Deliberante, Dn. Raúl Palacios; entre otras autoridades civiles y de las fuerzas de seguridad; abanderados y escoltas de escuelas del medio; miembros de agrupaciones gauchas; además de una gran cantidad de fieles, que desbordaron el templo parroquial de Piedra Blanca.
Antes de iniciar el oficio religioso, el Pbro. José Díaz dio lectura al decreto de designación del nuevo párroco, quien permanecerá en este servicio sacerdotal en la zona por espacio de 6 años.
Durante su homilía, Mons. Urbanc agradeció la presencia de las madres de los párrocos entrante y saliente, como también la del intendente departamental y los sacerdotes que concelebraron la Sagrada Eucaristía.
Dirigiéndose a los feligreses de la comunidad de Fray Mamerto Esquiú dijo: “Quiera Dios que el Padre Julio los entusiasme a ustedes a trabajar mucho, porque así vamos acrecentando la obra de Dios. Ayuden al Padre Julio para que sea siempre un hombre de oración”; para que esté atento para acompañar “a los que sufren, a los que están desahuciados”.
Asimismo, explicó que “el sacerdote es el que enseña, el que nos ayuda a ver lo que está mal y nos alienta en lo que está bien; es el que guía, el pastor”. Por eso, “sepan valorar lo que es tener un sacerdote”, exhortó.
Posteriormente, el Padre Julio Murúa realizó la profesión de fe al asumir el oficio de pastor de esa comunidad en particular; y luego recibió de manos del Señor Obispo los óleos con los que administrará los sacramentos; y el pan y el vino, que consagrará en el altar.
Luego de la comunión, el nuevo párroco recibió las llaves del Sagrario.
A su momento, el Pbro. Moisés Pachado, en su calidad de Decano de la Zona Centro, en la que está inserta la parroquia de Fray Mamerto Esquiú, dio la bienvenida al Padre Julio “con mucha alegría, con mucho gozo”, dijo, destacando que “es un sacerdote trabajador, dedicado totalmente a su ministerio sacerdotal”.
Por su parte, el Padre Julio agradeció a los fieles de la parroquia San José Obrero, de la ciudad capital, por acompañarlo durante la celebración, y a la comunidad de Fray Mamerto Esquiú por recibirlo, y que llega con “la esperanza de que juntos vamos a encontrarnos con la persona de Jesús”.
Finalizada la celebración eucarística, se ofreció un cálido y alegre agasajo con números artísticos, que incluyeron la presentación de cuerpos de danza y cantores del medio, en el club de Piedra Blanca.

27 agosto 2010

Asume el nuevo párroco de Fray Mamerto Esquiú

P. Julio Murúa

El sábado 28 de agosto se hará cargo de la Parroquia San José, en el departamento Fray Mamerto Esquiú, el Pbro. Julio Alejandro Murúa, quien desempeñó su labor pastoral como párroco de San José Obrero, en el barrio La Tablada, en la ciudad capital.
La Santa Misa se oficiará a las 19.30, en el templo San José, ubicado frente a la plaza de la localidad de Piedra Blanca; y estará presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc.
El Padre Julio Murúa nació en Catamarca, el 9 de julio de 1961. Hijo de Dn. Matías Murúa y de Dña. Elba Edith del Valle Molina Ocampo, cursó sus estudios primarios en las escuelas Mariano Moreno y Normal Fray Mamerto Esquiú; y los secundarios en ésta última, completándolos en el Colegio Padre Ramón de la Quintana. Su preparación en Filosofía y Teología la hizo en el Seminario Mayor Nuestra Señora de la Merced y San José en la Arquidiócesis de Tucumán.
Fue consagrado sacerdote, el 14 de diciembre de 1985. Ejerció su ministerio sacerdotal como Vicario Parroquial en las parroquias Santa Rosa de Lima, departamento Capital; Nuestra Señora de Belén, departamento Belén; Inmaculada Concepción, departamento El Alto; San Roque, departamento La Paz; y últimamente como Párroco de San José Obrero, sede ubicada en el barrio La Tablada, en el sector sur de la ciudad capital. Fue Decano de las zonas pastorales Este y Capital, y actualmente es el Delegado para la Catequesis en la Diócesis.

La procesión de Santa Rosa de Lima será hasta la Gruta

El domingo 29 de agosto, a las 17.00, se llevará a cabo la procesión en honor a Santa Rosa de Lima, en el marco de las fiestas patronales en honor de la Santa Patrona. El trayecto se iniciará en la sede parroquial, ubicada en la intersección de avenida Virgen del Valle y calle Rojas, en la ciudad capital; y culminará en la Gruta de Choya. Allí se oficiará la Santa Misa, presidida por el Señor Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc.
Se invita a toda la comunidad a participar de esta peregrinación con las Imágenes de Santa Rosa de Lima y de Nuestra Señora del Valle, en el Año Jubilar por el Centenario de la Diócesis de Catamarca

La Pastoral Social del NOA reflexionó sobre estilo de liderazgo y metas del Bicentenario


Durante los días 7 y 8 de agosto pasados, se realizó en la ciudad de Concepción (Tucumán), el XIV encuentro Regional de Pastoral Social del NOA bajo el lema “Aporte desde la Región NOA para un federalismo Auténtico en el Bicentenario de la Patria (2010-2016)”. El mismo estuvo organizado por el Equipo de Pastoral Social de la Diócesis de la Santísima Concepción con la participación de Orán (Salta), Jujuy, Santiago del Estero, Añatuya, Concepción y Tucumán. La convocatoria dio inicio con la exposición y posterior debate del tema “Estilo de Liderazgo y metas del Bicentenario”, a cargo del Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc. Luego del café se desarrolló un panel preparado por especializados docentes de la Universidad Nacional de Tucumán sobre el tema “Visión actual del federalismo en el NOA”, quienes entregaron consignas para el trabajo grupal que se realizó hasta el almuerzo.
Por la tarde, el Prof. Juan Carlos Hourcade habló sobre la “Construcción del Federalismo desde la Doctrina Social de la Iglesia”, disertación que dio origen al trabajo grupal en el análisis de Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas (FODA) del federalismo en cada una de las Diócesis, y la construcción de propuestas de promoción para un Federalismo auténtico. Con la celebración de la Santa Misa, y posterior velada de música, a cargo de una banda juvenil católica, concluyó la jornada del día sábado.
El domingo, las actividades se iniciaron con la Santa Misa; posteriormente se presentó el Congreso Nacional de Doctrina Social de la Iglesia, a realizarse en el mes de septiembre en la ciudad de Rosario (Santa Fe).
El Dr. Javier Antonietti, Director de la Pastoral Social Nacional presentó las líneas pastorales nacionales. Luego, las distintas Diócesis participantes compartieron sus respectivas líneas de trabajo.
El profesor Juan Carlos Hourcade se reunió con los docentes que estarán a cargo de las Olimpíadas de Doctrina Social, que se implementará en las Diócesis del NOA.
Finalmente, las palabras de despedida estuvieron a cargo de Mons. Luis Urbanc, y con el almuerzo se dio por finalizado el encuentro.

26 agosto 2010

Mons. Urbanč: “Hemos vivido la comunión eclesial, y muchos han quedado impactados por esta celebración nuestra”

El miércoles 25 de agosto se ofició la Santa Misa de acción de gracias de la que participaron las personas que trabajaron y colaboraron en la concreción de los actos centrales por el Centenario Diocesano, concretados los días 19 al 21 de agosto en la ciudad capital.
La Sagrada Eucaristía fue presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por el Vicario General de la Diócesis, Pbro. Julio Quiroga del Pino; el Vicario para la Pastoral Diocesana, Pbro. José Antonio Díaz; el Vicario para la Educación, Pbro. Víctor Hugo Vizcarra; los sacerdotes Angel Nieva, Reinaldo Oviedo, Juan Orquera y José Aguirre.
Durante su homilía, el Obispo Diocesano manifestó que la intención de la celebración eucarística es “dar gracias a Dios junto con muchos de los que han colaborado preparando este evento, con el cual queríamos celebrar junto al Legado Pontificio nuestros cien años. Sacerdotes, religiosos, laicos, que nos hemos reunido para organizar, para programar lo mejor posible este encuentro”.
Una profunda comunión con el Papa
Asimismo, consideró que “tenemos que estar muy agradecidos a Dios nuestro Señor, porque nos ha acompañado para tener una hermosa fiesta diocesana. Fue la fiesta del pueblo de Dios, que peregrina en esta Diócesis de Catamarca. Hemos podido vibrar en una profunda comunión con el Santo Padre. La Iglesia es un misterio de comunión y este misterio de comunión lo hemos celebrado con la presencia del Legado Papal, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, Arzobispo de Santiago (Chile)”.

Seguir trabajando por el Reino de Dios
Destacó que “han podido estar representadas las 28 parroquias de nuestra Diócesis. Han peregrinado, han sido recibidas en distintas parroquias de la ciudad de San Fernando. Esto es algo muy hermoso. Hemos vivido la comunión eclesial, y muchos han quedado impactados por esta celebración nuestra. Dios ha hecho fecunda nuestra labor, y esto nos tiene que entusiasmar más. Tenemos que seguir trabajando por la construcción, por la implantación, por el afianzamiento del Reino de Dios en el mundo, y concretamente desde, acá, desde Catamarca. Lo que nos queda por delante es trabajar”.

Un paréntesis para festejar
Mons. Urbanč dijo que “hemos festejado, hemos agradecido a Dios por estos cien años, hemos hecho como un paréntesis para festejar, para mirar, para examinar todo lo que el Espíritu Santo, y con la intercesión permanente de María Santísima, ha hecho, hace y hemos pedido que nos sigan acompañando por todo lo que hay que hacer. Y ahí nos toca a nosotros seguir con este esfuerzo, con este empeño de proclamar la Buena Noticia, y de profundizar en esa Buena Noticia”.

Conversión pastoral
Al exhortar a la conversión pastoral de toda la Iglesia, afirmó que ”tenemos que revisar las estructuras caducas. Conversión significa un arduo trabajo personal, comunitario de cambio de mente y de corazón. Ver qué estructuras, qué modos de vida, qué modos de trabajar tenemos en nuestra Iglesia Diocesana, en nuestras comunidades parroquiales, en nuestros movimientos, que son caducos, que ya no sirven, que son obsoletos, que no los podemos mantener. Y nosotros, con la ayuda de la gracia, con nuestro apoyo en el amor materno de María, tenemos que modificarlos. Ahí está el gran trabajo. Y entre todos nos convirtamos en discípulos-misioneros de Cristo, para que toda la gente, en Jesucristo tenga vida plena”.
Finalizada la celebración eucarística, los presentes participaron de un brindis en el salón del Hospedaje del Peregrino.

25 agosto 2010

Asumen nuevos párrocos en Capital y Fray Mamerto Esquiú

El sábado 28 de agosto se hará cargo de la Parroquia San José, en el departamento Fray Mamerto Esquiú, el Pbro. Julio Alejandro Murúa, quien hasta ahora se desempaña como párroco de San José Obrero, en el barrio La Tablada, ciudad capital. La celebración eucarística será a las 19.30, en el templo San José, ubicado frente a la plaza de la localidad de Piedra Blanca; y estará presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc.
El Padre Julio Murúa nació en Catamarca, el 9 de julio de 1961. Hijo de Dn. Matías Murúa y de Dña. Elba Edith del Valle Molina Ocampo, cursó sus estudios primarios en la escuela Mariano Moreno y Normal Fray Mamerto Esquiú; y los secundarios en éste última y en los completó en el Colegio Padre Ramón de la Quintana. Su preparación en Filosofía y Teología la realizó en el Seminario Mayor Nuestra Señora de la Merced y San José en la Arquidiócesis de Tucumán.
Fue consagrado sacerdote, el 14 de diciembre de 1985. Ejerció su ministerio sacerdotal como Vicario Parroquial en las parroquias Santa Rosa de Lima, Nuestra Señora de Belén, Inmaculada Concepción en El Alto, San Roque en La Paz, y últimamente como Párroco en San José Obrero, en el sector sur de la ciudad capital. Fue Decano de las zonas pastorales Este y Capital, y actualmente es el Delegado para la Catequesis de la Diócesis.
El P. Salas, en San José Obrero de La Tablada
Por su parte, el viernes 27 de agosto, a las 19.30, será puesto en funciones el Pbro. Héctor Salas como nuevo párroco de San José Obrero, en el barrio La Tablada, ciudad capital, quien hasta ahora cumple su labor pastoral en la comunidad parroquial de Fray Mamerto Esquiú.
El Padre Salas cursó sus estudios de Filosofía en el Seminario Mayor Interdiocesano Santiago El Mayor de la Diócesis de Santiago del Estero; y los estudios teológicos en el Seminario Mayor Metropolitano de Nuestra Señora de la Merced y San José de la Arquidiócesis de Tucumán.
Fue ordenado sacerdote, el 3 septiembre 1993.
Comenzó su acción sacerdotal en la parroquia Nuestra Señora de Belén como Vicario Parroquial, y luego de algunos años desempeñó igual tarea en la parroquia San Roque, en el departamento La Paz, donde ejerció la docencia.
Luego fue nombrado párroco de Santa Rosa de Lima, con sede en la localidad de Bañado de Ovanta, departamento Santa Rosa. Luego fue trasladado a la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, en el departamento Pomán, y finalmente en San José, departamento Fray Mamerto Esquiú.
Actualmente es Delegado Episcopal para la Pastoral Social Diocesana.

24 agosto 2010

Misa para quienes colaboraron en los actos por el Centenario Diocesano

El miércoles 25 de agosto, a las 20.00, se celebrará una Santa Misa de acción de gracias, para todas las personas que colaboraron en la organización de los actos centrales por el Centenario de la Diócesis de Catamarca. La misma se oficiará en la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, y será presidida por el Señor Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc.
Se invita a todos los que colaboraron de una u otra forma para que esta fiesta haya sido un éxito espiritual.

Disertación y entrega de matasello del Centenario Diocesano


El día viernes 20 de agosto se realizo la 4º Jornada de Disertaciones, organizadas por el Obispado de Catamarca, la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) filial Catamarca y la Municipalidad de San Fernando del Valle de Catamarca, dentro de los festejos con motivo del Centenario de la Diócesis de Catamarca y del Bicentenario de la Revolución de Mayo. Las palabras de apertura estuvieron a cargo de la Prof. Hilda Angélica García, presidenta de la SADE; en tanto que la Lic. María Rosa Calás de Clark disertó sobre “Onomástica inspirada en el culto mariánico”.
Luego se realizó la presentación del matasello conmemorativo de los 100 años de la Diócesis de Catamarca, por parte de las instituciones autoras del proyecto, la Asociación de Damas Belgranianas, Prof. Gladys Pandolfi de Moreno, presidente del Centro Filatélico de Catamarca, Sr. Alberto E. Rivero, y la encargada de la biblioteca Mons. Bernabé Piedrabuena, Prof. Claudia Josefina Acosta de Décima. También se hizo entrega de la figura del matasello y de un sobre enmarcado, a los Obispos, autoridades y a representantes de nuestra cultura Catamarqueña, que estuvieron presentes.
Las palabras de cierre fueron pronunciadas por el Señor Obispo Diocesano de Catamarca, Mons. Luis Urbanc.
En esta oportunidad, participaron del acto los Obispos Titular y Emérito de Catamarca, Mons. Luis Urbanc y Mons. Elmer Osmar Miani, respectivamente; el Arzobispo de Salta y Metropolitano de la Región NOA, Mons. Mario Antonio Cargnello; el Obispo Prelado de Cafayate, Mons. Mariano Moreno; el Obispo de Jujuy, Mons. Marcelino Paletini, entre otros prelados, sacerdotes y público en general.

La parroquia de Belén agradece

El párroco de Nuestra Señora de Belén, Pbro. Pablo Batallán, agradece a sus pares de San Nicolás de Bari y de San José Obrero, en la ciudad capital, Pbros. Eduardo López Márquez y Julio Murúa, respectivamente, como también a los miembros de esas comunidades parroquiales, por el recibimiento dispensado a los 300 peregrinos que arribaron desde esa jurisdicción del Oeste catamarqueño. El Pbro. Batallán destacó el servicio de alojamiento y de comida que brindaron generosamente a los hermanos de Belén, que llegaron con mucho esfuerzo para participar de los actos centrales con motivo del Centenario de la Diócesis de Catamarca. También resaltó el clima de confraternidad y solidaridad que pudieron vivir durante estas jornadas de gracia para la Diócesis Centenaria , con la presencia del Legado Pontificio, Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, y los Arzobispos y Obispos de distintos puntos del país; además de los peregrinos de La Rioja y del resto del territorio diocesano.

23 agosto 2010

Brillante cierre de las fiestas centenarias con la entrega de la Rosa del Oro enviada por Benedicto XVI

“La Rosa de Oro es la expresión de admiración y gratitud del Papa a la Virgen del Valle”, dijo el Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa.

La cálida noche del sábado 21 de agosto fue testigo del fervoroso y multitudinario cierre de los festejos por la primera centuria de vida de la Iglesia particular de Catamarca, en el marco del Bicentenario de la Patria.
El corolario de las fiestas centenarias se desarrolló en el Paseo de la Fe, con la llegada de la peregrinación con antorchas iniciada en el Predio Ferial Catamarca, que acompañó a los 29 Santos Patronos de las 28 parroquias que componen la jurisdicción eclesiástica catamarqueña, y la Imagen auténtica del Patrono de La Rioja, San Nicolás de Bari. La Sagrada Imagen de la Virgen del Valle ingresó en brazos del Obispo de Añatuya, Mons. Adolfo Armando Uriona, de cuya diócesis también es Patrona la Madre del Valle, quien la depositó en la urna festiva, colocada en el escenario levantado frente al atrio del Santuario Mariano. Acompañaron este paso el Legado Papal, Cardenal Francisco Errázuriz Ossa; el Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc; el Obispo Emérito de Catamarca, Mons. Elmer Osmar Miani; los Arzobispos de Salta y de Tucumán; Mons. Mario Antonio Cargnello y Mons. Luis Héctor Villalba, respectivamente; el Obispo Prelado de Cafayate, Mons. Mariano Moreno García; los Obispos Titular y Auxiliar de Santiago del Estero, Mons. Francisco Poli Santillán y Mons. Ariel Edgardo Torrado Mosconi, respectivamente; el Obispo de Concepción (Tucumán), Mons. Armando José María Rossi; el Obispo Prelado de Humahuaca, Mons. Pedro María Olmedo Rivero; el Obispo de Jujuy; Mons. Marcelino Palentini; el Obispo de Orán (Salta), Mons. Marcelo Daniel Colombo; el Obispo de La Rioja, Mons. Roberto Rodríguez; el Obispo de San Rafael, Mons. Eduardo María Taussig; el Mons., Obispo Coadjutor de San Luis, Daniel Martínez. A éstos se sumaron autoridades civiles provinciales y municipales, entre las que se encontraba el Señor Intendente de la Capital, Dr. Ricardo Gaspar Guzmán; los Ministros de Educación, Ciencia y Tecnología, Lic. Mario Perna, y de Desarrollo Social, Dr. José Vega; la Secretaria de Deportes, Dña. Juana Fernández, entre otras autoridades, que se mezclaron entre la enorme cantidad de personas que se dieron cita para participar de esta verdadera fiesta de la fe.

La Rosa de Oro enviada por el Papa.
Ofrecimiento de la Rosa de Oro
El momento más esperado se hizo realidad, cuando el locutor Jorge Alvarez anunciaba: “En esta ocasión tan especial, el Santo Padre Benedicto XVI benignamente ofrece al Santuario de Nuestra Señora del Valle y a la Diócesis de Catamarca, en el primer siglo de su creación, el obsequio de la Rosa de Oro, la cual es signo de Cristo, Nuestro Redentor, el cual ha dicho ‘Yo soy la Flor del campo y el Lirio de los valles’”.
Respecto al significado de este presente, se explicó que el oro del que se compone la Rosa significa que Jesucristo es Rey de los reyes, Señor de los señores. Otro sentido le hallaron los Magos de Oriente, que lo adoraron desde su nacimiento y le ofrecieron el oro como a un rey.
El fulgor y el alto precio de las piedras preciosas con que la Rosa está compuesta significan la luz inaccesible en la que habita quien es Luz de luz y Dios verdadero.
El olor del crisma, que sobre ella vierte en la bendición el Santo Padre, representa la gloria de la resurrección de Jesucristo, que fue causa de alegría para todo el mundo, pues con ella, por todo el universo se esparció el suave aroma de la divina gracia.
El momento cumbre fue cuando el Legado Pontificio, Su Eminencia, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, en nombre del Santo Padre Benedicto XVI hizo entrega de la distinción de la Rosa de Oro a la Diócesis de Catamarca, ante el aplauso y los vivas de la multitud de fieles, a los que se asoció el alegre tañir de las campanas de la sede catedralicia.
“La Rosa es expresión de la admiración del Santo Padre”
El enviado de Su Santidad se refirió a este hecho singular expresando: “Ustedes tienen tantas razones para admirarla aquí, en esta Diócesis, y también en la Argentina. Ustedes recordarán hechos de familiares, de amigos, de personas muy queridas que fueron bendecidas cuando llegaron de rodillas a su Imagen bendita”.
“La rosa -dijo- es expresión de la admiración de ustedes y muy particularmente de la admiración del Santo Padre. Son muy pocas las imágenes en el mundo entero que han recibido esta Rosa de Oro, en España hay una sola imagen, y sin duda que el Papa cuando la envía está expresando la gratitud de él por lo que Ella ha hecho aquí, desde este Santuario, durante varios siglos”.
Asimismo, manifestó que la Virgen María “se acercó hacia ustedes, y así como dio a luz a Cristo, ha dado al luz al Señor en el corazón de ustedes, haciéndolos cada vez más semejantes al Señor, al Primogénito. El Papa agradece a Nuestra Señora del Valle, entregándole esta Rosa de Oro, por lo que ha hecho por ustedes, por la Diócesis y desde aquí todo lo que está haciendo Ella por toda la Argentina. Es la gratitud del Papa”.
Posteriormente, en nombre del Santo Padre, “porque me encargó que lo hiciera presente en esta oportunidad”, el Cardenal le rezó a la prodigiosa Virgencita Morena del Valle.
La Rosa de Oro “se conservará en el Santuario, como signo y manifiesto documento de nuestra peculiar benevolencia y como expresión de nuestro deseo de incrementar la dignidad del Santuario”, reza el escrito del Papa Benedicto XVI.


Estola de vicuña
También se descubrieron placas recordatorias de este trascendental acontecimiento para la Iglesia de Catamarca; y se hizo entrega al Cardenal Errázuriz Ossa, de una distinción en nombre del pueblo de la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca. Se trata de una estola confeccionada en lana de vicuña, hilada por una artesana catamarqueña. Posee en uno de sus extremos la Imagen de la Virgen María y la Cruz de la Evangelización y en el otro un báculo y el lema que el Cardenal eligió para su episcopado: “Ut vitam habeant” (Para que tengan vida).
Fue recibida con mucha alegría y gratitud por Su Eminencia, quien se la colocó ante el aplauso de todos los presentes.
En sus breves palabras de despedida, el Legado Papal comentó que cumplió su misión “con un gozo enorme y con mucha alegría al darme cuenta del cariño que ustedes tienen a la Virgen y al Santo Padre, y con qué profundidad quieren vivir su fe”.
“Lo que quise expresar en la homilía de hoy (por el sábado 21) y también ayer, es que yo creo que ustedes tienen unos regalos inmensos de Dios, y para mí ha sido una gran alegría compartir esa experiencia. Por eso, les agradezco que me hayan invitado. Y podré referirle al Papa cómo cuenta con un pueblo que lo quiere mucho aquí, en Catamarca, y en las provincias vecinas”.


Cantata a los 100 años
El arte hecho poesía y canción se hicieron presentes en esta fiesta, a través de la interpretación de la “Plegaria Coya”, interpretada por el Dr. Hernán Sierralta, de Tinogasta, departamento del Oeste catamarqueño.
También elevaron sus voces los folcloristas Cololo Macedo, Alico Espiloción y Emilio Morales.
El broche de oro fueron los brillantes y coloridos fuegos artificiales, que surcaron el estrellado cielo catamarqueño, expresando el clima de fiesta que vivió el pueblo catamarqueño por estos 100 años de nuestra Iglesia particular.

La Iglesia de Catamarca vivió la gran fiesta de los 100 años de su creación


El sábado 21 de agosto, día en que la Iglesia Universal celebra a San Pío X, creador de esta jurisdicción eclesiástica, enclavada en la tierra bendecida por la Virgen del Valle, la Diócesis de Catamarca vive jubilosa los 100 años de su nacimiento como Iglesia particular, en el marco del Bicentenario de la Patria. Los actos centrales fueron jerarquizados con la presencia del Legado Pontificio, Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, quien fuera enviado especialmente por el Papa Benedicto XVI, para presidir este acontecimiento extraordinario que vivimos los catamarqueños. A éste se sumaron prelados de distintos puntos del país, principalmente del Noroeste Argentino.
Los festejos se iniciaron muy temprano, cuando la luz del nuevo día aún no asomaba en la tranquila San Fernando del Valle, con la caravana portando a los Santos Patronos de las 28 parroquias diseminadas a lo largo del extenso territorio diocesano, presidida por la Imagen auténtica de la Virgen del Valle, que una vez más salió de su Camarín para acompañar a sus hijos en este año de gracias especiales. En esta ocasión, lo hizo luciendo su nuevo manto diseñado con la oración del Credo, síntesis de nuestra fe.
La marcha partió desde el Santuario y Catedral Basílica, abarcando un amplio trayecto que comprendió calle Sarmiento, avenidas Belgrano, Virgen del Valle, Güemes, Alem y México hasta el Predio Ferial Catamarca. Durante su desplazamiento atravesó por algunos puntos emblemáticos como el Paseo General Navarro (La Alameda) o Plaza de la Coronación y el Hospital de Niños Eva Perón, donde su personal salió para saludar el paso de las Sagradas Imágenes. A medida que avanzaba, mucha gente se sumó con sus vehículos, mientras otras lo hacían desde las puertas de sus hogares con profundas muestras de devoción, de rodillas, con lágrimas en los ojos y mucha alegría. En el sector de avenida Alem, la marcha se hizo más lenta debido al significativo número de personas que se agolpaban para tomar gracia de los Santos. Desde el Portal de la Ciudad, en el Parque Adán Quiroga, los jóvenes caminaron junto a las imágenes; mientras los jinetes formaron la Guardia de Honor a los Santos Patronos de las parroquias catamarqueñas y de la vecina Diócesis de La Rioja, San Nicolás de Bari, que peregrinó hasta los pies de la Morena del Valle, para adherirse a esta celebración.

En el Predio Ferial
En el predio ferial, aguardaba una gran cantidad de peregrinos, provenientes del interior diocesano y de la misma Capital. La entrada de las Imágenes al salón principal se realizó en un clima de fiesta total, que se hizo más intenso con la presencia de la bendita Imagen de la Virgen del Valle, portada por el Arzobispo de Salta, Metropolitano de la Región NOA, Mons. Mario Antonio Cargnello.
Posteriormente, se concretó el ingreso de las principales autoridades eclesiásticas, encabezadas por el Legado Papal, Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, y el Obispo Diocesano de Catamarca, Mons. Luis Urbanc; acompañados por el Señor Gobernador de la Provincia, Ing. Eduardo Brizuela del Moral. La ceremonia contó con la presencia del Obispo Emérito de Catamarca, Mons. Elmer Osmar Miani y los Obispos del NOA: Mons. Mario Antonio Cargnello, Arzobispo de Salta; Mons. Luis Héctor Villalba, Arzobispo de Tucumán; Mons. Mariano Moreno García, Obispo Prelado de Cafayate; Mons. Francisco Poli Santillán y Mons. Ariel Edgardo Torrado Mosconi, Obispos Titular y Auxiliar de Santiago del Estero, respectivamente; Mons. Adolfo Armando Uriona, Obispo de Añatuya; Mons. Armando José María Rossi, Obispo de Concepción (Tucumán); Mons. Pedro María Olmedo Rivero, Obispo Prelado de Humahuaca; Mons. Marcelino Palentini, Obispo de Jujuy; Mons. Marcelo Daniel Colombo, Obispo de Orán (Salta); Mons. Roberto Rodríguez, Obispo de La Rioja; Mons. Eduardo María Taussig, Obispo de San Rafael; Mons. Daniel Martínez, Obispo Coadjutor de San Luis.
También participaron del acto central autoridades civiles de los Poderes Ejecutivo y Legislativo de Catamarca; de la Municipalidad de la Capital, a cargo del Presidente del Concejo Deliberante, Dr. Simón Hernández (h); de las Fuerzas de Seguridad; sacerdotes y religiosos.
La oración de Laudes fue presidida por Mons. Mario Cargnello, quien en una breve alocución destacó que “nacimos del corazón de un Papa Santo y catequista”, en referencia al creador de la Diócesis, San Pío X.
También hizo memoria de los Obispos que pasaron durante estos cien años de vida y su labor pastoral. Asimismo, amalgamando los festejos de la Iglesia Centenaria y de la Patria Bicentenaria, manifestó que “la gracia de Dios fue creciendo, penetrando en la trama más profunda de la historia, no sólo de nuestra Iglesia particular, sino también de nuestra sociedad civil. Ese diálogo, a veces fue tenso, pero siempre caritativo a lo largo de la historia”.
Rescató la acción de los dos últimos obispos diocesanos, con la creación de nuevas parroquias, movimientos e instituciones que dan vida a la comunidad eclesial, haciendo hincapié en el Sínodo Diocesano, concretado durante el gobierno eclesiástico del actual Obispo Emérito de Catamarca, Mons. Elmer Osmar Miani.

Acto protocolar
La ceremonia protocolar dio apertura con el ingreso de las banderas de ceremonia de distintas instituciones educativas del medio; tras lo cual se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino, interpretadas por el Coro de Niños del Colegio Padre Ramón de la Quintana con el acompañamiento de instrumentos autóctonos. Por su parte, la Banda de Música de la Municipalidad de la Capital, dirigida por el maestro José Moltó, tuvo a su cargo el Himno Pontificio.
Seguidamente se dio lectura al nombramiento del Legado Pontificio, Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, como “enviado extraordinario” para presidir la solemnidad del Centenario Diocesano “con mayor majestad y ornato”, según indica el instrumento legal que lleva la firma de Benedicto XVI. Se hizo lo propio con el decreto del Poder Ejecutivo Provincial, que lo declara Huésped de Honor; al igual a los otros prelados presentes en los actos centenarios. Igual distinción recibió el enviado papal del Municipio Capitalino.
El Gobernador de la Provincia, Ing. Eduardo Brizuela del Moral, en su discurso resaltó “el aporte que hizo la Iglesia Diocesana a la historia de Catamarca. La conformación de ella misma, la jura de la Constitución y la jura de la Autonomía contó con la activa participación de laicos y sacerdotes”, entre los que destacó a Fray Mamerto Esquiú, de quien dijo que es ejemplo de pobreza, obediencia y compromiso ciudadano; y “nos llegó a advertir sobre las consecuencias de no cumplir y acatar la ley”, precisó.
Tras una breve intervención del Obispo Diocesano, quien instó a los presentes a vivir la jornada con entusiasmo y plenitud, el Cardenal Errázuriz Ossa desarrollo su conferencia referida “Conversión pastoral de la Iglesia Diocesana a la luz de Aparecida”. Sus primeras palabras fueron para destacar el cariño y la cordialidad de los catamarqueños, para luego introducirse en la disertación, cuyo eje fue el compromiso misionero a la luz de la conversión pastoral. “Cada uno de nosotros debe salir a misionar con la Biblia en la mano y la Imagen de la Virgen”, indicó, agregando que “no tendría sentido hablar de una conversión pastoral si no nos dedicáramos a Ella, implorando un nuevo Pentecostés para ser fieles y nuevos testigos de Jesucristo”. “Por eso estamos reunidos, para que estos cien años que comienzan, esta conversión pastoral produzca un fruto extraordinario y fecundo”.

Foros y corte de torta
Como parte del aspecto formativo y de reflexión de estas jornadas, los participantes trabajaron en los diferentes foros sobre: 1. Procesos formativos: Discipulado misionero. 2. Bicentenario y servicio al bien común. 3. Rostro mariano de la Diócesis de Catamarca. 4. Dimensión misionera de la Iglesia particular (Misión permanente). 5. Familia y vida. 6. Juventud.
Antes de la celebración penitencial y de la Santa Misa, el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, cantó con los presentes el cumpleaños feliz y partió la gigantesca torta de los cien años de vida de la Iglesia catamarqueña.
La jornada continuó con la peregrinación con antorchas desde el Predio Ferial hasta la Catedral Basílica, donde se hizo entrega de la Rosa de Oro, que el Obispo de Roma otorgó al Santuario de Nuestra Señora del Valle.

20 agosto 2010

Emotivo recibimiento a San Nicolás de Bari de La Rioja


Alrededor de las 18.00, fue recibida en el atrio de la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle la Imagen del Patrono de La Rioja, San Nicolás de Bari, que peregrinó desde la hermana diócesis, acompañada por una delegación de promesantes, que se suma de esta forma a la fiesta que vive la Diócesis de Catamarca, en este Jubileo por los 100 años de haber sido creada como Iglesia particular.
El Obispo Emérito de Catamarca, Mons. Elmer Miani, les dio la bienvenida en el atrio del Santuario Mariano, destacando “esta histórica visita de San Nicolás de Bari a esta Diócesis que cumple 100 años, y por ello se alegra con las Diócesis vecinas y de la región”.
“Bienvenidos hermanos peregrinos. Glorioso San Nicolás de Bari, acompáñanos en esta peregrinación diocesana”, enfatizó Mons. Miani.
También comenzaron a llegar las delegaciones de las distintas parroquias del interior de Catamarca, que son recibidas en las distintas comunidades parroquiales de la ciudad capital. Estas participarán mañana de la caravana, desde la Catedral hasta el Predio Ferial Catamarca, con sus respectivos Patronos, presidida por la Imagen auténtica de la Virgen del Valle.

Cardenal Errázuriz Ossa: “La Iglesia particular de Catamarca es vivificada por el Espíritu”


En la tarde del viernes 20, luego de visitar la Ermita de la Virgen en Valle Viejo, y la Casa Natal de Fray Mamerto Esquiú, en el departamento homónimo, el Legado Pontificio, Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, presidió la celebración eucarística, que fue concelebrada por los Obispos Titular y Emérito de Catamarca, Mons. Luis Urbanč, y Mons. Elmer Miani, respectivamente; el Arzobispo de Salta, Mons. Mario Cargnello; los Obispos de la Prelatura de Cafayate, Mons. Mariano Moreno; de Jujuy, Mons. Marcelino Palentini; de la Prelatura de Humahuaca, Mons. Pedro María Olmedo Rivero; de Orán, Mons. Marcelo Daniel Colombo; y de La Rioja, Mons. Roberto Rodríguez. Además, de numerosos sacerdotes. La Santa Misa se ofició en el Altar Mayor de la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, cuyas naves se vieron colmadas por una gran cantidad de personas, entre ellas muchos peregrinos provenientes de distintos puntos del dilatado territorio diocesano.

Extractos de la homilía
En el inicio de su predicación, el Cardenal expresó: “Conmovidos por las palabras de Jesucristo sobre el mandamiento más grande de la ley, le pedimos a Nuestra Señora del Valle que Ella abra nuestra inteligencia y nuestros corazones para que escuchemos las palabras de vida eterna de su querido Hijo, dispuestos a comprenderlas y a cumplirlas, como ella siempre lo hizo como su Madre y su Discípula primera. Nuestro deseo es compartir en esta Eucaristía y en las celebraciones del Centenario de la Diócesis la bienaventuranza que Nuestro Maestro y Señor le dedicó a ella y a quienes acogen su espiritualidad: ‘Dichosos los que oyen la Palabra de Dios y la practican’”.
Al referirse a María, dijo: “Resulta imposible imaginar la pregunta ¿quién es mi prójimo? en los labios de la Virgen del Valle. Al cantar la salve con ese gran santo mariano, San Bernardo, cuya fiesta se celebra en este día, la invocamos como nuestra Señora del Valle de lágrimas, y por eso, como nuestra Señora de la Misericordia y la Esperanza. Sabiendo que Dios hace salir el sol, y también caer la lluvia sobre buenos y malos, y que su Hijo nos propuso que perdonáramos y amáramos aún a los que nos odian, Ella siempre quiere ser Madre y Reina de todos. Ella se acerca con preocupación y ternura aún a los más lejanos, a todos los pecadores, porque no tienen vino, como los esposos de Caná de Galilea. Necesitan oír la voz de la Inmaculada, que implora para ellos la benevolencia y los dones de su Hijo, y les propone que también ellos ‘hagan lo que El les diga’”.
“Pero no es ésta toda la novedad del mensaje de Jesús. Enseñó algo totalmente nuevo. Después de afirmar que el amor a Dios es el mayor y el primero de los mandamientos, añadió que el segundo, el amor al prójimo sin discriminar a nadie, ‘es semejante a éste’.
La razón sin la luz de la fe, podría pensar lo contrario como si el amor a Dios y el amor al prójimo pertenecieran a dos ámbitos diferentes y muy distantes entre sí. En efecto, ¿cómo asemejar el amor a Dios, al Creador y Señor del cielo y de la tierra, a Aquél que es siempre bueno, sin mancha alguna de maldad, con el amor a la creatura, al prójimo, que es limitado, imperfecto, autor de las cosas buenas y malas?”.
Cultura de la vida y cultura de la muerte
“En realidad, en muchos lugares del mundo la cultura de la vida, la fidelidad, la familia y la paz, está siendo reemplazada por la contracultura de la muerte, la corrupción, la ruptura de relaciones y la violencia. Muchos pueblos podrían llegar a decir, como en la lectura del profeta Ezequiel que hemos escuchado: ‘Se han secado nuestros huesos y se ha desvanecido nuestra esperanza. Estamos perdidos’.
Por eso, acogemos con confianza la promesa que hizo el Señor, que ya cumplió el día de Pentecostés, y que sigue renovando a lo largo de la historia de la Iglesia: ‘Yo pondré mi espíritu en ustedes y vivirán’”.

Misión de la Iglesia de Catamarca
“Qué grande es la misión de esta Iglesia particular de Catamarca, que es vivificada por el Espíritu, y quiere ser una Iglesia que venera a la Santísima Virgen como su madre y modelo, que se ha propuesto vivir en comunión con el Santo Padre y con su obispo, acogiendo todos los carismas que Dios le regala, y que está dispuesta a hacer de cada parroquia y de cada comunidad una casa y una escuela de discípulos misioneros del Señor, para que el pueblo catamarqueño y de las diócesis que peregrinan al Santuario tengan vida, y la tengan en abundancia.
De cuántas bendiciones serán mensajeros y portadores sus hijso y sus hijas, porque quieren hacer muy fecunda la gracia de amar a Dios con todo el corazón, con toda el alma y con todas sus fuerzas, y amar al pr{ojito como Cristo nos ama. Amén”, concluyó el Legado Papal.

El Legado Papal con los religiosos y los enfermos


El viernes 20 de agosto, en la segunda jornada de su visita a Catamarca, el enviado del Papa Benedicto XVI, Cardenal Francisco Errázuriz Ossa, llegó por la mañana al Monasterio de la Inmaculada del Valle de las Monjas Dominicas, acompañado por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, el Vicario General de la Diócesis, Pbro. Julio Quiroga del Pino, y sacerdotes. En el lugar tuvo un encuentro con los religiosos y religiosas de las distintas congregaciones que trabajan pastoralmente en esta jurisdicción eclesiástica. En primer lugar, compartió la Oración de Laudes, junto a todos los religiosos presentes, quienes fueron invitados por la priora, Sor Teresa, a ingresar en el sector de clausura. Posteriormente compartieron un desayuno en el interior del Monasterio.
En los hospitales
El recorrido se completó con la visita a los hospitales San Juan Bautista y de Niños Eva Perón, donde fue recibido por el Ministro de Salud, Dr. Mario Marcolli, y los directores de ambos nosocomios, Dr. Ernesto Martínez y Dr. Horacio Díaz, respectivamente. También estuvo presente el responsable de la Pastoral de la Salud, Pbro. Antonio Bulacio, entre otras autoridades. Luego se trasladaron hasta la capilla del nosocomio, donde recibió la bienvenida por parte de miembros de la Pastoral de la Salud, quienes acompañan a diario a las personas que ingresan por alguna enfermedad al nosocomio.
Un momento de gran gozo espiritual fue la visita que el Cardenal Errázuriz Ossa realizó a los enfermos de las distintas salas.
También recibió de regalo, una Imagen de la Virgen tallada en rodocrosita, piedra semipreciosa, característica de la tierra catamarqueña.

El Credo en el nuevo manto de la Virgen

Rina Quiroga, autora de esta obra de arte, valora este don como una gracia especial de Dios a través de la Virgen del Valle.

 
La Imagen auténtica de la Virgen del Valle fue revestida con un nuevo manto, cuyos signos representan la oración de Credo, es decir la profesión de nuestra fe.
Fue confeccionado por Rina Quiroga, quien se consagró al cuidado de la venerada Imagen desde 1991, año del Centenario de la Coronación Pontificia. En esa oportunidad, recibió un “llamado maravilloso” dijo, que como no podía comprenderlo en su magnitud, recurrió a la ayuda de sacerdotes que la orientaron en este servicio. “Esta gracia es muy especial, porque no estaba en mi mente hacer este tipo de cosas. No he sabido bordar. Es obra de la Santísima Virgen del Valle. Yo he puesto mi voluntad y Ella me ayuda y me dio salud para poder hacerlo”.
El manto
La realización de este manto le demandó a Rina Quiroga un poco más de dos años, durante los cuales muchos amaneceres la encontraron en esta tarea.
En distintas partes del manto se pueden ver imágenes que, siguiendo una secuencia, permiten “leer” el Credo, que expresa nuestra fe.
En total hay ocho paneles, tres a cada lado del manto, uno en el centro y el último en la túnica blanca. El que se encuentra en el centro refleja la parte del Credo en que proclamamos nuestra fe en la Resurrección del Señor y el ícono que se encuentra en la túnica blanca, a la altura del vientre de la Virgen, representa la parte en que rezamos que “fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo”.
En la parte posterior del manto está el anagrama MA de la Virgen María, con una aplicación de una corona de oro idéntica a la que usa la Imagen durante las fiestas en su honor. La imagen del Espíritu Santo también es una aplicación de oro. Ambas aplicaciones fueron realizadas por un orfebre en España, desde donde enviaron también otros materiales que se usaron para confeccionar este extraordinario manto.
Presencia de sus hijos
Rina explicó también que muchas joyas y otros elementos donados por devotos de la Virgen, están también en el manto, de modo que sus hijos que con mucho esfuerzo hicieron estos regalos a la Madre, están ahora de algún modo presentes en la ropa que recubre la Sagrada Imagen. También lo están todos aquellos que aportaron dinero, que permitió comprar hilo y otros materiales necesarios para la confección.
De este modo, la Virgen del Valle luce un manto muy especial en este gran acontecimiento como es el Centenario de la Diócesis de Catamarca.

19 agosto 2010

Con la bienvenida al enviado de Benedicto XVI, la Iglesia catamarqueña vive la fiesta centenaria

Con una calurosa bienvenida brindada al Legado Papal, Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, la Iglesia de Catamarca inició jubilosa las celebraciones centrales por el Año Jubilar con motivo del Centenario de la Diócesis de Catamarca, en el marco del Bicentenario de la Patria.
El ilustre visitante arribó unos minutos antes de las 17.00 al Aeropuerto Felipe Varela, donde fue recibido por las principales autoridades eclesiásticas encabezadas por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, quien llegó acompañado por el Vicario General de la Diócesis, Pbro. Julio Quiroga del Pino; de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, y de las Fuerzas de Seguridad de la Provincia, entre las que se encontraban el Ministro de Gobierno y Justicia, Dr. Javier Silva; la Presidenta del Senado, Lic. Marta Grimaux de Blanco; el Ministro de Desarrollo Social, Dr. Daniel Vega; el Intendente de Valle Viejo, Ing. Gustavo Roque Jalile.
En la sala del aeropuerto local, el Cardenal, acompañado por el Pastor Diocesano, saludó a los presentes, a quienes agradeció “que hayan venido”, y agregó: “Quiero hacer presente el cariño que el Papa le tiene a esta Diócesis”.
Con un importante dispositivo de seguridad se inició la extensa caravana, que unió los departamentos Valle Viejo y Capital, cuyos pobladores se apostaron a la vera de la ruta provincial Nº 33, avenida Acosta Villafañe y calle República, para saludar a su paso con banderas papales y mucha algarabía al representante de Su Santidad. Miembros de comunidades educativas y parroquiales, instituciones, movimientos y agrupaciones de gauchos se sumaron a este afectuoso recibimiento.
La caravana de vehículos culminó en el Santuario y Catedral Basílica, donde las campanas anunciaban la presencia del Delegado del Obispo de Roma, mientras descendía del móvil acompañado por los sones de la Banda de Música de la Policía de la Provincia.
Ya en el interior de la Catedral, el Obispo Emérito de Catamarca, Mons. Elmer Osmar Miani, le dio la bienvenida, expresando: “Quiero comenzar este saludo simplemente recordando que, por gracia de Dios y de María, es el segundo Legado Pontificio que recibo en esta Diócesis. La primera vez en el Centenario de la Coronación de la Imagen de la Virgen del Valle recibí al Cardenal Aramburu, al año de haber llegado a la Diócesis. Ahora, me piden que lo reciba a Usted. Y ahora frente suyo con un corazón lleno de alegría por recibir al Delegado del Papa para esta celebración diocesana, de esta Iglesia particular. La Diócesis de Catamarca en diversas oportunidades se ha reunido con la Arquidiócesis de Copiapó, en los límites, para fraternizar nuestra fe y nuestra conciencia eclesial”.
“Señor Cardenal, sabe perfectamente que ésta es la Diócesis de la Mater, la Madre del Valle, esa advocación que lo invade todo, y que pone en nosotros, la fuerza y la alegría para el servicio a nuestros hermanos. Estoy seguro que la gracia del Señor va a acompañar de un modo particular estos días de su servicio en nuestra querida Diócesis. Estoy seguro que María, la Madre, estará con nosotros e intercederá por nosotros para ser cada vez más que esta institución diocesana se convierta más y más en un misterio de gracia y de salvación. Misterio de íntima unión de Dios con los hombres y de los hombres entre sí. Usted viene para ser testigo de eso, y como tal lo recibimos con muchísima alegría. Bienvenido, Señor Cardenal Legado”, manifestó Mons. Miani.
Del Obispo Diocesano
A su turno, el Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanč, le dio una cordial bienvenida a esta ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, indicando que “su presencia nos hace sentir el calor de la compañía de nuestro bienamado padre, el Papa Benedicto XVI, quien no sin divina inspiración lo ha elegido para que representándolo presida nuestra eclesial celebración.
En esta ciudad se encuentra la sede de nuestra Iglesia Diocesana, en la que como en toda Iglesia particular está verdaderamente presente la Iglesia de Cristo, y cuya jurisdicción se extiende por casi todo el territorio de la provincia de Catamarca.
El Señor quiso preparar el advenimiento de esta Iglesia, mediante la admirable labor de innumerables hombres y mujeres, que en el curso de los últimos siglos fueron sembrando en los corazones de nuestros antepasados la semilla del Evangelio.
Su obra evangelizadora se desplegó vigorosa por la especial presencia de la Madre de Jesucristo y Madre Nuestra, a quien los hijos de estas tierras veneran llamándola con el dulce nombre de Virgen del Valle. Ella hizo de nuestra Iglesia una comunidad eclesial profundamente mariana, prolongando entre nosotros, el sentir de todo el pueblo latinoamericano, cuyo corazón late con peculiar ternura por su cercanía de Madre y su fidelidad de intercesora”.
Luego de hacer referencia a los tres años de preparación para celebrar este Jubileo Diocesano, Mons. Urbanč agradeció “de todo corazón la presencia y, a través suyo, la espiritual compañía del Santo Padre.
Con dócil espíritu recibiremos la luz de su palabra, el fruto de su sacerdocio y el aliento de su bendición.
Quiera el Señor colmarlo de dones por la generosidad de su acción apostólica e interceda la Virgen Santísima del Valle para que su ministerio en esta Diócesis signifique una general renovación para nuestra Iglesia de Catamarca.
Bienvenido, pues, Eminencia Reverendísima, y sepa que ante su presencia hacemos nuestras las palabras del profeta: “¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae buenas nuevas, que anuncia la salvación!”.
Usted será en estos días para nosotros el mensajero de la paz, el heraldo del Evangelio y el portador de la salvación que, como en sagrado depósito, dejó en la Iglesia el Señor del tiempo y de la historia, Nuestro Señor Jesucristo, que con el Padre y el Espíritu Santo vive y reina, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén”.

En el Camrín
Posteriormente, el Cardenal Errázuriz Ossa se dirigió hasta el Camarín, para orar junto a la Sagrada Imagen de la Virgen del Valle, la misma que fue encontrada hace 400 años en la Gruta de Choya. Lo hizo en compañía del Señor Obispo y sacerdotes de la Diócesis local, quienes los saludaron y lo acompañaron hasta el atrio de la Catedral Basílica, desde donde se dirigió a los presentes, poniendo de relieve la fuerte devoción a la Virgen del Valle.
Tras impartir su bendición a los presentes, se trasladó hasta la Casa de Gobierno, donde fue recibido por el Gobernador de la Provincia, Ing. Eduardo Brizuela del Moral, y sus ministros, en un clima de cordialidad.
Después de un breve paso por el Obispado local, se trasladó hasta la Universidad Nacional de Catamarca, donde participó de una velada de gala.
Segunda jornada
El viernes 20, las actividades se desarrollarán según el siguiente detalle:
8.00: Encuentro y oración del Legado Papal con las comunidades de Religiosos/as de la Diócesis en el Monasterio Inmaculada del Valle.
9.30: Visita del Legado Papal al Hospital San Juan Bautista.
10.30: Visita del Legado Papal al Hospital de Niños Eva Perón.
12.30: Almuerzo con sacerdotes de la Diócesis.
Llegada de los peregrinos del interior.
16.00: Visita del Legado Papal a la Ermita de la Virgen del Valle (Valle Viejo).
16.30: Visita del Legado a la casa de Fray Mamerto Esquiú.
18.00: Celebración Eucarística en la Catedral Basílica, presidida por el Legado Papal.
Disertación en la biblioteca Piedrabuena
A las 19.30, en la biblioteca Mons. Bernabé Piedrabuena, se llevará a cabo la 4º Jornada de Disertaciones, organizada por el Obispado de Catamarca, la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), filial Catamarca, y la Municipalidad de San Fernando del Valle de Catamarca, en el marco de los festejos por el Centenario de la Diócesis de Catamarca y del Bicentenario de la Revolución de Mayo.
Luego de las palabras de apertura, a cargo de la Prof. Hilda Angélica García, presidenta de la SADE Catamarca, disertará la Lic. María Rosa Calas de Clark, sobre “Onomástica inspirada en el culto mariano”.
También se presentará un matasello conmemorativo a los 100 años de la Diócesis de Catamarca, por parte de la presidenta de la Asociación de Damas Belgranianas, Prof. Gladys Pandolfi de Moreno; el presidente del Centro Filatélico de Catamarca, Sr. Alberto E. Rivero, y la encargada de la Biblioteca Mons. Bernabé Piedrabuena, Prof. Claudia Josefina Acosta de Décima.

18 agosto 2010

El Papa otorgó la Rosa de Oro para el Santuario de Nuestra Señora del Valle

Una de las Rosas de Oro más antigua.
Además de designar un enviado personal para jerarquizar los actos centrales por el Centenario Diocesano, Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, el Papa Benedicto XVI envía un regalo para el Santuario de Nuestra Señora del Valle: la Rosa de Oro. Este presente será entregado el sábado 21 de agosto, en la ceremonia de cierre de estos tres días de fiesta.
La Rosa de Oro es una condecoración otorgada por el Papa a personalidades católicas preeminentes, usualmente reinas. También la han recibido algunas advocaciones de la Virgen María. Fue creada por León IX en 1049.
Como su nombre indica, consiste en un rosal de oro con flores, botones y hojas, colocado en un vaso de plata renacentista en un estuche de oropel con el escudo papal.
El Papa la bendice el cuarto domingo de Cuaresma. La unge con el Santo Crisma y se la inciensa, de modo que es un sacramental.

Historia
La singular institución de la rosa de oro asciende al año 1049 y se cuenta de este modo. Se dice que queriendo el Papa S. León IX poner bajo el dominio directo de la Santa Sede el célebre monasterio de Santa Cruz de Alsacia que había sido fundado por sus abuelos y sobre el cual tenía derechos de patronato, el monasterio se obligó por un tratado a enviar todos los años al mencionado Papa y a sus sucesores el cuarto domingo de cuaresma una rosa de oro o dos onzas del mismo metal. Así se verificó y con este motivo se estableció el ritual de la bendición y de la unción de rosa de oro con la que se quiso figurar a Cristo representado por el oro, el más noble de todos los metales, y la resurrección del Salvador significada por el bálsamo aromático.
Antiguamente, se pintaba la rosa de carmín para representar la sangre que derramó por su pueblo Jesús, pero luego fueron de oro bruñido y el Santo Padre después de bendecirla la llevaba en procesión con la mano izquierda, mientras que iba bendiciendo a los fíeles con la derecha.
El Pontífice acostumbraba enviar todos los años esta razón a alguna iglesia particular o bien a algún príncipe o princesa de la cristiandad. La república veneciana poseía cinco rosas en el tesoro de S. Marcos, que han desaparecido durante las guerras de Italia y el papa Gregorio XVI envió la que bendijo en 1834 a la ciudad de Venecia.
El valor simbólico
Pero el valor de la Rosa de Oro no reside en la cantidad del precioso metal ni en las gemas de las que está adornada, sino en su significado. En un libro de autor anónimo publicado en Roma en 1560 se declara su simbolismo. Copiamos a continuación lo que de él extracta el académico gerundense Enrique Claudio Girbal en su tratadito sobre la Rosa de Oro publicado en 1880: «Desde la flor sencilla, quizás de los valles de los antiguos tiempos, hasta la rosa cuajada de perlas y pedrería, que algún autor describe en los pasados siglos, el valor material de la sagrada joya varía según las circunstancias y hasta según el gusto de los artistas y de las épocas; lo que es incalculable, y no varía, es el tesoro de misterios que la Rosa encierra. Según enseñan los mismos Soberanos Pontífices en repetidas cartas, esta Rosa significa y declara a nuestro Redentor, el cual ha dicho: “Yo soy la flor del campo y el lirio de los valles”; indica el oro de que se compone que Jesucristo es Rey de los reyes y Señor de los señores, cuyo profundo sentido mostraron ya los Magos, cuando como a Rey, le ofrecieron rendidamente el oro. El fulgor y alto precio del metal y las piedras con que la Rosa está compuesta, significan la luz inaccesible en la que habita el que es Luz de luz y Dios verdadero: el olor de los perfumes que sobre ella vierte en la bendición el Sumo Pontífice, representa en invisible esencia la gloria de la Resurrección de Jesucristo que fue de espiritual alegría para todo el mundo, pues con ella terminó el corrompido ambiente de las antiguas culpas y por todo el universo se esparció el suave aroma de la divina gracia; el color encarnado, de que en otro tiempo se teñía, representa la Pasión de Jesucristo; las espinas ofrecen la santa enseñanza de que en las espinas del dolor puso Jesús todas sus delicias, y recuerdan aquella corona que ensangrentó la cabeza del Redentor. En la Rosa, por último, se figura y simboliza la felicidad eterna».

Destinatarios de la Rosa de Oro
Una lista (incompleta) de concesiones de esta altísima condecoración:
• Alfonso VII, Rey de Castilla, por el Papa Eugenio III en 1148.
• Luis VII de Francia (Alejandro III; 1163);
• Luis I de Hungría (Clemente VI; 1348);
• Juana I, Reina de Nápoles (1368).
• Emperador Segismundo (Eugenio IV; 1435).
• Juan II de Castilla (Eugenio IV en 1436).
• Enrique VI de Inglaterra (Eugenio IV; 1444).
• Casimiro IV, rey de Polonia (Nicolas V; 1448).
• Emperador Federico III y su esposa la Emperatriz Leonor, quienes fueron coronados el Lætare Sunday (1452) y recibieron la Rosa de Oro al día siguiente de Nicolás V.
• Carlos VII, Rey de Francia (Callistus III; 1457);
• Eberhard I, Duque de Württemberg (Papa Sixto IV; 1482).
• Jacobo III de Escocia (Inocencio VIII; 1486);
• Gonzalo Fernández de Córdoba, en 1497, por Alejandro VI.
• Isabel la Católica, en 1500 por Alejandro VI.
• Alejandro Jagellón, Rey de Polonia (Julio II; 1505).
• Manuel I de Portugal (Julio II; 1506).
• Federico III, Elector de Sajonia (Papa León X; 1518).
• Enrique VIII de Inglaterra, quién la recibió una del Papa Julio II, una de León X, y una de Clemente VII en el año de 1524.
• Isabel Juana de la Lama y de la Cueva, mujer de Gabriel III de la Cueva y Girón, V Duque de Alburquerque, gobernador de Milán. La fue concedida por una Breve de Pío V fechada en Roma a 21 de marzo de 1569.
• Isabel de Borbón en 1618 por Pablo V.
• María Luisa Gabriela de Saboya, Reina de España (Clemente XI en 1701).
• María Pía de Saboya, Reina de Portugal, en el día de su bautismo (Pío IX, era su padrino, 1849).
• Isabel II por Pío IX en 1868.
• María Cristina de Austria, Reina Regente de España (León XIII; 1886).
• Isabel I de Brasil por León XIII, por liberar a los esclavos en 1889.
• Victoria Eugenia, consorte de Alfonso XIII en 1914 por Benedicto XV.
• Reina Elena de Italia, consorte de Víctor Manuel III en 1937 por Pío XI.
• Nuestra Señora de Fátima en 1965 por Pablo VI.
• Nuestra Señora Aparecida en Brasil, en 1967 por Pablo VI.
• Nuestra Señora de Luján en 1982 por Juan Pablo II.
• Nuestra Señora de Guadalupe.
• Virgen de Loreto.
• Nuestra Señora de la Evangelización en Lima, Perú, en 1988 por Juan Pablo II.2
• Nuestra Señora de Jasna Gora en Cezestokowa, Polonia, en 2006 por Benedicto XVI.
• Nuestra Señora Aparecida en Brasil, en 2007 por Benedicto XVI.
• Nuestra Señora de Roio en Italia, en 2009 por Benedicto XVI.
• Nuestra Señora de la Cabeza en España, en 2009 por Benedicto XVI.

Declaran de Interés Legislativo las celebraciones del Centenario Diocesano

La Presidencia del Senado de la Nación hizo llegar al Obispo Diocesano de Catamarca, Mons. Luis Urbanč, una comunicación que declara de Interés Parlamentario “los festejos y actividades conmemorativas del Centenario de la Diócesis de Catamarca, que se llevan a cabo desde el 8 de diciembre de 2009 hasta similar día de 2010” .
También la Cámara de Senadores de Catamarca declaró de Interés Legislativo “la visita del Legado Papal, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, Arzobispo de Chile, a la celebración del Centenario de la Diócesis de Catamarca, que tendrá lugar el 21 de agosto de 2010” .
Por su parte, la Cámara de Diputados de Catamarca declaró de Interés Legislativo y Parlamentario “la conmemoración del Centenario de la Diócesis de Catamarca y la visita del Legado Papal, el Arzobispo de Chile, Cardenal Francisco Javier Errázuriz Ossa, quien estará entre nosotros con un mensaje especial del Sumo Pontífice para el Pueblo de Catamarca”.

15 agosto 2010

Trescientos jóvenes aportarán su servicio durante los actos por el Centenario Diocesano


El sábado 14 de agosto, 300 jóvenes de movimientos, instituciones, parroquias y colegios públicos y privados se congregaron en las instalaciones del Colegio del Carmen y San José, para participar de una jornada de preparación con vistas a las celebraciones centrales por el Centenario de la Diócesis de Catamarca. Como parte de las preparación del Equipo de Enlace - Servicio, los chicos compartieron una charla y analizaron distintas citas bíblicas referidas al sentido del servicio.
La coordinación de las actividades durante los días 19, 20 y 21 de agosto estarán a cargo de Adrián y Pablo Domínguez, Micaela Caliva y Sonia García, quienes comentaron que los chicos atenderán a todas las personas que lleguen a las celebraciones por el Año Jubilar; especialmente a los peregrinos del interior provincial; en las áreas de comida, hospedaje, sanidad, con el acompañamiento del SAME, actos masivos, entre otras. Todos estarán identificados con una remera blanca.
Asimismo, destacaron que a estos entusiastas jóvenes se sumarán alrededor de 100 servidores de la vecina Diócesis de La Rioja, quienes vendrán acompañando la Imagen de su Santo Patrono San Nicolás de Bari.
Luego de compartir el almuerzo, los asistentes tuvieron un momento penitencial, a través de dinámicas de Reconciliación; y luego participaron de la Santa Misa, presidida por el Vicario Episcopal para la Pastoral Diocesana, a cargo de la Pastoral Juvenil, Pbro. José Antonio Díaz, y concelebrada por el Pbro. Ronan José Aguirre, con lo cual culminó la jornada preparatoria.
Por otra parte, los organizadores informaron que los chicos que no pudieron incorporarse a los equipos de servicio, pueden hacerlo en los Foros previstos para la ocasión.