Durante la tarde del martes 13 de junio, la comunidad parroquial de San Antonio de Padua celebró a su Santo Patrono con la procesión, la Santa Misa y una locreada, como ya es tradicional en este día especial.
La procesión llevando la
imagen y una reliquia de San Antonio partió desde el templo parroquial ubicado
en la intersección de calles Almagro y Tucumán, encaminándose por esta última
hasta Prado, continuando por Vicario Segura, avenida Italia y Almagro,
regresando al templo. En el trayecto, se rezó, se cantó y se realizaron algunas
paradas para bendecir a vecinos ancianos y enfermos que esperaban en las puertas de sus hogares.
Seguidamente se celebró la
Santa Misa, presidida por el párroco, padre Ángel Nieva, y concelebrada por el
sacerdote franciscano Julio César Bunader OFM, Guardián de la Iglesia y
Convento San Pedro de Alcántara, quien durante su homilía destacó la figura de
San Antonio, doctor en teología que abrazó el carisma de San Francisco de Asís.
“Fue el primer doctor de la Orden de los Frailes Menores”, dijo, apuntando que “más
allá de ser popularmente conocido por los milagros, es doctor de la Iglesia,
anunció a Jesucristo, anunció el Evangelio predicando en los sermones y
viviendo la santidad”, porque “quien es iluminado por Jesucristo no hace otra
cosa que irradiar a Jesucristo”.
“Quien vive el Evangelio se
deja convertir, transformar por Cristo mismo, que se hace Eucaristía, que se
hace Evangelio mismo en medio de los hombres”, continuó reflexionando. Más
adelante y a tono con la Palabra proclamada que dice: “Ustedes son la sal de la
tierra”, manifestó que “debemos saborear la vida en medio de tantas
dificultades”, resaltando que “el sabor del Evangelio es paciencia, constancia,
firmeza, tener esperanza, tener un horizonte nuevo, otro modo de mirar”.
La bendición final fue
impartida a los fieles con la reliquia de San Antonio.
Al concluir los actos
litúrgicos, los presentes compartieron un rico locro en la fría jornada otoñal.
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca