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21 diciembre 2024

Fue bendecida la Capilla del Santísimo Sacramento en la parroquia San José Obrero

Durante la noche del viernes 20 de diciembre, a 5 días de la Navidad, se llevó a cabo la bendición de la Capilla del Santísimo Sacramento en el templo parroquial de San José Obrero, ubicado en el barrio La Tablada, zona sur de la ciudad capital.

La ceremonia se hizo en el marco de la Santa Misa presidida por el obispo diocesano Mons. Luis Urbanč y concelebrada por el padre Dardo Olivera, párroco del lugar e impulsor de esta hermosa obra llevada adelante con el apoyo de los fieles.

En su homilía, el Obispo se refirió a este acontecimiento importante para la comunidad parroquial, indicando que “este día será para ustedes un momento trascendental porque se está concretado un hermoso proyecto, que es la Capilla del Santísimo Sacramento. Y he venido a bendecir este espacio para que puedan tener un lugar de intimidad para estar con Jesús, que inició el padre Dardo con la ayuda de ustedes”. 

Dijo que “todos los que vayan a rezar allí se llevarán una especial bendición de Jesús, pues a los adoradores los bendice de uno modo particular”.

 

“Navidad tiene que ser un tiempo de profunda renovación”

Tras reflexionar sobre la Palabra de Dios propuesta para esta jornada en la que se meditó sobre el Evangelio de Lucas, en el pasaje referido al anuncio de que ‘La Virgen está embarazada y dará a luz un Hijo y le pondrán por nombre Emmanuel’, dijo que “nos estamos preparando para contemplar el misterio del nacimiento de Jesús”.

En este sentido afirmó que “este tiempo de Navidad tiene que ser un tiempo de profunda renovación”, por eso animó a que “estos últimos días antes de celebrar el misterio de la Navidad, preparémonos convenientemente con un corazón puro”, porque “Jesús quiere nacer en un corazón puro, que se deja amar y ama; en un corazón lleno de luz, de ternura, que no tenga nada de odios, de rencores. Esto quiere Jesús para cada uno de nosotros en esta Navidad”.

Más adelante manifestó que “con ocasión de la bendición de esta Capilla del Santísimo, vamos a prometerle al Señor que no lo vamos a dejar solo, que cuando vengamos a este templo a orar, inmediatamente vayamos a verlo a Él en su casita. Antes estaba en el Presbiterio, en el Sagrario, ahora tiene un espacio para la intimidad con nosotros”.

“Desde la humildad de su nacimiento en esa cueva de Belén, que también nosotros lo encontremos en esta otra humildad silenciosa del Sagrario en esta capilla, para abrirle nuestro corazón, entregarle nuestras preocupaciones, angustias y miedos. Todo lo vamos a depositar en Él, que nos va a dar la paz que necesita nuestro corazón, Él va a bendecir este esfuerzo que se hizo con todos ustedes”, señaló.

Asimismo, pidió a los papás, a los abuelos, que “lleven a sus niños a Jesús, hagan que ellos perciban que Jesús está ahí, y ése va a ser un modo de evangelizar, de renovar la fe, de poder ser discípulos misioneros de Jesús en el mundo en el que nos toca vivir”.

Por último, rogó que “recemos mucho por la salud del padre Dardo, le pidamos a la Virgen del Valle, al Beato Mamerto Esquiú, a San José, patrono de esta parroquia, ya que él ha puesto tanto empeño, tanta ilusión en esto. Que el Señor también lo fortalezca con el don precioso de la salud, para que pueda seguir sirviendo como sacerdote a sus hermanos”.

Después de la Comunión, el Obispo realizó la oración de bendición y roció con agua bendita la Capilla, luego de lo cual llevó en procesión a Jesús Sacramentado por el interior del templo hasta el nuevo lugar acondicionado y bendecido, donde quedó reservado para la adoración de los fieles.

 

Una obra de fe hecha con amor

La Capilla del Santísimo Sacramento es fruto del esfuerzo de toda la comunidad, con la ayuda de Dios y el impulso del párroco padre Dardo Olivera. Se realizaron beneficios y se buscaron donaciones para hacer realidad este lugar de encuentro con Jesús Eucaristía.

Está ubicada al final del ala lateral oeste, lugar que antes fue utilizado como depósito y ahora se remodeló usando muebles reciclados del antiguo templo de calle Ayacucho.

El pórtico de entrada está pensado en el Pesebre de Belén donde nació nuestro Redentor. Fue confeccionado con maderas de más de 100 años lijadas por los propios fieles.

En la parte superior de la puerta se destaca la imagen de unas manos que invitan a visitar a Jesús Sacramentado y no dejarlo solo. También son signo de acogida, de oración, de dar y recibir.

La iluminación también es importante. El Sagrario está enfocado con una luz especial, significando los rayos del Espíritu Santo.

El uso de la madera es una impronta tanto en este espacio como en otros sectores del templo, ya que San José, patrono de la parroquia, fue carpintero.

Un detalle importante es que las sillas y los reclinatorios fueron confeccionados por internos de la cárcel de varones, quienes se sumaron a la larga lista de personas que pusieron su talento y su trabajo para la concreción de esta obra de fe hecha con amor.

Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat