“Queremos que sea un año que nos llene de alegría, y el centro de esta alegría será nuestra conversión”, dijo el Obispo.
Con
la apertura de la Puerta Santa en la Iglesia Catedral, durante la mañana de
este domingo 29 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y
José, la Iglesia que peregrina en Catamarca dio Inicio Solemne al Año Jubilar Ordinario
2025, convocado por el Santo Padre Francisco, bajo el lema “Peregrinos de la
esperanza”, que se prolongará hasta el domingo 28 de diciembre de 2025.
La
ceremonia unió dos lugares emblemáticos como la Catedral Basílica y Santuario
de la Virgen del Valle y el templo franciscano San Pedro de Alcántara, donde se
desarrollaron los actos litúrgicos iniciales, que incluyeron la exhortación a
vivir el Jubileo y la lectura de un fragmento de la Bula de convocación “Spes
non confundit” -La esperanza no defrauda- (Rm 5,5) del Sumo Pontífice.
Desde este centro de
irradiación de la fe por donde transitó parte de la vida de nuestro Beato
Mamerto Esquiú, arrancó la peregrinación que abarcó las calles Esquiú, Maipú,
San Martín, Rivadavia y República, abrazando la plaza 25 de Mayo, hasta el
Paseo de la Fe.
En
el atrio de la Catedral Basílica, el obispo diocesano Mons. Luis Urbanč abrió
la Puerta Santa en cuyo umbral se realizó la veneración de la Cruz, y luego se
concretó el ingreso de los peregrinos que colmaron la capacidad del
templo catedralicio.
Con
la procesión de entrada de los ministros, continuó la Santa Misa de la manera
acostumbrada, siendo presidida por el Obispo diocesano y concelebrada por los
sacerdotes Julio Murúa, el vicario general y párroco del Inmaculado Corazón de
María; Gustavo Flores, Luis Páez y Ramón
Carabajal, rector y capellanes del Santuario y Catedral Basílica,
respectivamente; Santiago Granillo, rector Santuario de la Gruta; Diego Manzaraz,
canciller y secretario general de la curia; Lucas Segura, vicario episcopal para
la Educación; Ángel Nieva, Dardo Olivera, Armengol Acevedo, Héctor Salas,
Daniel Pavón, Héctor Moreno, Eugenio Pachado, Carlos Figueroa Arteaga, Víctor
Vizcarra y Martín Brizuela, párrocos de San Antonio de Padua, San José Obrero,
Sagrado Corazón de Jesús, San Pío X, San Nicolás de Bari, San Jorge, Jesús
Niño, San Roque de La Chacarita, Espíritu Santo y Nuestra Señora del Rosario
(Paclín), respectivamente; el padre Rogelio Suárez, de la parroquia Santa Rosa
de Lima; Fray Julio Bunader, sacerdote de la comunidad franciscana, y el padre
Francisco Urbanč, de la Arquidiócesis de Tucumán.
En
su homilía, tras expresar su gratitud a los fieles y sacerdotes de las distintas
parroquias que llegaron participar de esta celebración, Mons. Urbanč dijo que “este
día quedará marcado para nosotros, con esta peregrinación que hemos hecho desde
la Iglesia de San Francisco en esta mañana de domingo, día de la Sagrada Familia,
luego haber hecho estas diez cuadras caminando detrás de la Cruz de Jesús, pero
meditando el misterio de su Encarnación, de su Nacimiento, porque este Año
Jubilar es para recordar los 2025 años de su nacimiento. Y no sólo recordamos este
acontecimiento, sino que lo celebramos y queremos que sea un año que nos llene
de alegría, justamente hemos escuchado durante el camino que el centro de esta
alegría será nuestra conversión. Muchos de ustedes se estaban confesando en la Iglesia
de San Francisco y han ido percibiendo la importancia de vivir reconciliados
para poder recibir la gracia de la indulgencia plenaria, no sólo para un mismo
sino también para nuestros queridos difuntos”.
Indulgencia plenaria
Explicó
que la gracia de la indulgencia “se podrá recibir cada día de estos 365 días que
tenemos por delante. Para ello tenemos que peregrinar al Santuario de Nuestra
Madre del Valle, la Iglesia Catedral, pasando por esa puerta central, estando
en gracia de Dios, participando de la Misa, comulgando y rezando por las
intenciones del Papa. De esa manera puedo liberarme de todos los castigos que
merezco por los pecados que he cometido y de los que me arrepentí y me confesé,
y también puedo ofrecerlo por un difunto”. En este sentido, señaló que “el Papa
ha dado la posibilidad de que en el día, si hacemos esta misma obra por una
segunda vez, puedo ofrecerlo dos veces en el día por un difunto, ya sea un
familiar u otra persona”.
“Solamente
tendremos alegría si nos reconciliamos con Dios, éste es el sentido de este Año
Jubilar”, afirmó, exhortando a que “nos acerquemos a Dios con plena confianza y
Él nos va a conceder todo lo que pidamos si cumplimos sus mandamientos”, porque
“es nuestro Padre y quiere nuestra salvación, nuestra felicidad”.
“Recuperar el valor de la familia”
Al
referirse a las lecturas bíblicas correspondientes a la fiesta de la Sagrada
Familia dijo que “la primera lectura del Libro de Samuel y el Evangelio es un
hermoso paralelismo que nos propone la liturgia. Tenemos a Ana y Elcaná, un
matrimonio del Antiguo Testamento, quienes eran ancianos y no podían tener
hijos. Ana pide esa gracia a Dios, quien se la concede, y el niño que nace se
llama Samuel. Y en el Evangelio tenemos a una mamá jovencita -María- que quiere
hacer lo que Dios quiera, y será elegida para ser la Madre del mismísimo Hijo
de Dios”.
En
estos pasajes “vemos hermosas enseñanzas que están en el contexto de la familia”,
aseveró enfatizando que “tenemos que recuperar el valor de la familia”, a la
vez que observó el rol de “dos varones -Elcaná y José- que acompañan en el
silencio, ayudan, cuidan, protegen, así vemos cómo Dios puede ir obrando en el
seno de nuestras familias”.
Resaltó
que “todo esto es posible si hay fe. Hay fe en Ana, en Elcaná, en María y José,
una fe inquebrantable y grande, que la tendremos que renovar a lo largo de este
Año Jubilar”.
Más
adelante manifestó que “la virtud de la esperanza será el centro de nuestro
peregrinar en este Año Jubilar; somos peregrinos de la esperanza, ‘con María,
servidores de la esperanza’, ya teníamos ese lema para nuestros 400 años -de la
presencia de la Virgen del Valle en Catamarca-”. En esta línea dijo que “junto
con Jesús vamos a servir a los hermanos, para que se despierte en ellos la
esperanza” y así “vamos a introducirnos en este Año Jubilar de la mano de María,
de la mano de José, con este hermoso ejemplo de Elcaná y de Ana”.
Finalmente,
rogó “que Nuestro Señor Jesucristo, el Verbo de Dios hecho carne, nos ayude en
este camino, que realmente todos queramos ser santos, hermanos de Jesús y servidores
de la esperanza”.
Otros lugares donde se abrirá la
Puerta Santa
El
Obispo recordó que “mañana, 30 de diciembre, a las 9.00, voy a hacer esta misma
celebración en el Servicio Penitenciario, para que los hermanos que están
privados de la libertad pagando sus culpas también puedan hacer este camino
jubilar a lo largo del año”.
“Y
el 1 de enero, día de Maternidad Divina de María, haré esta misma celebración
en el Santuario de la Gruta, ya que muchos peregrinan ahí provenientes de
distintas partes. Entonces tendremos en la ciudad capital dos lugares de
peregrinación para poder realizar esta hermosa obra del Año Jubilar y recibir
la gracia de la indulgencia”, indicó, acotando que “el 4 de enero, será la
apertura de la Puerta Santa para el Oeste en el Santuario de Belén; y el 10 a
la mañana en El Suncho para el Decanato Este, y por la tarde en Piedra Blanca para
el Decanato Centro”.
Ofrendas simbólicas
En
el momento de las ofrendas se presentaron el Logo y la Oración del Año Jubilar
2025, una estola de color morado símbolo del Sacramento de la Reconciliación, que
fue presentada por un Sacerdote como Ministro de la Misericordia.
También,
las sandalias y el bastón, signos del peregrino, ya que la peregrinación
expresa un elemento fundamental de todo acontecimiento jubilar.
Finalmente
se acercaron los dones del pan y del vino, para preparar la mesa eucarística.
Antes
de la bendición final, todos juntos rezaron a viva voz la Oración del Jubileo
2025 y alabaron a la Santísima Virgen María con el canto.
De
esta manera, el pueblo que peregrina en la tierra de la Virgen del Valle y del
Beato Mamerto Esquiú comenzó a transitar un tiempo de encuentro vivo y
personal con el Señor Jesús, siendo peregrinos de la esperanza en el mundo.
#Jubileo2025Catamarca