Domingo
22° del tiempo ordinario
lectura
del evangelio según
MARCOS 8,27-33
Oración inicial
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Jesús que
nos acompañas permanentemente desde tu Sagrada Escritura, con palabras vivas y
sanadoras llegando a nuestros corazones simples y llenos de faltas también, las
que se hacen pequeñas ante tu gran misericordia, queremos ahora unirnos a vos íntimamente en este texto de tu
legado y oramos previamente al Santo Espíritu para que seamos dignos de encontrarte
también entre las letras y palabras que significaran según nuestra fe poder
acercarnos a la vida eterna. Quédate con nosotros.
Por
nuestro señor.
Amén
1) Lectura
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Del santo
Evangelio según Marcos 8,27,35
Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesarea de Filipo, y por el camino hizo esta pregunta a sus discípulos: «¿Quién dicen los hombres que soy yo?» Ellos le dijeron: «Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías; otros, que uno de los profetas.» Y él les preguntaba: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro le contesta: «Tú eres el Cristo.» Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de él. Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro se puso a reprenderle. Pero él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole: «¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.»
¿Qué dice el texto?
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Leemos, dos
veces y luego repetimos cada uno de los participantes cada versículo lentamente.
Repetimos una dos palabras de cada el versículo como
un ECO para que al repetirlo penetre en nuestro entendimiento.
2) MEDITACIÓN ¿qué nos dice el texto?
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Respondámonos con total honestidad estas preguntas.
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¿Sentimos a veces que nuestra ceguera nos aleja de
los mandatos de Jesús?
¿Nos enojamos antes las propuestas que Jesús dicta a
nuestros corazones?
¿Queremos que a veces se haga nuestra voluntad y no
lo Él nos dicta?
¿El sufrimiento del Señor es ejemplo para nosotros?
¿El sufrimiento del Señor es ejemplo para nosotros?
3) ORACIÓN, ¿qué le decimos al Señor?
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Después de haber reflexionado interna y honestamente
estas preguntas. Encendamos una pequeña vela y pasándola entre nosotros realicemos una oración de los fieles empapada
con el mensaje que Jesús quiso dejarnos en este texto que acabamos de
reflexionar. Respondiendo, luego de cada pedido… SEÑOR QUE PODAMOS COMPRENDER TU
MENSAJE.
Acción: ¿Qué nos propone el
texto?
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Oración final
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Señor
hemos estado muy cerca de ti en este momento que nos regalaste.
Ahora
iremos a nuestra cotidianeidad tratando
de ser obedientes a tus deseos y tratando de vivir con alegría tu envío aunque
sea doloroso, como lo fue para Pedro que no entendió por un momento tu palabra.
Permítenos ser apóstoles dignos y llevar
tu palabra por el mundo.