¿Cuál es su evaluación en el tramo final del Congreso
Misionero?
El Congreso está
cumpliendo el objetivo del encuentro de los equipos diocesanos, a lo que
sumamos este ingrediente tan hermoso de estar en la tierra de la Virgen del
Valle, porque Catamarca es una de las cunas marianas. El clima del Congreso en
general ha sido de mucha alegría, de mucho encuentro de mucho compartir entre
las delegaciones, y es un profundizar en la vocación misionera que estamos
viviendo y en el llamado de alentar esto en las diócesis. Porque no perdamos de
vista que estos equipos son los responsables de animar toda la pastoral
diocesana y esto es un poco como fortalecerse.
¿Los desafíos para la Iglesia Argentina de ahora en más?
El desafío es el que nos
está marcando el Papa Francisco. Cuando él era Cardenal en Buenos Aires, nos
decía muchas veces que estamos llamados a salir del templo y salir al encuentro
con la gente. Es el gran desafío de la Iglesia. Es su conversión porque la
Iglesia cambia con este encontrarse. Es perder el miedo, la vergüenza. Salir de
nuestras seguridades para ir al encuentro de nuestros hermanos que se fueron o
se han apartado de nuestra comunidad, o nunca tuvieron una experiencia fuerte
de Iglesia. Hay gente que se fue porque no tuvo experiencia de Jesús ni de la
Iglesia, o tuvo malas experiencias. Esas son faltas nuestras. El gran desafío
es salir pero salir juntos los sacerdotes, los consagrados y los laicos.
A veces cuando hay que explicar la misión parece ser un
concepto fácil, pero resulta lo contrario para el común de la gente…
Es un envío. La
palabra misión es enviar. No es más que eso. Pero resulta complejo porque el
mundo es complejo. En el mundo estamos viviendo el secularismo y otros tantos
fenómenos o estilos de vida, que a veces hace que la que gente se aleje de
Dios. Para muchos, Dios existe pero para otros es solo por momentitos y bueno,
la misión es eso. Volver a proponer la presencia de Dios en el corazón humano.
Hay una necesidad de belleza, de alegría y en el fondo están buscando a Dios
pero por otros caminos. En esto, el primer paso es el encuentro. Que salgamos a
dialogar, a conocer.