“Lo que me movilizó para dar el sí
al
Señor es sentirme amado por Él”
La
ceremonia de consagración será este viernes 27 a las 20.00 en la Catedral
Basílica y Santuario de la Virgen del Valle.
A horas de su consagración
sacerdotal, y luego de haber vivido el retiro de orden en Tucumán, el diácono
Ramón Leandro Roldán nos brindó un breve testimonio que compartimos con
ustedes.
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¿Cómo
descubriste que Dios te llamaba al sacerdocio?
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Me di cuenta que el Señor me llamaba para
este camino de especial consagración a través del Sacerdocio, en un momento en
el que vivía la fe en mi parroquia, ayudando en la catequesis, cantando en las
misas. Más allá de que tenía una vida como todo joven, porque trabajaba y tenía
mis cosas, sentía que el Señor me pedía más, que aún no me había realizado.
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¿Te
acordás de algo puntual que te haya impulsado en esa búsqueda?
En
esos días de luchas y búsquedas, me encuentro de casualidad con mi párroco, que
en ese momento era el padre Salvador Armengol Acevedo, quien en un diálogo
fugaz me dice: ‘¿Qué esperás para entregarle los huesos al Señor?’. En ese
momento me reí y no dije nada. Después me preguntaba qué querían decir esas
palabras. Eso fue como una de las señales que Dios me puso para impulsarme y
emprender este camino.
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¿Qué
te movilizó para responder con este sí tan generoso?
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Lo primero que me movilizó para dar el Sí al
Señor es el hecho de sentirme amado por Él, y desde allí me pide que lo siga y
lo sirva como su Pastor, para que también otros puedan tener la experiencia de
conocer y creer en su amor y misericordia.
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¿Quiénes
te ayudaron en ese discernimiento?
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Durante todo este tiempo mi familia ha sido
importante y fundamental en el discernimiento. Me apoyaron desde el principio,
y en los momentos complicados y difíciles estuvieron a mi lado. También hubo sacerdotes
que con sus palabras y testimonio me han ayudado para elegir y optar por esta
linda vocación de seguirlo al Señor.
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¿Qué
pasos debemos dar o fortalecer para ser una verdadera Iglesia sinodal?
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En estos tiempos de muchos cambios,
complejos, es necesario que podamos seguir fortaleciéndonos para ser una
Iglesia más abierta y cercana a las realidades de nuestros pueblos. Ser una Iglesia que a la manera de Nuestro
Señor Jesucristo, tenga más
apertura hacia el caído, el
abatido, al hermano que llega pidiendo
paz y luz en medio de sus oscuridades.
Ramón Leandro realizó sus estudios en el Seminario Mayor
Nuestra Señora de la Merced y San José de la Arquidiócesis de Tucumán y fue
ordenado diácono el 24 de marzo de este año.
También estudió y se recibió de profesor de Música,
ejerció la docencia y formó parte de la Banda de Música de la Policía de la
Provincia.