Misión barrial con el desafío de acompañar a las familias
Entre los días viernes 29 y
sábado 30 de septiembre, las Hermanas Misioneras Redentoristas, conjuntamente
con voluntarios de Cáritas Diocesana, llevaron adelante una misión en el
asentamiento Mi Gauchito, jurisdicción de la parroquia Jesús Niño, en la ciudad
capital.
Respecto de la experiencia
vivida por las religiosas junto con los laicos, la Hna. Noemí comentó que “iniciamos
estos días misioneros bajo el lema ‘Corazones fervientes, pies en camino’. Fue
muy lindo para nosotras la misión compartida vivenciada con miembros de la
comunidad de la parroquia Jesús Niño. Nos abrió a un gran desafío de ir
acompañando a las familias en situaciones de vulnerabilidad que encontramos.
Eso moviliza, toca fuertemente nuestro corazón desde el anuncio de Jesucristo, Misionero
del Padre, para llegar a estas familias, acompañarlas desde la oración y con
otros gestos concretos. Es un compromiso grande que nos abre como misioneros y
misioneras”.
Por su parte, la Hna. Susana
destacó el encuentro con los niños del barrio, relatando que el viernes, primeramente
rezaron en la casa de las Hermanas Redentoristas y “luego nos fuimos a visitar
y a compartir con las familias. Fuimos muy bien recibidos, pudimos compartir
con varias familias, y finalizamos por la tarde con una celebración misionera,
que consistió en dar gracias por el encuentro a través de la oración con
nuestros mates, para lo cual cada familia llevó el mate que comparte todos los
días”.
El sábado realizaron
actividades similares como una forma de “ir preparando también el corazón para
el Octubre Misionero. Tuvimos una tarde de encuentro con los niños en la cual
todos nos hicimos como niños y nos divertimos un montón bajo la mirada de Nuestra
Madre del valle, ya que la imagen del barrio estuvo presidiendo esa tarde de
juegos”, manifestó.
Para la novicia Martha, “fue
una experiencia muy linda. La gente nos recibió muy bien. Vimos muchas
realidades de vulnerabilidad, siempre con el corazón agradecido y esperanzado.
Estos días fueron un impulso para poder anunciar a Jesús que nos sana y nos
libera, en este mes misionero”.
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / twitter @DiocesisCat