Camino a la Beatificación

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30 noviembre 2019

Emotivo tributo de los medios de comunicación a la Madre del Valle


El Obispo expresó su anhelo de “que el Año Mariano Nacional sea una fuerte corriente de Gracia para todos los argentinos”.

A minutos del regreso de la Sagrada Imagen desde la Gruta de Choya a la Catedral Basílica y Santuario Mariano, en el primer día del novenario en honor a la Inmaculada Concepción, se celebró la Misa de homenaje de los medios de comunicación social, voluntarios que realizan tareas en este ámbito y miembros de la Pastoral de Comunicación Social Diocesana.
Los alumbrantes ingresaron procesionalmente al  templo colmado de fieles, precediendo a los celebrantes. Primero su ubicaron los voluntarios con sus banderas y chalecos identificatorios, tal el caso
de los Comunicadores de María, Radio María, página web Morenita del Valle; siguiendo periodistas, locutores, directivos de algunos medios de comunicación, integrantes de la Pastoral de Comunicación y de los equipos de programas radiales dedicados a la Madre del Valle. Algunos de ellos estuvieron acompañados por sus respectivas familias, un hermoso detalle a la hora de honrar a la Madre. Además, se sumaron a este tributo, periodistas de provincias vecinas que llegaron a cubrir el histórico traslado de la Sagrada Imagen desde la Catedral a la Gruta de Choya.
La Eucaristía fue presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por varios sacerdotes de la Diócesis, entre ellos, el Rector del Santuario Mariano, Pbro. José Antonio Díaz, y Asesor de la Pastoral de Comunicación Social de la Diócesis, Pbro. Marcelo Amaya.

Representantes del sector guiaron la celebración eucarística, proclamaron la Palabra de Dios, leyeron las intenciones, en las que se dio gracias por el don del trabajo, y se pidió por quienes no lo tienen; por los colegas que están enfermos o tienen familiares con alguna dolencia; por los que han sufridos la pérdida de algún familiar en este tiempo; y por aquellos que ya partieron a la Casa del Padre. Todas éstas y otras súplicas fueron presentadas a Dios, por intercesión de la Madre del Valle.
En su homilía, Mons. Urbanc dio la bienvenida a los trabajadores de medios de comunicación social y voluntarios, que en este primer día del novenario rendían su homenaje a la Santísima Virgen. Y luego explicó algunos conceptos del lenguaje simbólico apocalíptico del libro de Daniel, como del Evangelio, que se habían proclamado.
Respecto del libro de Daniel, destacó la profecía sobre la venida de Jesucristo, al quien preanuncia designándolo “Hijo del Hombre”.
Pasando al Evangelio, habló de “una llamada a vivir esperanzados, aun en medio de calamidades”. La lectura proclamada es la que refiere a la destrucción de Jerusalén y su templo. Esos hechos anunciados “han sucedido, los han sufrido muchos de la generación de Jesús; porque la palabra de Jesús se cumple”, expresó. “Pero no todo es destrucción; son más los signos de salvación. En esto el pensamiento del
evangelista y el de Jesús coinciden: estamos invitados a percibir en torno a nosotros mil pequeños detalles que nos muestran la acción creadora y salvadora de Dios ya en el presente: ‘Levanten los ojos y miren los campos ya dorados para la siega’”, recordó citando al evangelista san Juan.
“Jesús invitaba a ver en lo pequeño la presencia anticipada de lo más grande: en la semilla, la planta con sus frutos; en una
pizca de levadura, el sabroso pan; en una chispa de ternura, la hoguera de su amor”, afirmó nuestro Pastor.
“Le pidamos a nuestra Virgen ‘Morena’ que las palabras de su amado Hijo Jesús sigan vivas en nosotros, que ‘no pasen’; y que seamos como Él portadores de esperanza, mensajeros de buenas noticias y forjadores de ganas de vivir y de amar”, exhortó a los comunicadores sociales y todos los fieles congregados en el Santuario.
Hacia el final, le pidió a la Virgen: “Ayúdanos a que ninguno se suelte de tu mano. Que la prosperidad no nos ciegue y las carencias no nos hagan desesperar. Que las adversidades nos hagan confiar más en
Dios, nos fortalezcan en la lucha de cada día y nos hagan crecer en la esperanza. Que las enseñanzas que recibimos a través de la Palabra de Dios, de la Tradición viva de la Iglesia, de nuestros pastores y de las mociones del Espíritu Santo en cada fiel cristiano renueven nuestra condición de discípulos-misioneros. Que el Año Mariano Nacional sea una fuerte corriente de Gracia para todos los argentinos, de manera que podamos superar los escollos que nos dividen y enfrentan, que nos amargan la existencia y que destruyen sueños y vidas”.

Ofrendas
En el momento de la preparación de la mesa eucarística, los alumbrantes presentaron sus ofrendas particulares, consistentes en elementos para la atención de los hermanos peregrinos, y litúrgicos; como también otros simbólicos.
En este último caso, representantes de “María, 400 años de amor”, programa radial dedicado a la Virgen del Valle en este tiempo especial hacia el Jubileo por las cuatro centurias de su presencia entre nosotros,  pusieron en manos de la Madre esta propuesta hecha por amor, con la participación de profesionales de la voz de distintos medios radiales, historiadores, jóvenes y miembros de la Pastoral de Comunicación Social. El mismo se emite todos los sábados, de 9.00 a 10.00, por radio Valle Viejo.

También se ofrendó a la Virgen el micro sobre su historia, denominado “Perlitas Marianas”, que se difunde por distintos medios, simbolizado en un Rosario, que fue colocado a los pies de la Madre Morena.
Antes de finalizar la ceremonia litúrgica, se rezó de la Oración del Año y IV Congreso Mariano Nacional, ante la Imagen bendita, tras lo cual, los comunicadores sociales se consagraron a Ella con la Oración del Periodista.
Como corolario de este día, en la que los medios de comunicación social de Catamarca y de otras provincias trabajaron intensamente para transmitir las diferentes instancias de esta jornada trascendental, los colegas presentes compartieron un brindis, del que participó Mons. Luis Urbanc y los el Pbros. José Antonio Díaz y Marcelo Amaya.
De esta manera, los comunicadores sociales vivieron un encuentro fraterno en torno a la Madre Morenita del Valle.