Emotivo cierre del año dedicado al Beato Mamerto Esquiú en El Suncho
“Mamerto Esquiú es propuesto como
modelo de vida no sólo para los catamarqueños sino para todos los argentinos,
porque ha puesto en el centro a Jesucristo”, dijo el Obispo.
El lunes 10 de enero, al cumplirse el 139° aniversario
del paso a la Gloria del Beato Mamerto Esquiú, la Diócesis de Catamarca culminó
el año dedicado a reflexionar sobre su valiosa figura y su fecundo legado. Este
tiempo especial había sido convocado por el Obispo Diocesano, Mons. Luis
Urbanc, el pasado 10 de enero de 2021, año en que vivimos su beatificación junto
con la Iglesia en Argentina y el mundo.
Los actos centrales se llevaron cabo en El Suncho, departamento
La Paz, donde las actividades dieron inicio en horas de la tarde en la
localidad de Esquiú, desde donde partió la peregrinación con las imágenes del
Beato Esquiú y de las Santas Patronas de algunas comunidades de la parroquia
San Roque, Recreo.
A su llegada al paraje lapaceño donde el Beato Esquiú
dejó este mundo, los peregrinos fueron recibidos con los sones de la Banda
Militar Coronel Bonifacio Ruiz de los Llanos del Glorioso 5° de Caballería, Regimiento
de Caballería de Exploración de Montaña 5 General Güemes “Los Infernales”, de
la provincia de Salta, que engalanó los actos. Seguidamente, interpretaron marchas
militares durante el acto protocolar en el transcurso del cual se procedió a la
colocación de una ofrenda floral en el monolito, por parte de las autoridades
civiles y eclesiásticas presentes.
La Santa Misa fue presidida por Mons. Luis Urbanc, y
concelebrada por el Vicario General, Pbro. Julio Murúa; el párroco anfitrión,
Pbro. Domingo Chaves; los sacerdotes del clero catamarqueño Ángel Nieva, Santiago
Granillo, Marcelo Amaya, Juan Marcos Bellomo y Ramón Carabajal; de Tucumán,
Francisco Urbanc y Charbel Chain, párroco de Nuestro Señor del Milagro y San
Marón de la Iglesia Católica de Rito Maronita; y Sergio Lamberti, párroco de la
Inmaculada Concepción de Frías, Santiago del Estero.
Participaron autoridades civiles locales y de
departamentos vecinos, policiales y devotos y peregrinos que llegaron a este
lugar de devoción al Beato Esquiú.
“Bienvenidos a esta celebración con la cual terminamos
este año que había decretado de honras en honor de Fray Mamerto Esquiú, nuestro
querido Beato”, expresó Mons. Urbanc al comienzo de su homilía. Y tras
presentar las intenciones especiales de esta Eucaristía, rogó que “por la
intercesión del Beato Mamerto Esquiú, pronto podamos tener un nuevo milagro y
así alegrarnos de que pertenece al grupo de los santos con la canonización, y
de esa manera entra formalmente en el Calendario Universal de la Iglesia”.
Expresó la alegría y la gratitud a Dios “por este
regalo tan grande que nos ha hecho”, trayendo a la memoria otro acontecimiento
importante como fue el Año Mariano Nacional 2020, afirmando que “Tatita Dios
nos hizo un cambio. Nos preparábamos para el IV Congreso Mariano Nacional”,
pero “tuvimos la beatificación de Fray Mamerto Esquiú. Y estamos muy contentos”.
En este sentido destacó el “gran trabajo realizado durante dos meses: agosto y
septiembre, en que se animó a todo el país con distintos temas. Se ha superado
el millón de personas que han seguido de una u otra manera el Congreso -Espacio
de Animación y Encuentro Virtual-, mucho más que si hubiera sido presencial. De
otra manera hemos ido aprendiendo a evangelizar, y tendremos que seguir
utilizando mucho las redes para anunciar el Evangelio”.
Tomando el texto del Evangelio escuchado, que habla
sobre el inicio de la predicación de Jesús, afirmó que “cuando Juan Bautista es
tomado preso por Herodes, Jesús comienza a predicar invitando a la conversión,
porque el ser humano tiene que volver a Dios. Y esta predicación que hacía
Jesús es la misma que hacía el Beato Mamerto Esquiú. Si hay un tema que es
central en la vida de Mamerto es Jesucristo… es el tesoro que ocupa todo su
corazón. Y él desde niño hizo esa opción porque es lo que vivió en su hogar de
un modo extraordinario, y hoy nos congratulamos de que sea Beato”.
Luego de reflexionar acerca del llamado que hace Jesús
a Pedro, Andrés, Santiago y Juan, dijo que “Jesús necesita colaboradores y hoy
nos mira a nosotros para ver quién está dispuesto a dejar todo por anunciar el
Reino”, tal como lo hizo con “los 12 y después también con otros discípulos que
lo seguían en esta tarea. Hoy tiene que suceder otro tanto”, como “sucedió en
el tiempo de Fray Mamerto que también llamó y tuvo sus colaboradores estrechos
que lo acompañaron en la hermosa misión que tiene el fraile, el sacerdote, el
obispo”.
“Si uno cree que Jesucristo es realmente Dios tenemos
que dejarlo todo”, pero “lo más grave que le está pasando a la humanidad es que
está el pecado, que es la ruptura de la comunión con Dios, y si uno rompe la
comunión con Dios está muerto”, enfatizó, a la vez que llamó a que “no lo
sigamos a Jesús de lejos, hay que acercarse, no le tengamos miedo al fuego del
amor de Jesús, vale la pena que nos queme. Jesús nos quiere cerca de la luz para
que vayamos y demos testimonio de él, para que construyamos el Reino, para que
haya muchos que se decidan por él”.
El Pastor Diocesano señaló que “si hay algo que
debemos aprender de Mamerto es su coherencia. Obró en la política, pero no se
dejó ensuciar por ella, incluso se fue desencantando, se sacrificó mucho porque
él estaba en la verdad de Jesús, y no podía permitir que intereses mezquinos
vayan por encima del bien común”.
“Mamerto Esquiú es propuesto como modelo de vida no
sólo para los catamarqueños sino para todos los argentinos, porque ha puesto en
el centro a Jesucristo. Siempre anunció a Jesús que le iba iluminando la
decisión de cada día; iluminando en ese diálogo que había que hacer con la
cultura, la política, la economía, con las otras religiones, porque Cristo
marca un antes y un después de los seres humanos aquí en la tierra, y nosotros
tenemos que afianzar esta verdad”, indicó.
“Le vamos a pedir a Fray Mamerto que cuando Jesús nos
mira a la cara y nos dice: ‘Vení, quiero que estés conmigo’, dejemos todo,
porque hacemos el mejor negocio de nuestra vida porque llegará el día de la
muerte y tendremos que dejar todo… Si entendemos eso, la sociedad va a cambiar
mucho”, manifestó.
Hacia el final de su predicación recordó algunas anécdotas
que resaltan la humildad del Beato Mamerto Esquiú, a quien le pidió “que nos
enseñe a ser humildes y a saber seguir siempre a Jesús”.
Concluida la celebración eucarística, se realizó la
procesión alrededor del predio de El Suncho.
Por su parte, la Banda de Música Militar visitante ofreció
un repertorio de música folclórica con danzas para el deleite de los presentes,
cerrando la jornada festiva el desfile de los gauchos.
Fotos: Facebook Prensa Iglesia Catamarca