La Iglesia de Catamarca de
Catamarca vive con profundo dolor el fallecimiento del Padre Elio Antenor
Fernández, Párroco Emérito de la Parroquia Jesús Niño. A sólo cinco días de
haber cumplido 80 años de edad, y con casi 57 de sacerdocio, su deceso se
produjo hoy a las 17.00, en la ciudad capital.
Fue un sacerdote de amplia
labor pastoral e intelectual en la que se destacó por su faceta como periodista
e historiador; además de un ferviente devoto de la Virgen del Valle. Fue
columnista de diversos medios de comunicación y difusor de la revista Stella,
dedicada a la Virgen del Valle y al quehacer de la diócesis catamarqueña.
Sus restos son velados en el
templo parroquial de Jesús Niño, ubicada en Zurita y Alem, en la ciudad capital.
El sepelio de sus restos se realizará mañana a las 17.00 en el Panteón del
Clero en el cementerio municipal, previa misa de cuerpo presente a las 16.00.
El Padre Elio Fernández vivió
su infancia en Miraflores hasta que vino a la Capital para ingresar al
Seminario de Catamarca, donde hizo su bachillerato y sus estudios de filosofía
y teología con los padres alemanes del Verbo Divino. Tuvo una educación
integral, donde aprendió a cantar, a tocar el órgano y a practicar deportes.
Fue ordenado sacerdote el 2
de diciembre de 1956. Luego se desempeñó como Vicario Parroquial y colaborador
en las parroquias de Santa María cuando aún pertenecía a la Diócesis de
Catamarca; en Capital fue destinado al Sagrado Corazón de Jesús; también estuvo
en Fiambalá, Pomán, Santa Rosa y El Alto, en estos dos últimos lugares como
párroco. También realizó su labor sacerdotal en La Plata, Buenos Aires, en la
parroquia Nuestra Señora del Valle; en Montevideo, Uruguay, donde permaneció por
espacio de 10 años trabajando en tres parroquias. Luego fue designado en la
parroquia San Antonio de Padua, y finalmente en la parroquia Jesús Niño, adonde
llegó el 5 de agosto de 1992, siendo puesto en funciones por el actual Obispo
Emérito, Mons. Elmer Osmar Miani. En esa comunidad permaneció el resto de su
ministerio sacerdotal hasta el 5 de agosto de 2012, en que asumió el nuevo
párroco y él fue designado párroco emérito por el actual Obispo Diocesano,
Mons. Luis Urbanc. En la misa de despedida dijo a los fieles de esa
jurisdicción del sudeste de la ciudad capital: “Voy a estar siempre con ustedes.
Ustedes son mi gloria y mi corona”.
En su homilía, Mons. Urbanc recordó
la visita pastoral que realizó a la parroquia, en el 2009, indicando que constituyó
“una gran alegría haber podido caminar con él la jurisdicción parroquial, y
haber participado en algo que me conmovió mucho. Él parado en el centro del
templo lleno de niños, un día sábado, preparándolos para la catequesis, y él se
puso a cantar y todos los niños lo seguían”. De esta manera destacó la gran relación
entre el sacerdote y los niños. “Muchas gracias, Padre Elio, por lo que usted
pudo dar a esta Iglesia de Catamarca, a través de su trayectoria como
periodista... Siempre tendrá el afecto, el cariño de todos. Y tendrá la
oportunidad de contemplar lo que Dios obró a través de su persona”, cerró Mons.
Urbanc en esa oportunidad.
Elevemos oraciones por el
eterno descanso de su alma y agradezcamos al Señor por su entrega generosa a la
Iglesia, a través de su servicio sacerdotal.