El pasado sábado 15
de junio, se llevó a cabo el Congreso Legionario, en el salón contiguo a la capilla
Santa Teresita del Niño Jesús, ubicado en avenida Güemes casi calle Ayacucho.
El lema elegido
para esta ocasión fue “El espíritu de Alfonso Lambe y la Legión de María”. Alfonso
Lambe es considerado el “Apóstol de la Legión de María en América latina”. Fue
enviado desde Irlanda a América, a los 23 años de edad, y falleció en Buenos
Aires, antes de cumplir los 27 años.
En un clima de
fraternidad y espiritualidad, el Congreso se inició a las 9.00 y se extendió
hasta las 17.00. Participaron más de 70 legionarios provenientes de Capital,
Valle Viejo, Andalgalá, La Puerta, Fray Mamerto Esquiú, Pomán, Chumbicha y los
Angeles, departamento Capayán.
El Congreso
Legionario de Socios Activos es un “acto público” de la Legión, que se celebra
cada dos años, con el fin de acrecentar el espíritu, organización y apostolado
legionario.
Al finalizar, y a
modo de conclusión, el director espiritual, Padre Santiago Granillo, expresó a
los legionarios: “Todas
las cosas de Dios requieren valentía, renuncia, violencia, el cristiano debe
estar en permanente tensión, en constante lucha, y a cambio de todo eso la
Virgen hará que sus legionarios posean un día el Reino de los Cielos” (siervo
de Dios Alfonso Lambe). “Quiero dejarles, amados hermanos, como conclusión
final y a modo de reflexión esta frase del siervo de Dios Alfonso Lambe,
nuestro hermano “Alfie”, que revela lo que él vivió, de lo que él estaba
plenamente convencido. Quizás aquí está la gran diferencia entre él y nosotros,
que estaba convencido, profundamente convencido. Y quien está convencido,
convence, no sólo con palabras, con “versos” sino con la misma vida, con las
actitudes, con la responsabilidad, con la valentía de realizar heroicamente
todo lo que emprendemos en nombre y por amor a María, pero sobre todo con la
alegría”.
Acercar a los jóvenes a María
Luego apuntó que “éste es el espíritu de Alfonso, quien amó y ofreció la
vida por la Legión. Murió muy joven, pero muy maduro en la fe. Murió joven,
porque estaba preparado para el cielo. Nosotros debemos luchar por madurar en
la fe y no ponerle obstáculos a la obra de Dios. Esforcémonos aún más,
hermanos! Nunca será suficiente lo que sabemos o pretendemos que los demás
crean que sabemos. Es en este tiempo, nuestro tiempo, el mejor que nos pudo
haber tocado, que la Legión debe rejuvenecer. En necesario atender más el
surgimiento de jóvenes legionarios, Alfonso decía que la Legión sin jóvenes es
como un jardín sin flores. Nosotros no debemos permitir que en Catamarca la
Legión que es de María, quede sin flores. A Ella le gustan las flores. Y cada
vez que adornemos de flores el altar de la Virgen pensemos si estamos buscando
jóvenes, es decir, flores frescas para ofrecérselas a la Madre”.
También dijo que “este Congreso, por gracia de Dios, lo pudimos hacer en
el Año de la Fe y en el Año Diocesano de la Juventud. Dios nos quiere decir que
los legionarios no nos debemos de dormir en los laureles de la poquita fe que
tenemos, ni mucho menos conformarnos esperando resignados la extinción de la
Legión porque no hay jóvenes”.
Por último, hizo “hincapié en la necesidad de la unidad. Si no hay
unidad en la Legión es porque no hay humildad, o hay muy poca. Depongamos el
orgullo, hermanos, y oremos más. Quiero que estas palabras las lleven, las
mediten, las reflexionen y las pongan por obra. Que Alfie nos ayude desde el
cielo, para ser lo que la Virgen anhela de cada uno”.
“El legionario debe ser siempre ejemplo en todo, en su vida legionaria,
en su vida de piedad, en toda su persona”
(Siervo
de Dios Alfonso Lambe).