En un clima de fraternidad,
se llevó a cabo días pasados el paseo anual de la Legión de María, uno de los
actos públicos de esta institución que tiene por Reina y Señora a la Madre de
Dios. En la Casa de la Cultura de la localidad de San Antonio, Fray Mamerto
Esquiú, se reunió un buen número de socios activos y algunos auxiliares,
jóvenes y niños que forman parte de los nuevos soldados de la Virgen.
En horas de la mañana, luego
de rezar para pedir la protección y compañía de la Madre del Cielo,
compartieron el desayuno. Posteriormente, se organizó una pequeña procesión por
el predio, con muchos cantos, oraciones y peticiones, en un clima de verdadera
alegría.
Luego se ofreció una
reflexión a cargo del director espiritual Padre Santiago Granillo, sobre la
relación entre los socios, tomado del Manual Oficial de la Legión, aprovechando
la ocasión para ayudar a consolidar la unidad y el vínculo de la paz entre los
legionarios, para que sea fuerte el testimonio comunitario de amor entre los
miembros "para que el mundo crea".
Seguidamente se realizaron
dinámicas de integración y conocimiento mutuo, juegos y canciones. Los
presentes compartieron el almuerzo en un ambiente de diálogo y una amena
sobremesa. El paseo concluyó con la alegría de saber que vale la pena trabajar
en las filas de María Santísima.