Camino a la Beatificación

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16 abril 2023

Gratitud por las obras en la Gruta Gratitud por las obras en la Gruta

Emotivo inicio de las fiestas marianas con el regreso de la Virgen a su primera casa

 

 “Aquí nos tienes, donde Tú te comenzaste a manifestar a tus hijos y que después de tanto tiempo vuelves en tu sagrada imagen”, dijo el Obispo dirigiéndose a la Virgen.

 

Una gran fiesta de la fe mariana se vivió en la tarde del sábado 15 de abril, con la Bajada de la Madre del Valle desde el Camarín hasta el Presbiterio, marcando el inicio al Septenario, en el marco del 132° aniversario de la Coronación de la Sagrada Imagen.

El obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, presidió este emotivo momento acompañado por el obispo de Concepción -Tucumán-, Mons. José Antonio Díaz, y el obispo de Cafayate, Mons. Darío Quintana, junto con sacerdotes del clero catamarqueño y otros peregrinos.

Una gran cantidad de fieles y devotos desbordó el templo para participar de esta tradicional ceremonia. Con unción rezaron los misterios del Santo Rosario y luego acompañaron a la Madre, llevada en brazos por Mons. Quintana, hasta la urna ubicada en el Paseo de la Fe.

En un clima festivo y de mucha emoción emprendió su regreso en caravana hasta su primera casa: la Gruta de Choya, hoy totalmente remozada, como ofrenda por los 400 años de su presencia en este rincón del Noroeste Argentino.

A lo largo del recorrido de unos siete kilómetros, la Imagen cuatro veces centenaria fue saludada mientras avanzaba hasta el lugar del hallazgo, donde la esperaba una gran cantidad de devotos y peregrinos.

Allí, en medio del paisaje montañoso donde Ella quiso quedarse, se celebró la Santa Misa de reapertura de este espacio de oración y encuentro, que fue presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por Mons. José Antonio Díaz y Mons. Darío Quintana, obispos de Concepción y de Cafayate, respectivamente, junto con sacerdotes del clero catamarqueño, entre ellos el vicario general, P. Julio Murúa; el rector de la Catedral Basílica y Santuario mariano, P. Gustavo Flores; el responsable de la Animación Pastoral de la Gruta, P. Santiago Granillo, y otros presbíteros visitantes, que llegaron a honrar a la Patrona del Noroeste Argentino. En esta Eucaristía rindieron su homenaje los medios de comunicación social.

Participaron de la celebración litúrgica el gobernador, Lic. Raúl Jalil; el vicegobernador, Ing. Rubén Dusso; el intendente de Capital, Dr. Gustavo Saadi, entre otras autoridades.

En su homilía, Mons. Urbanč destacó que “es la primera vez que iniciamos el septenario, con el que conmemoramos la coronación pontificia de la sagrada imagen, en este solar donde se comenzó a manifestar con gracias especiales la Madre de Dios a sus hijos en este Valle. Y para todos resulta ser muy novedoso e impactante pues ha cambiado sustancialmente todo lo que rodea la oquedad que cobija la imagen cuatro veces centenaria de nuestra querida Morena del Valle”.

Acerca del flamante Paseo Cultural y Religioso Virgen de Valle, dijo que “hoy elevamos agradecidos a la Providencia Divina que los trabajos de remodelación, pero sobre todo de profundas mejoras, han llegado a término, posibilitándonos volver a este entrañable paraje para honrar a nuestra Madre y confiarle todos los secretos y deseos de nuestros corazones. Todo se ha realizado para que sea un ámbito de oración, encuentro, meditación, penitencia, santificación, celebración, silencio y Gracia. ¡Cuidémoslo entre todos para que así sea por siempre!”.

Más adelante afirmó que “éste es y será un lugar apropiado para los rezos, los agradecimientos y las súplicas a Dios nuestro Señor por medio de la intercesión de la Virgen del Valle, en el contacto con la naturaleza y el silencio que lo circunda”.

Hacia el final, invitó a que “roguemos a la Virgen Santa que nos ayude a perseverar y crecer en nuestros compromisos bautismales y en el ardor misionero, llevando a todos los ambientes la luz del evangelio, con un verdadero estilo sinodal de ser la Iglesia de Jesús Resucitado”.

Dirigiéndose a la Madre del Valle, expresó: “Aquí nos tienes, donde Tú te comenzaste a manifestar a tus hijos y que después de tanto tiempo vuelves en tu sagrada imagen. Consigue de parte de tu Hijo amado que, de ahora en más, lluevan gracias y bendiciones sobre los que vengan a este rinconcito de cielo en la tierra, a suplicar misericordia, conversión, salud física y espiritual, trabajo, unión, justicia y paz”.

Al finalizar la celebración eucarística, en la fría noche otoñal, entre vivas y profundos gestos de devoción, la Madre Morena regresó a la Catedral Basílica y Santuario mariano, desde donde presidirá el Septenario memorando los 132 años de su declaración como Reina y Señora de este Valle.

 

TEXTO COMPLETO DE LA HOMILÍA

Queridos devotos y peregrinos:

Bienvenidos a esta celebración y muchas gracias por participar. Ésta es la primera vez que iniciamos el septenario, con el que conmemoramos la coronación pontificia de la sagrada imagen, en este solar donde se comenzó a manifestar con gracias especiales la Madre de Dios a sus hijos en este Valle. Y para todos resulta ser muy novedoso e impactante pues ha cambiado sustancialmente todo lo que rodea la oquedad que cobija la imagen cuatro veces centenaria de nuestra querida Morena del Valle.

La temática propuesta para este día nos propone vivir nuestra vocación bautismal en una Iglesia sinodal. Y honran con su presencia hermanos y hermanas que trabajan en los medios de comunicación social.

Hoy, por tanto, elevamos agradecidos a la Providencia Divina que los trabajos de remodelación, pero sobre todo de profundas mejoras, han llegado a término, posibilitándonos volver a este entrañable paraje para honrar a nuestra Madre y confiarle todos los secretos y deseos de nuestros corazones. Todo se ha realizado para que sea un ámbito de oración, encuentro, meditación, penitencia, santificación, celebración, silencio y Gracia. ¡Cuidémoslo entre todos para que así sea por siempre!

Aquí, con el servicio de sacerdotes, religiosos/as y laicos se acogerá a devotos y peregrinos para facilitarles el encuentro con la Virgen del Valle y con Jesucristo Resucitado, Salvador del Mundo. Ellos cuidarán este lugar y animarán espiritualmente para que todos podamos respirar aires de fe, esperanza y caridad, como acabamos de escuchar en las lecturas bíblicas, que eleven nuestros corazones hacia los bienes del cielo y con ellos impregnemos y transformemos nuestras realidades terrenas con los valores del evangelio, tan urgente en los tiempos que vivimos.

Amerita que profundicemos en la primera lectura de los Hechos de los Apóstoles, 2,42-47, que tipifica los constitutivos esenciales de la vida de la comunidad: la enseñanza de los Apóstoles (τῇ διδαχῇ τῶν ἀποστόλων), la vida en común (τῇ κοινωνίᾳ), la fracción del pan (τῇ κλάσει τοῦ ἄρτου) y las oraciones (ταῖς προσευχαῖς).

La enseñanza de los Apóstoles es muy importante, pues hace referencia al origen mismo de la vida cristiana que, como la del antiguo Israel, comienza por la escucha (shema´) de la Palabra que viene de Dios, pero que ahora es mediada por los apóstoles, los cuales, siguiendo el mandato pascual de Jesús Resucitado, deben anunciar la Buena Noticia de la Salvación a todo el mundo. Esta tarea se deberá hacer aquí con particular dedicación, perseverancia, lucidez y generosidad.

En cuanto a la vida en común se trata de expresar la fraternidad y la concordia que es preciso alcanzar en la vida de la comunidad por medio de la comunión concreta de bienes que brota y expresa la vivencia real de la fe recibida en el Bautismo.

La fracción del pan era uno de los nombres que recibía la celebración eucarística en algunas comunidades primitivas. De hecho, la misma expresión "fracción del pan" se utiliza con este sentido eucarístico en la narración de los discípulos de Emaús: "Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan" (Lc 24,35). Participemos frecuentemente de la Santa Misa.

En cuanto a las oraciones o alabanzas a Dios, no les quepa la menor duda, que éste es y será un lugar apropiado para los rezos, los agradecimientos y las súplicas a Dios nuestro Señor por medio de la intercesión de la Virgen del Valle, en el contacto con la naturaleza y el silencio que lo circunda.

Estas 4 características esenciales de la vida de la Iglesia plantean un ideal para la comunidad que cree en la Resurrección, cuyo distintivo máximo deben ser la caridad, el ocuparse de los más frágiles y la unidad, siendo conscientes que, por la debilidad humana, siempre estará el peligro de perder el fervor de hacerlo.

Por tanto, hermanos, roguemos a la Virgen Santa que nos ayude a perseverar y crecer en nuestros compromisos bautismales y en el ardor misionero, llevando a todos los ambientes la luz del evangelio, con un verdadero estilo sinodal de ser la Iglesia de Jesús Resucitado.

Querida Madre del Valle, aquí nos tienes, donde Tú te comenzaste a manifestar a tus hijos y que después de tanto tiempo vuelves en tu sagrada imagen. Consigue de parte de tu Hijo amado que, de ahora en más, lluevan gracias y bendiciones sobre los que vengan a este rinconcito de cielo en la tierra, a suplicar misericordia, conversión, salud física y espiritual, trabajo, unión, justicia y paz. Amén.

¡Viva la Virgen del Valle!

¡Vivan sus devotos y peregrinos!

#VirgenDelValle

#FiestasMarianasCatamarca

#GrutaDeLaVirgenDelValle

 Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca

Gratitud por las obras en la Gruta

Emotivo inicio de las fiestas marianas con

el regreso de la Virgen a su primera casa

 

 “Aquí nos tienes, donde Tú te comenzaste a manifestar a tus hijos y que después de tanto tiempo vuelves en tu sagrada imagen”, dijo el Obispo dirigiéndose a la Virgen.

 

Una gran fiesta de la fe mariana se vivió en la tarde del sábado 15 de abril, con la Bajada de la Madre del Valle desde el Camarín hasta el Presbiterio, marcando el inicio al Septenario, en el marco del 132° aniversario de la Coronación de la Sagrada Imagen.

El obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, presidió este emotivo momento acompañado por el obispo de Concepción -Tucumán-, Mons. José Antonio Díaz, y el obispo de Cafayate, Mons. Darío Quintana, junto con sacerdotes del clero catamarqueño y otros peregrinos.

Una gran cantidad de fieles y devotos desbordó el templo para participar de esta tradicional ceremonia. Con unción rezaron los misterios del Santo Rosario y luego acompañaron a la Madre, llevada en brazos por Mons. Quintana, hasta la urna ubicada en el Paseo de la Fe.

En un clima festivo y de mucha emoción emprendió su regreso en caravana hasta su primera casa: la Gruta de Choya, hoy totalmente remozada, como ofrenda por los 400 años de su presencia en este rincón del Noroeste Argentino.

A lo largo del recorrido de unos siete kilómetros, la Imagen cuatro veces centenaria fue saludada mientras avanzaba hasta el lugar del hallazgo, donde la esperaba una gran cantidad de devotos y peregrinos.

Allí, en medio del paisaje montañoso donde Ella quiso quedarse, se celebró la Santa Misa de reapertura de este espacio de oración y encuentro, que fue presidida por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por Mons. José Antonio Díaz y Mons. Darío Quintana, obispos de Concepción y de Cafayate, respectivamente, junto con sacerdotes del clero catamarqueño, entre ellos el vicario general, P. Julio Murúa; el rector de la Catedral Basílica y Santuario mariano, P. Gustavo Flores; el responsable de la Animación Pastoral de la Gruta, P. Santiago Granillo, y otros presbíteros visitantes, que llegaron a honrar a la Patrona del Noroeste Argentino. En esta Eucaristía rindieron su homenaje los medios de comunicación social.

Participaron de la celebración litúrgica el gobernador, Lic. Raúl Jalil; el vicegobernador, Ing. Rubén Dusso; el intendente de Capital, Dr. Gustavo Saadi, entre otras autoridades.

En su homilía, Mons. Urbanč destacó que “es la primera vez que iniciamos el septenario, con el que conmemoramos la coronación pontificia de la sagrada imagen, en este solar donde se comenzó a manifestar con gracias especiales la Madre de Dios a sus hijos en este Valle. Y para todos resulta ser muy novedoso e impactante pues ha cambiado sustancialmente todo lo que rodea la oquedad que cobija la imagen cuatro veces centenaria de nuestra querida Morena del Valle”.

Acerca del flamante Paseo Cultural y Religioso Virgen de Valle, dijo que “hoy elevamos agradecidos a la Providencia Divina que los trabajos de remodelación, pero sobre todo de profundas mejoras, han llegado a término, posibilitándonos volver a este entrañable paraje para honrar a nuestra Madre y confiarle todos los secretos y deseos de nuestros corazones. Todo se ha realizado para que sea un ámbito de oración, encuentro, meditación, penitencia, santificación, celebración, silencio y Gracia. ¡Cuidémoslo entre todos para que así sea por siempre!”.

Más adelante afirmó que “éste es y será un lugar apropiado para los rezos, los agradecimientos y las súplicas a Dios nuestro Señor por medio de la intercesión de la Virgen del Valle, en el contacto con la naturaleza y el silencio que lo circunda”.

Hacia el final, invitó a que “roguemos a la Virgen Santa que nos ayude a perseverar y crecer en nuestros compromisos bautismales y en el ardor misionero, llevando a todos los ambientes la luz del evangelio, con un verdadero estilo sinodal de ser la Iglesia de Jesús Resucitado”.

Dirigiéndose a la Madre del Valle, expresó: “Aquí nos tienes, donde Tú te comenzaste a manifestar a tus hijos y que después de tanto tiempo vuelves en tu sagrada imagen. Consigue de parte de tu Hijo amado que, de ahora en más, lluevan gracias y bendiciones sobre los que vengan a este rinconcito de cielo en la tierra, a suplicar misericordia, conversión, salud física y espiritual, trabajo, unión, justicia y paz”.

Al finalizar la celebración eucarística, en la fría noche otoñal, entre vivas y profundos gestos de devoción, la Madre Morena regresó a la Catedral Basílica y Santuario mariano, desde donde presidirá el Septenario memorando los 132 años de su declaración como Reina y Señora de este Valle.

 

TEXTO COMPLETO DE LA HOMILÍA

Queridos devotos y peregrinos:

Bienvenidos a esta celebración y muchas gracias por participar. Ésta es la primera vez que iniciamos el septenario, con el que conmemoramos la coronación pontificia de la sagrada imagen, en este solar donde se comenzó a manifestar con gracias especiales la Madre de Dios a sus hijos en este Valle. Y para todos resulta ser muy novedoso e impactante pues ha cambiado sustancialmente todo lo que rodea la oquedad que cobija la imagen cuatro veces centenaria de nuestra querida Morena del Valle.

La temática propuesta para este día nos propone vivir nuestra vocación bautismal en una Iglesia sinodal. Y honran con su presencia hermanos y hermanas que trabajan en los medios de comunicación social.

Hoy, por tanto, elevamos agradecidos a la Providencia Divina que los trabajos de remodelación, pero sobre todo de profundas mejoras, han llegado a término, posibilitándonos volver a este entrañable paraje para honrar a nuestra Madre y confiarle todos los secretos y deseos de nuestros corazones. Todo se ha realizado para que sea un ámbito de oración, encuentro, meditación, penitencia, santificación, celebración, silencio y Gracia. ¡Cuidémoslo entre todos para que así sea por siempre!

Aquí, con el servicio de sacerdotes, religiosos/as y laicos se acogerá a devotos y peregrinos para facilitarles el encuentro con la Virgen del Valle y con Jesucristo Resucitado, Salvador del Mundo. Ellos cuidarán este lugar y animarán espiritualmente para que todos podamos respirar aires de fe, esperanza y caridad, como acabamos de escuchar en las lecturas bíblicas, que eleven nuestros corazones hacia los bienes del cielo y con ellos impregnemos y transformemos nuestras realidades terrenas con los valores del evangelio, tan urgente en los tiempos que vivimos.

Amerita que profundicemos en la primera lectura de los Hechos de los Apóstoles, 2,42-47, que tipifica los constitutivos esenciales de la vida de la comunidad: la enseñanza de los Apóstoles (τῇ διδαχῇ τῶν ἀποστόλων), la vida en común (τῇ κοινωνίᾳ), la fracción del pan (τῇ κλάσει τοῦ ἄρτου) y las oraciones (ταῖς προσευχαῖς).

La enseñanza de los Apóstoles es muy importante, pues hace referencia al origen mismo de la vida cristiana que, como la del antiguo Israel, comienza por la escucha (shema´) de la Palabra que viene de Dios, pero que ahora es mediada por los apóstoles, los cuales, siguiendo el mandato pascual de Jesús Resucitado, deben anunciar la Buena Noticia de la Salvación a todo el mundo. Esta tarea se deberá hacer aquí con particular dedicación, perseverancia, lucidez y generosidad.

En cuanto a la vida en común se trata de expresar la fraternidad y la concordia que es preciso alcanzar en la vida de la comunidad por medio de la comunión concreta de bienes que brota y expresa la vivencia real de la fe recibida en el Bautismo.

La fracción del pan era uno de los nombres que recibía la celebración eucarística en algunas comunidades primitivas. De hecho, la misma expresión "fracción del pan" se utiliza con este sentido eucarístico en la narración de los discípulos de Emaús: "Ellos, por su parte, contaron lo que había pasado en el camino y cómo le habían conocido en la fracción del pan" (Lc 24,35). Participemos frecuentemente de la Santa Misa.

En cuanto a las oraciones o alabanzas a Dios, no les quepa la menor duda, que éste es y será un lugar apropiado para los rezos, los agradecimientos y las súplicas a Dios nuestro Señor por medio de la intercesión de la Virgen del Valle, en el contacto con la naturaleza y el silencio que lo circunda.

Estas 4 características esenciales de la vida de la Iglesia plantean un ideal para la comunidad que cree en la Resurrección, cuyo distintivo máximo deben ser la caridad, el ocuparse de los más frágiles y la unidad, siendo conscientes que, por la debilidad humana, siempre estará el peligro de perder el fervor de hacerlo.

Por tanto, hermanos, roguemos a la Virgen Santa que nos ayude a perseverar y crecer en nuestros compromisos bautismales y en el ardor misionero, llevando a todos los ambientes la luz del evangelio, con un verdadero estilo sinodal de ser la Iglesia de Jesús Resucitado.

Querida Madre del Valle, aquí nos tienes, donde Tú te comenzaste a manifestar a tus hijos y que después de tanto tiempo vuelves en tu sagrada imagen. Consigue de parte de tu Hijo amado que, de ahora en más, lluevan gracias y bendiciones sobre los que vengan a este rinconcito de cielo en la tierra, a suplicar misericordia, conversión, salud física y espiritual, trabajo, unión, justicia y paz. Amén.

¡Viva la Virgen del Valle!

¡Vivan sus devotos y peregrinos!

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