La comunidad parroquial de Nuestra Señora de Belén participó con devoción de las celebraciones del Triduo Pascual, presididas por el vicario parroquial, padre Martín Brizuela.
El Jueves Santo, se celebró
Misa de la Última Cena del Señor, con el rito del lavatorio de los pies, tal
como lo hizo Jesús ese día con los apóstoles. En esta jornada se instituyó la
Eucaristía y el Sacerdocio ministerial. También los fieles participaron con
unción de la adoración al Santísimo Sacramento en el Monumento.
El Viernes Santo, se realizó
en el templo la Celebración de la Pasión con la Adoración de la Cruz, en horas
de la tarde. Por la noche se rezó el Vía Crucis por las calles de la ciudad de Belén,
cuyas estaciones fueron interpretadas por los chicos de la Catequesis
pertenecientes a las distintas comunidades de la jurisdicción parroquial. El
Camino de Cruz culminó en el Santuario ante las imágenes del Cristo
Crucificado, la Virgen Dolorosa y el apóstol San Juan.
El Sábado Santo en horas de
la noche se vivió con mucha alegría y espíritu renovado la Vigilia Pascual, con
la bendición del fuego y el agua, en la noche más santa del año.
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca