Durante la mañana de este martes 16 de septiembre, 19 seminaristas -tres de la Diócesis de San Rafael y dieciséis de la Arquidiócesis de Mendoza-, junto con los sacerdotes Juan Pablo Dreidemie (rector), Marcelo Regal (formador) y Santiago Nahman (director espiritual) del Seminario Nuestra Señora del Rosario de Mendoza, visitaron el Santuario Catedral y el Santuario de la Gruta de la Virgen del Valle, en su paso por Catamarca, luego de haber participado de la Fiesta del Señor y la Virgen del Milagro en Salta.
La delegación fue recibida a primeras
horas del día por el padre Diego Manzaraz, responsable de la Pastoral Vocacional
en la Diócesis de Catamarca, quien ofició de anfitrión con la colaboración de fieles
que habitualmente participan de la Santa Misa de las 7.00, en el Camarín.
Juntos participaron de la celebración
eucarística, presidida por el padre Dreidemie, quien manifestó “la alegría de
encontrarnos con ustedes” en “una parada que hicimos para visitar a la Virgen
del Valle, de regreso a Mendoza, luego de haber compartido la fe con tanta gente
en Salta”.
En su homilía, el padre
Manzaraz destacó: “Hoy tenemos la gracia de que compartan con nosotros esta
celebración en el Camarín de la Virgen del Valle, seminaristas y sacerdotes de
Mendoza”.
Seguidamente, comentó a los
visitantes que la imagen de la Virgen que está en el Camarín es “la que fue
encontrada hace más de 400 años en la Gruta de Choya, y que acompaña este valle
desde su origen, de hecho, la llamamos Madre Fundadora porque está desde antes
de la fundación de la ciudad”. Y explicó que “los habitantes que vivían en el
Valle Viejo, que está pasando el río, no querían venir a poblar estos solares,
entonces, trajeron la imagen de la Virgen en procesión y empezó la ocupación de
los solares que estaban dispuestos desde años atrás para poblar la ciudad, que ya
había sido fundada 13 años antes. Está desde el origen de la ciudad y acompaña la
vida de los catamarqueños y la vida de los que llegan aquí. Generaciones y
generaciones han orado frente a esta Imagen, que evoca la maternal presencia de
la Virgen María”.
Lugar
de encuentro cercano de la Madre con sus hijos
También señaló que “este lugar
donde estamos ahora, que llamamos Camarín, ha sido construido tiempo después
del templo mayor, y es un lugar de acogida, de intimidad y de encuentro cercano
de la Madre con sus hijos. Todo catamarqueño, todo peregrino que viene, ora
aquí delante de la Imagen; aquí llora, le pide consuelo, ayuda, aquí experimenta
la maternal presencia de la Virgen. Y en el huequito de sus manos entreabiertas
pone sus penas, sus dolores, sus tristezas, sus sueños, sus alegrías, a sus
seres queridos”.
Finalmente, los invitó a que “en
esta mañana, luego de la hermosa experiencia que han tenido de encuentro con el
Señor y con la Virgen en Salta, también pongan a sus familiares y amigos, a sus
seres queridos, su vocación, su vida, en el huequito de las manos entreabiertas
de la Madre de Valle. Que Ella, la primera catamarqueña, los reciba con gran
alegría, regocijo, con el corazón grande como toda madre recibe a sus hijos”.
Antes de la bendición final, el
padre Dreidemie dijo que “nos hicieron sentir como en casa, porque compartimos
la misma fe, que es un regalo inmenso que Dios nos da”.
Por su parte, el padre
Manzaraz bendijo estampas de la Virgen del Valle y del Beato Mamerto Esquiú,
que luego fueron entregadas a los miembros de la delegación.
En el momento de la
consagración a Nuestra Madre del Valle, se rogó por las vocaciones sacerdotales,
religiosas y misioneras, por los sacerdotes y seminaristas.
Mientras se entonaban
canciones de alabanza a la Reina y Señora de nuestros corazones, los presentes la
saludaron con profunda devoción.
Recorrido
por el Santuario
Concluida la celebración eucarística,
se realizó un recorrido, a cargo del guía y servidor del Santuario Catedral
David Velazco, que arrancó en el Camarín, continuando por el interior del
templo, el Coro donde se dieron detalles del órgano de tubos, siguiendo por el
campanario y el patio del Santuario.
Como cierre de su paso por el
principal Santuario de la diócesis catamarqueña ubicado en el casco céntrico de
la ciudad capital, compartieron un desayuno fraterno.
Posteriormente, se trasladaron
hasta el Santuario de la Gruta, lugar donde fue encontrada la bendita Imagen de
la Virgen del Valle, distante a unos 7 kilómetros, aproximadamente, en el norte
capitalino.
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat
