El viernes 12 de febrero culminó su visita a los departamentos Santa María y Antofagasta de la Sierra, la Imagen auténtica de la Virgen del Valle, que vienen recorriendo distintas parroquias del interior de la Diócesis, como parte de las celebraciones con ocasión del Centenario de la Diócesis y del Bicentenario de la Patria. Es importante destacar que las parroquias de San José y Nuestra Señora de la Candelaria (Santa María) y de la Virgen de Loreto (Antofagasta de la Sierra) pertenecen a la hermana Prelatura de Cafayate, cuyo gobierno eclesiástico está a cargo del Obispo Prelado Mariano Moreno, de la Orden de los Agustinos; es decir que la Virgencita del Valle unió bajó su manto dos jurisdicciones eclesiásticas diferentes, por compuestas por hermanos catamarqueños.
Desde Santa María a AntofagastaLuego de la Serenata a la Virgen, ofrecida el jueves por la noche, con números artísticos preparados por la gente de Santa María, tierra de poetas y cantores, y la presencia de Los Cantores del Alba, que llegaron desde Salta para homenajearla; cuando aún febo no asomaba, la Sagrada Visitante emprendió su marcha hacia Antofagasta de la Sierra. Una vez más, una enorme caravana la escoltó; apenas salió del templo, donde recibió la veneración de miles de devotos, que llegaron de los lugares más distantes del departamento; hasta el aeropuerto Campo de El Arenal, desde donde emprendió el vuelo hasta Antofagasta. A la comitiva diocesana de Catamarca, integrada por el Obispo, Mons. Luis Urbanc; el Vicario General, Pbro. Julio Quiroga del Pino; el párroco de Fray Mamerto Esquiú, Pbro. Héctor Salas; y los jóvenes Eugenio Pachado y José Aguirre, quienes el próximo mes serán ordenados Diáconos; se sumó la local, compuesta por el Obispo de la Prelatura de Cafayate, Mons. Mariano Moreno; los párrocos de la Virgen de la Candelaria y de San José, Pbros. Adelino Martín Bravo y Miguel Fuenzalida, respectivamente; el Pbro. Antonio Gallubo; a quienes se sumó el intendente de Santa María, Jorge Andersch, y su esposa, quienes acompañaron a la Sagrada Imagen hasta la ciudad capital, en un gesto de retribución por su visita al Valle del Yokavil.
Llegada a Antofagasta
Proveniente del aeropuerto Campo de El Arenal, la Imagen y su comitiva descendió en el pista de aterrizaje de Antofagasta de la Sierra, donde la esperaba una gran cantidad de pobladores de la zona, junto con las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima, religiosas que atienden espiritualmente a la gente del lugar; autoridades civiles, de la Policía Provincial y Gendarmería Nacional; delegaciones escolares y de otras instituciones del pueblo.
Desde allí se emprendió la marcha hacia la villa, engalanada para recibir a la Reina que los volvió a visitar luego de 21 años. El pueblo fue adornado totalmente y los carteles se repetían con frases de amor y agradecimiento por este encuentro con la “Madrecita”, como la gente de tierra adentro la llama.
Colocada en un altar situado afuera del pequeño templo parroquial, los pobladores tomaron gracia y aprovecharon esta oportunidad especial para recibir el Sacramento de la Reconciliación, administrado por los Obispos y los sacerdotes, quienes se ubicaron en distintos sectores para confesar a los fieles.
Acto protocolar
Antes de la celebración de la Eucaristía, se realizó el acto protocolar, que se inició con la entonación de las estrofas del Himno Nacional Argentino; palabras de bienvenida a cargo de autoridades y representantes de las distintas instituciones del medio.
Durante la Santa Misa, ambos Obispos compartieron la homilía, para expresar “el gozo y la alegría por la presencia de la Virgen del Valle, tan querida y venerada… para interpretar la vida de acuerdo a lo que Ella nos pide”. “No nos quedemos sólo con el sentimiento, demostrémosle nuestro amor al prójimo”, expresó Mons. Moreno; en tanto que Mons. Urbanc agradeció la presencia de fieles de Antofalla, El Peñón, Antofagasta, La Redonda, a quienes les dijo que “tienen que sentirse dichosos de que la Virgen del Valle cuatro veces centenaria está hoy con ustedes. Es la segunda vez que los visita y esto es una gracia muy especial”. También comentó que “me impactó ver a varios de ustedes que estaban arrodillados esperando a la Madre de Dios”; haciendo hincapié en la necesidad de contar con vocaciones sacerdotales y religiosas de esa comunidad, que lleven a Dios a los hermanos.
Finalizada la Santa Misa, se concretó la procesión alrededor de la plaza del pueblo, encabezada por un Misachico, seguida por los peregrinos y los jinetes, quienes a su finalización le rindieron su homenaje. También lo hicieron las copleras, entre ellas la niña Elsa Gómez.
Rostros curtidos con miradas implorantes y agradecidas; brazos extendidos para llegar hasta Ella; flores colocadas a sus pies, fueron algunos de los gestos que se multiplicaron ante la presencia de Nuestra Madre del Valle.
La despedida fue emotiva y ninguno se quedó en sus casas, todos salieron en cualquier medio para acompañar a su Madre del Valle hasta la pista desde donde partió nuevamente a la Catedral Basílica, en la ciudad capital.
La lejana Antofagasta, perdida en el inmenso, bello e imponente paisaje compuesto por montañas, volcanes y jasis, característicos de la región Oeste catamarqueño, vivió una jornada extraordinaria, porque recibió las bendiciones de Dios a través de su Madre, en la advocación de la Pura y Limpia Concepción del Valle.
Bendición de los angares
Ya en el aeropuerto Felipe Varela, Mons. Luis Urbanc bendijo los angares, en retribución al servicio ofrecido por la dirección de Aeronáutica de la provincia, a través de su personal, especialmente los pilotos Juan Guillermo Dré y Carlos Alvarez, quienes tuvieron el privilegio de trasladar a la Sagrada Imagen durante esta segunda etapa del recorrido por tierras tan distantes como Antofagasta de la Sierra y Santa María, cuyos pobladores vivieron un hecho histórico para su comunidad y sagrado para sus vidas.