Durante una ceremonia concretada en la noche del domingo 23 de febrero, el obispo diocesano Mons. Luis Urbanč puso en funciones al nuevo rector de la Catedral Basílica y Santuario de la Virgen del Valle. Se trata del padre Ramón Cabrera, quien venía ejerciendo el oficio de párroco de la Parroquia y Santuario de Nuestra Señora de Belén.
En un templo colmado de fieles
provenientes de varias comunidades parroquiales, miembros de los distintos
grupos que sirven en el Santuario, la Santa Misa fue presidida por Mons. Luis
Urbanč y concelebrada por numerosos sacerdotes de la diócesis, entre ellos el
rector saliente del Santuario Catedral, P. Gustavo Flores; el rector del
Santuario de la Gruta de la Virgen del Valle, P. Santiago Granillo; el
canciller y secretario general de la Curia, P. Diego Manzaraz; los capellanes
del Santuario Catedral, P. Luis Páez y P. Ramón Carabajal; los párrocos de San
Antonio de Padua y de San Roque de La Chacarita, P. Ángel Nieva y Carlos
Figueroa Arteaga, respectivamente; el vicario parroquial de Belén, P. Leandro
Roldán; y el P. Roberto Ochoa, sacerdote de Santa María, Prelatura de Cafayate,
quien se incorporó al servicio pastoral en la comunidad de Belén.
Al inicio de la celebración
eucarística, el P. Diego Manzaraz dio lectura al decreto de designación del
nuevo rector del Santuario y Catedral Basílica.
Seguidamente, el Obispo
bendijo el agua con la cual el P. Cabrera roció a todos los presentes, y después
le hizo entrega del Evangeliario para que proclame la Palabra de Dios.
En su homilía, Mons. Urbanč, primeramente,
agradeció al P. Gustavo Flores “por todo el trabajo que has hecho en estos
años. Habrá sido también para vos una gracia estar al lado de la Virgen,
sirviéndola, y sirviendo al pueblo de Dios desde este cariño que tenemos todos a
la Santísima Virgen, tantas fiestas que has tenido que preparar, son tres al
año, y todas las otras ceremonias. Que te lleves en el corazón esta bendición
que Dios te ha dado de poder prestar este servicio acá, en la Catedral,
colaborando estrechamente con el Obispo y cuidando este hermoso Santuario que
cobija desde hace más de 400 años esta imagen de la Santísima Virgen del Valle.
Muchas gracias, padre Gustavo”.
También le agradeció al P.
Juan Cabrera por “haber aceptado este pedido de ser un estrecho colaborador del
Obispo en esta sede catedralicia”, agregando que “al ponerlo al frente del
Santuario en este día domingo, las lecturas son un plan de vida para este
servicio que va a prestar acá. La primera lectura de Samuel y después el
Evangelio tienen algo en común, es algo revolucionario, que es amar al
enemigo”, como lo hizo David y como lo pide Jesús. “Eso escandaliza al ser
humano de hoy”, dijo, afirmando que “nosotros tenemos que instalar la
revolución del amor en el mundo que nos toca vivir. Y eso es lo que te pido que
prediques todos los días en este Santuario, el mensaje de Jesús que nos dice
que tenemos que ser misericordiosos para obtener misericordia, que tenemos que
perdonar, que no tenemos que juzgar a otros, ni tener prejuicios. Es Jesús
quien nos está diciendo que tenemos que amar siempre, porque eso es lo que
aporta algo novedoso a este mundo en el que estamos acostumbrados a la
venganza, la crítica, la envidia, al odio, el rencor”.
Más adelante resaltó que “estamos
en el Año Jubilar en el que ponemos en el centro el Sacramento de la Reconciliación,
para acercarnos a Cristo pidiendo perdón por nuestros pecados, y los sacerdotes
debemos estar disponibles para reconciliarlos con Dios, para recibir y celebrar
ese perdón divino que tanto necesitamos”.
“Es
un desafío y una gracia, es un don y una tarea”
Hacia el final exhortó a “pedir
a la Santísima Virgen María que proteja al padre Juan Ramón”, destacando que “en
Catamarca los sacerdotes viven esta mística de la espiritualidad de la Virgen
del Valle, y él, después de muchos años de sacerdocio, tiene la posibilidad de
prestar este servicio en este Santuario. Es un desafío y una gracia, es un don
y una tarea. Así que confío en vos, que tengamos esa cercanía, que cuides esta
cátedra. Recen por él para que pueda llevar adelante esta tarea. Que el
Espíritu Santo te ilumine, para que puedas armonizar la vida del Santuario,
porque él es la fuente de la armonía”.
Asimismo, destacó que “acá
tenemos esta espiritualidad mariana que trasciende la diócesis y se extiende a
todo el país, entonces es bueno promover las peregrinaciones, y vivir en
sintonía con el otro Santuario de la Gruta, con el padre Santiago Granillo y
tantas personas que colaboran ahí como voluntarios”.
“Recemos por el padre Juan
Ramón, para que pueda, con mucho tino, con mucha sabiduría y prudencia,
conducir este hermoso Santuario, y pueda animar a todos aquellos que vienen a
encontrarse con María, y por medio de María, con Jesús”, rogó.
Profesión
de fe y juramento de fidelidad
Continuando con la ceremonia litúrgica,
el P. Cabrera realizó la profesión de fe y el juramento de fidelidad delante el
Obispo.
En el momento de las ofrendas,
recibió los Óleos Sagrados con los que bautizará y confirmará, el Cáliz, la
Patena y las vinajeras, con los que celebrará la Sagrada Eucaristía; y al
concluir la Comunión, fue depositada en sus manos la llave del Sagrario donde se
reserva el Santísimo Sacramento.
Palabras
de bienvenida
Antes se bendición final, la
Sra. Alba Martínez, en nombre de la Pastoral del Santuario Catedral, pronunció las
palabras de bienvenida al padre Juan Ramón, indicando que “será un honor para
nosotros ser parte de esta nueva etapa, y acompañarlo desde el lugar donde
podamos ser útil para sus proyectos, y lo que se disponga para organizar la
tarea para Nuestra Madre del Valle y sus fieles devotos y peregrinos”.
“Siéntase, acogido y
acompañado por todos nosotros, y lleve siempre en su corazón la dicha de ser
desde hoy el custodio y protector de lo más sagrado que tenemos los
catamarqueños: la imagen de la Virgen del Valle. Que Jesús, el Buen Pastor, Nuestra
Madre del Valle y el Beato Mamerto Esquiú lo iluminen y guíen, para que esta
misión en el Santuario sea generosa y fructífera”, manifestó.
Del
flamante Rector
Por su parte, el P. Juan Ramón
Cabrera agradeció las palabras de bienvenida y destacó que “desde los 12 años,
cuando era seminarista, sé que éste es el lugar más importante que tiene la
diócesis”, recordando a la vez que “hasta el Himno del Seminario, cantándole a
la Virgen, dice que el Seminario sólo existe para Ella, nosotros existimos para
Ella, y con Ella a Cristo”.
También señaló: “Estoy muy
agradecido de que Dios y mi Obispo se hayan fijado en mí, a pesar de mis
debilidades y fragilidades humanas, para cumplir este servicio”.
Asimismo, hizo memoria de Mons.
Elmer Miani, “quien me ordenó cura”, y de Mons. Pedro Alfonso Torres Farías, “quien
me recibió para que pueda ser candidato al Seminario y después a las Órdenes Sagradas”.
Además, agradeció “la
presencia de los laicos que junto al padre Gustavo fuimos cosechando en las distintas
parroquias por donde hemos pasado”. Hizo lo propio con el padre Leandro Roldán,
quien lo acompañó en Belén, y el padre Roberto Ochoa, quien se incorporó a la
tarea pastoral en esa comunidad del Oeste catamarqueño. Y también expresó su gratitud
a su mamá y al resto de la familia.
Finalizada la Eucaristía, se compartió
un brindis fraterno en el salón Vicario Segura, para agradecerle al padre Gustavo
Flores por su acompañamiento y su servicio pastoral durante estos últimos años al
frente del Santuario Catedral, y al padre Juan Ramón Cabrera por este desafío
que comienza junto a Nuestra Madre del Valle.
Fotos y videos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat
