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09 enero 2012

Una multitud veneró a la Virgen de Belén

Una multitud de fieles colmó la avenida Virgen de Belén, durante la celebración de la Eucaristía a las 19.00 horas, y luego la plaza Olmos de Aguilera, frente al Santuario, para celebrar a la Patrona de Belén, y al Vice Patrono, el Señor del Milagro.

Después de una persistente lluvia, que inició cerca de las 17.30 hasta las 18.30, aproximadamente, se trasladaron las Imágenes desde el Santuario hasta el lugar de la celebración eucarística que por este motivo comenzó a las 19.45.

En su homilía, el Delegado Episcopal para la Pastoral Familiar, Pbro. Eduardo López Márquez, mencionó los acontecimientos que marcan el accionar evangelizador de la Iglesia, como el Año de la Fe, convocado por el Papa Benedicto XVI, la Misión Permanente en el Continente y el Año de la Familia. Sobre este último en particular indicó que “la familia, fundada sobre el amor de un varón y una mujer, no es un invento sociológico, ni legislativo, ni político, ni cultural. Precede a cualquier sociedad. Es creada por Dios. Fue la única institución que no fue abolida por el pecado del hombre. Por eso, el Hijo de Dios se hace Hijo del hombre en una familia humana. Esto implica tener muy claro que la familia no se construye sobre cualquier vínculo ni por mayoría de votos. Ningún poder legislativo puede pretender fundar una familia sobre cualquier relación, porque no es invento de ellos sino de Dios. La familia, es anterior a cualquier legislación y a cualquier sociedad. De allí que sea Patrimonio de la humanidad y no de determinada sociedad”.

 
Mirar a la Familia de Nazareth
Asimismo, dijo que “cada familia, está llamada a mirar el modelo de la Familia de Jesús, para aprender a asumir la misión para la cual hemos sido engendrados y bautizados como hijos de Dios, en la Iglesia”.

Luego expresó: “queremos aprender que en la familia, como nos dice el Obispo en su Carta con motivo del Año de la Familia (n 9), “una carencia afectiva y educativa … no puede suplirse con dinero”; que “una sociedad que vive para el dinero, el confort, lo superfluo, el placer sensible y la explotación … deforma a la juventud”, por tanto, que “cuando todos, adultos y jóvenes, nos pongamos a sanear el hogar, la escuela, el trabajo, la recreación, los medios colectivos de comunicación, las leyes, la política, los diversos estamentos de la sociedad; cuando todos, jóvenes y adultos nos decidamos a renovar nuestra conciencia extirpando de nosotros el egoísmo, la injusticia, el odio, la soberbia, los instintos primarios y bestiales, sólo entonces el mundo se podrá encaminar hacia el único progreso que alienta y fortifica a todos: el progreso moral del hombre”.
Presencia de los misachicos
Los “misachicos” venidos desde todos los pueblos de la parroquia anfitriona y de parroquias vecinas, como así también de otras diócesis, sacerdotes y seminaristas, autoridades civiles y policiales, educativas y de otras instituciones se reunieron para la Santa Misa, presidida por el Vicario General, Pbro. Julio Quiroga del Pino.

A lo largo de la procesión, estampas vivientes del pesebre y de la Virgen, fuegos artificiales y vivas fueron acompañando el trayecto hasta el Santuario, mientras se rezaba el Santo Rosario y se escuchaba la música de los “misachicos”.

La continua referencia y oración por las familias en el Año Diocesano de la Familia caracterizó las reflexiones durante el trayecto.

Llegados al Santuario, con el sonido de las campanas, los fuegos artificiales y los aplausos de los fieles, ingresaron las Imágenes al atrio donde se proyectó en una pantalla gigante distintos episodios de la vida de la comunidad referidos a la acción de la Virgen.

Seguidamente se descubrió la Imagen de la Virgen de Belén que sirvió de maqueta para la construcción de la misma en el cerro, la que quedó en el predio del Santuario siendo bendecida por el cura párroco, Pbro. Pablo Batallán, junto con los materiales del Año de la Familia, que se entregó a cada comunidad para continuar la Misión Diocesana Permanente en este año.

Con la bendición al pueblo congregado, el canto del Himno Nacional Argentino y el arriamiento de la Enseña Nacional, se dio por culminada la fiesta, que se prolongó hasta más de la medianoche con los peregrinos desfilando por el Camarín de la Virgen para saludarla y “tomar gracia”.

Es necesario destacar la colaboración de muchos laicos, entre ellos, a los adolescentes y jóvenes de la parroquia, que estuvieron trabajando desde el 20 de diciembre, día en que se celebraron los 330 años de Belén.