Camino a la Beatificación

siguenos en facebook Canal de youtube siguenos en facebook

15 mayo 2021

55° Jornada Mundial de la Comunicaciones Sociales

Comunicar encontrando a las personas donde están y como son”

 

“La prensa es para un pueblo, lo que su literatura, la expresión de su vida”, decía fray Mamerto Esquiú, modelo de periodista comprometido con la verdad.

 

El domingo 16 de mayo, Solemnidad de la Ascensión del Señor, la Iglesia celebra la 55° Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, y en torno a ello, el Papa Francisco nos regala su mensaje bajo el título: «Ven y lo verás» (Jn 1,46). Comunicar encontrando a las personas donde están y como son.

Dicho mensaje se basa en la importancia de ser generadores de información, que se comprometen con su búsqueda saliendo al encuentro de cada persona, de cada situación. Por eso dirá el Santo Padre: “Desgastar la suela de los zapatos”.  

“Opiniones atentas -dice el Santo Padre- se lamentan desde hace tiempo del riesgo de un aplanamiento en los ‘periódicos fotocopia’ o en los noticieros de radio y televisión y páginas web que


son sustancialmente iguales, donde el género de la investigación y del reportaje pierden espacio y calidad en beneficio de una información preconfeccionada, “de palacio”, autorreferencial…”.

“La crisis del sector editorial puede llevar a una información construida en las redacciones, frente al ordenador, en los terminales de las agencias, en las redes sociales, sin salir nunca a la calle, sin ‘desgastar las suelas de los zapatos’, sin encontrar a las personas para buscar historias o verificar de visu ciertas situaciones”, expresa.

Y continúa: “Si no nos abrimos al encuentro, permaneceremos como espectadores externos, a pesar de las innovaciones tecnológicas que tienen la capacidad de ponernos frente a una realidad aumentada en la que nos parece estar inmersos la prensa es para un pueblo, lo que su literatura, la expresión de su vida”.

En otra parte de su mensaje, Francisco afirma que “también el periodismo, como relato de la realidad, requiere la capacidad de ir allá donde nadie va: un movimiento y un deseo de ver. Una curiosidad, una apertura, una pasión. Gracias a la valentía y al compromiso de tantos profesionales -periodistas, camarógrafos, montadores, directores que a menudo trabajan corriendo grandes riesgos- hoy conocemos, por ejemplo, las difíciles condiciones de las minorías perseguidas en varias partes del mundo; los innumerables abusos e injusticias contra los pobres y contra la creación que se han denunciado; las muchas guerras olvidadas que se han contado. Sería una pérdida no sólo para la información, sino para toda la sociedad y para la democracia si estas voces desaparecieran: un empobrecimiento para nuestra humanidad”.

 

Esquiú, un modelo de comunicador

En Catamarca, nuestro querido fraile Mamerto Esquiú se nos ofrece como un modelo de periodista comprometido con la búsqueda de la verdad. “No conoceré mas ley ni rey que la verdad”, indicaba. Y consideraba que “la prensa es para un pueblo, lo que su literatura, la expresión de su vida”.

En su obra “Fray Mamerto Esquiú, Perenne”, el profesor Mario Daniel Vera destaca que “los seudónimos que Fray Mamerto Esquiú utilizaba eran El Revisor, El humilde pedisequo, El caballero andante y El caballero de la triste figura; los tres últimos hacen referencia al inmortal libro de Miguel de Cervantes Saavedra, que desde que se publicó en Madrid en 1.605 se convirtió en una obra cumbre de la literatura universal. En uno de sus primeros artículos el Padre Esquiú escribió: ‘Noble e inmortal Quijote: … tenga yo tu valor, tu honradez, el casto amor a la verdad y ese corazón intrépido que jamás tembló ante gigantes ni gente endiablada, y deja que comparta contigo la cosecha de ingratitudes y desprecios, que no concluyeron con tu preciosa vida’”.

Desde la Pastoral Diocesana de Comunicación Social de Catamarca, queremos llegar con nuestro saludo a todos los comunicadores sociales y alentarlos a  trabajar por la construcción de un periodismo desde el compromiso con la verdad, la justicia y el bien común de la sociedad.