En San Nicolás (Salar de Pipanaco), Mons. Urbanc con niños que recibieron su Primera Comunión. |
El sábado 7 de septiembre
culminó la visita pastoral del Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc, a la
parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, con jurisdicción en Pomán, iniciada
el miércoles 28 de agosto. Durante 11 días de intensa labor, el pastor
diocesano recorrió alrededor de 15 comunidades distribuidas en la extensa
geografía de ese departamento del Oeste catamarqueño, que incluyó los numerosos
puestos ubicados en el Salar de Pipanaco.
Las actividades del último
día se concentraron en la Villa de Pomán y comenzaron a la mañana con la
caminata hasta el barrio Virgen de Fátima, donde hubo una invocación religiosa
y luego se realizó la procesión hasta la plaza principal del pueblo. Allí
esperaban al Obispo las agrupaciones gauchas de San Sebastián, San Roque
y
Virgen del Valle. Al estilo misachico ingresaron al templo, donde se celebró la
Misa de despedida, presidida por Mons. Luis Urbanc, y concelebrada por los
Pbros. Guillermo Chanquía y Lucas Segura, Párroco y Vicario Parroquial,
respectivamente.
Consagración del altar en el templo de San Miguel. |
Durante la celebración
eucarística, Mons. Urbanc hizo hincapié en los frutos de la visita pastoral e
instó a todos a continuar trabajando con ardor misionero en las distintas comunidades
que componen la parroquia, para llevar a Jesús a cada uno de los hermanos de
esta zona.
Finalizada la ceremonia
religiosa, en el atrio del templo de San Sebastián, se llevó a cabo el acto de
despedida del pueblo, que incluyó expresiones artísticas y las palabras a cargo
del Ministro de Desarrollo Social de la provincia, Prof. Francisco Gordillo,
quien se sumó a este feliz acontecimiento para Pomán.
Con pobladores del San José. |
Durante los días que
permaneció en la jurisdicción de la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria,
con sede en Saujil, el Obispo llevó alivio a los enfermos y ancianos, administró
los Sacramentos, visitó escuelas, centros de salud, instituciones civiles,
clubes, centros de jubilados, comisarías, y escuchó a quienes se acercaron a
plantear inquietudes personales y comunitarias. También compartió momentos
intensos de oración y agasajos, que sirvieron para confraternizar. Llegó a
lugares de casi 2.000 metros sobre el nivel del mar; en San Miguel consagró el altar del templo de esa localidad,
y en Siján presidió las fiestas patronales en honor a
Santa Rosa de Lima.
Celebración eucarística en Colpes. |
El párroco Guillermo
Chanquía destacó que la presencia del Señor Obispo en la jurisdicción
parroquial “fue fructífera, muy participativa por parte de la gente, sobre todo
en las escuelas, cuyos alumnos y docentes asistieron a las actividades
programadas incluso los fines de semana, como también en todos los pueblos. Las
comunidades más chicas se sintieron muy cercanas al Obispo y se congregaron
para escucharlo y conocerlo. Como el caso de los puestos del Salar de Pipanaco,
que se reunieron en San Nicolás. A este lugar fueron pobladores de unos 20
puestos. Allí hubo comuniones y bautismos”, comentó el sacerdote.
Asimismo, remarcó los
encuentros que mantuvo con los agentes de pastoral, con jóvenes, docentes y
otros sectores de la comunidad, que ayudaron a tomar impulso en la labor
evangelizadora en la comunidad.