Una vocación poco conocida y entendida en el mundo de hoy
Acompañamos con nuestra oración a
todos los religiosos y religiosas dedicados a la vida consagrada contemplativa,
en especial a nuestras Monjas Dominicas.
Este lunes 21 de noviembre, Fiesta de la Presentación
de la Virgen María, la Iglesia celebra la Jornada Pro Orantibus (*), la cual
fue instituida por Pío XII en 1953. En este día la Iglesia dedica un momento
especial para fomentar el conocimiento y la oración por todos aquellos
religiosos y religiosas dedicados a la vida consagrada contemplativa. Ésta es
una vocación poco conocida y entendida en el mundo de hoy, tan aferrado a sus
comodidades, su libertad de movimientos y su utilitarismo. En esta Jornada se
ora a favor de los religiosos y religiosas de vida contemplativa, como
expresión de reconocimiento, estima y gratitud por lo que representan ellos y
ellas, y el rico patrimonio espiritual de sus institutos en la Iglesia.
En Catamarca, tenemos la gracia de contar con el
Monasterio Inmaculada del Valle, de las monjas dominicas, quienes acompañan con
su oración la vida en la Diócesis de Catamarca, de manera particular, y de la
Iglesia en general.
Las diversas formas de Vida Consagrada son para todo
el Pueblo de Dios una gracia con la que el Señor nos bendice a cada generación
cristiana. Efectivamente, son visibles y palpables los espacios en los que el
ardor misionero de una evangelización eclesial explícita, el trabajo educativo
con niños y jóvenes, la solicitud caritativa hacia los pobres, los enfermos o
los ancianos, llenan hermosas páginas de testimonio evangélico. Pero hay una presencia
especial que por su peculiar índole, la Iglesia quiere subrayar de un modo
particular: las monjas y los monjes contemplativos.
“Estoy convencido que es una Jornada importante para
la Iglesia, pues qué sería de la Iglesia sin la vida contemplativa, le faltaría
mucho, pues ella desde esa dimensión de búsqueda constante del rostro de Dios,
quiere ser corazón orante en la Iglesia y de esto necesitamos, almas y
corazones orantes que sean como dice Vultum Dei Quaerere, faros, antorchas y
centinelas en la Iglesia y en el mundo”, lo dijo oportunamente Mons. José
Rodríguez Carballo, O.F.M., Secretario de la Congregación para los Institutos de
Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, en la Jornada Pro
Orantibus en la Fiesta de la Presentación de la Santísima Virgen María.
Asimismo, precisa que ésta “es una Jornada que tiene
un triple objetivo, primero, orar por las contemplativas; segundo, conocer la
vida contemplativa y tercero, ayudar incluso económicamente a los monasterios
en dificultad. Yo estoy convencido que es una Jornada importante para la
Iglesia, pues qué sería la Iglesia sin la vida contemplativa, le faltaría
mucho, pues ella desde esa dimensión de búsqueda constante del rostro de Dios,
quiere ser corazón orante en la Iglesia y de esto necesitamos, almas y
corazones orantes que sean como dice Vultum Dei Quaerere, faros, antorchas y
centinelas en la Iglesia y en el mundo”.
(*) Por los orantes o los que rezan.
Es pertinente aclarar en algunos
lugares se la celebra otro día.
Imagen: facebook Prensa Iglesia Catamarca