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03 noviembre 2022

Parroquia Virgen de Fátima, Fiambalá

Visita pastoral a lomo de mula a la comunidad de Río Grande

 

Entre los días 24 y 28 de octubre, la comunidad de Río Grande ubicada al oeste de la jurisdicción de la parroquia Nuestra Señora de Fátima, con sede en Fiambalá, Tinogasta, recibió la visita pastoral del vicario parroquial, el padre Javier Cisternas. También llegó a puestos cercanos al pueblo, como Las Minitas, Casa Grande y La Estancita, para celebrar los sacramentos juntos con estos hermanos de tierras tan alejadas del Oeste catamarqueño.

El padre Javier bendijo cada uno de los hogares y a las familias, a la vez que agradeció la hospitalidad que le brindaron durante estas jornadas.

Por su parte, los pobladores recibieron con mucha alegría al sacerdote, quien estuvo acompañado por baquianos de la zona.

El joven sacerdote nos brindó su testimonio: “Doy gracias a Dios  haber podido  llegar a compartir  la fe con la gente de allí. Fue una experiencia maravillosa conocer la vida que llevan, enriquecerse con su testimonio de fe, de perseverancia  a pesar de las dificultades que afrontan, como las distancias que deben recorrer entre un puesto  y otro, entre otras cosas”, afirmó.

También comentó que “pudimos celebrar Misa por los fieles difuntos en el cementerio,  por los habitantes en dos puestos a los que llegué, pidiendo  por sus necesidades. También, pude administrar los sacramentos de la Reconciliación y la  Unción  de los Enfermos. A su vez bendije los puestos y los animales que ellos tienen  para vivir (cabritos y ovejas)”.

Finalmente deseó “que esta visita traiga abundantes frutos, y nos ayude a acrecentar la fe para un mayor amor a Dios y al prójimo”.

La pequeña localidad de Rio Grande es la más alejada del departamento Tinogasta, Se halla enclavada en la Cordillera de San Buenaventura, a casi 4.000 m.s.n.m., con climas extremos durante el día y la noche.

Desde ese lugar se accede a los distintos puestos solamente a lomo de mula, con viajes que promedian entre las 4, 6 o más horas, según el clima, el ritmo del animal en que se transportan y las condiciones físicas para caminar por esta geografía de montaña.

Fue una importante experiencia de fe tanto para el presbítero como para los habitantes de esta zona, quienes mantienen su fe las tradiciones religiosas.

Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca