“Necesitamos de verdaderos y apasionados artesanos de las comunicaciones”
Respecto del proceso sinodal que está viviendo la Iglesia, les señaló que a
ellos también les compete promover un estilo de vida sinodal que no es
privativo de un sector religioso, sino que es patrimonio de la humanidad.
La primera jornada de homenajes a la
Madre del Valle en el marco de las fiestas de la Inmaculada Concepción
correspondió a los comunicadores sociales, quienes durante la noche del martes
29 de noviembre llegaron a participar de la Santa Misa de las 21.00, presidida
por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por sacerdotes del
clero diocesano.
Como es habitual en cada festividad,
representantes de distintos medios de comunicación social participaron del
servicio litúrgico guiando la celebración eucarística, proclamando la Palabra
de Dios, elevando las peticiones en la Oración de los Fieles y acercando al altar los dones del
pan y del vino.
Al comenzar su homilía, el obispo
diocesano dio la bienvenida a los comunicadores sociales. “Que la Madre
celestial los siga cuidando y motivando a hacer sólo el bien”, les dijo.
Después, refiriéndose al proceso
sinodal que está viviendo la Iglesia, les señaló que a ellos también les
compete promover un estilo de vida sinodal que no es privativo de un sector
religioso, sino que es patrimonio de la humanidad. “¡Cuánto bien pueden hacer,
si captan la sustancia de la sinodalidad!”, expresó.
Manifestó que las redes sociales, en
su pureza, en su esencia, son expresión de sinodalidad, aunque tengan mucho que
destruye. “Por lo que necesitamos de verdaderos y apasionados artesanos de las
comunicaciones, que estén llenos de sabiduría, fortaleza y piedad”, sostuvo y
los exhortó: “Ustedes sean aliados de Dios. Sean sus testigos, testigos de su
Amor, de su Verdad, de su Vida, de su Plenitud”.
Después pasó a reflexionar sobre las
lecturas proclamadas. En referencia a la del profeta Isaías, pidió: “No
juzguen por apariencias ni de oídas… Hagan
que la justicia y la lealtad sean el ceñidor de sus cinturas… Trabajen para que cesen los daños y estragos
y que el mundo se llene del conocimiento del Señor”.
En cuanto al Evangelio de Lucas en el pasaje que habla de la
alegría de Jesús cuando vuelven sus discípulos de misionar, se preguntó: “¿Qué
es lo que provoca una alegría tan pura y elemental en Jesús? No me cabe duda
que es el éxito misionero de los discípulos. Él había enviado a los discípulos
en misión, y ellos regresan y narran cómo la gente recibió la buena noticia de
la conversión y el arrepentimiento”, sostuvo.
A modo de
conclusión, en relación con las lecturas bíblicas, pidió: “Entre todos hagamos
que florezca la justicia y la paz, que los pobres y afligidos reciban amor, que
los descartados y abandonados sean acogidos, que los enfermos y encarcelados
experimenten cercanía y comprensión, y que Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo
sea conocido, amado y servido por todos, a fin de que se superen tantas
desigualdades y reine una auténtica y amistosa fraternidad”.
Pedido por la lluvia
Hacia el
final rogó: “Querida Madre del Valle, durante el rito de la Solemne Bajada de
tu Sagrada Imagen, te pedía por la urgente lluvia que necesitan los campos de
la patria: te lo vuelvo a recordar. También te pido que nos libres de los virus
que no dejan de amenazarnos e intranquilizarnos”.
Y agregó
después: “Concédenos percatarnos de nuestros pecados, ofensas e ingratitudes
con el Buen Dios, y que sintamos dolor por el mal que hacemos, procurando un
sincero y duradero arrepentimiento, para que cooperemos eficazmente en la
restauración de nuestra sociedad civil y eclesial, en la que reines Tú y Dios”.
Por
último, pidió: “Acompáñanos a lo largo de estos días, ponte a caminar con
tantos peregrinos, cuidándolos y disponiéndolos a un renovado encuentro con Jesús,
tu Hijo amado; y fecunda los esfuerzos que toda la Iglesia está haciendo para
que seamos más sinodales, para que caminemos juntos como hermanos y hermanas,
sin envidias ni rivalidades, sino dejándonos amar por Dios y arriesgándonos a
amarnos como Jesús nos ama, perdonándonos siempre y cuidándonos los unos a los
otros”.
Hacia el
final de la Santa Misa, todos los presentes y quienes participaron a través de
las redes sociales, honraron a la Madre Morena con la oración y el canto.
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca