“Jesús es quien genera el vínculo entre nosotros con aquellos que han dejado este mundo y fueron al encuentro de Dios en la espera de la Resurrección final”, dijo.
Este
miércoles 2 de noviembre, en todas las comunidades parroquiales de la diócesis,
la feligresía católica conmemora a los fieles difuntos.
A hora
temprana, el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanc, presidió la Santa Misa en la
capilla del cementerio municipal de la ciudad capital, que congregó a un gran
número de personas que llegaron a la necrópolis a visitar y a rezar por sus
seres queridos fallecidos.
En su
reflexión, el pastor diocesano se refirió a la esperanza en la resurrección de
los muertos, porque “la muerte vino por un hombre: Adán, y también por un
hombre, porque el Hijo de Dios se hizo uno de nosotros, entró la vida en el
mundo, y así todos reviviremos en Cristo”, dijo.
“Estamos
aquí congregados, en el cementerio, porque Cristo está Vivo, porque creemos en Cristo
Resucitado, ése es el gran cambio, la gran realidad”, expresó, agregando que “el
único que tuvo el poder en la historia de la humanidad de salir de un sepulcro
es Jesús, porque es Dios. Él pudo levantar ese cuerpo que había asumido, lo pudo
volver a la vida, lo transformó, porque ya no está sometido ni al dolor, ni al sufrimiento,
ni a la muerte, ni a las contingencias del tiempo ni del espacio”.
En
otro tramo de la homilía rogó “al Espíritu Santo que nos ilumine sobre esta verdad
del Cristo Vivo, Resucitado. Seguimos rezando, pidiendo por el eterno descanso
de los fieles difuntos, nos vinculamos con ellos, nuestro afecto sigue unido a
esos hermanos que nos han precedido, porque Jesús está Vivo, y es él quien genera
este vínculo entre nosotros con aquellos que han dejado este mundo y fueron al
encuentro de Dios en la espera de la Resurrección final”.
Luego
de la celebración eucarística, Mons. Urbanc se trasladó hasta el Panteón del Clero
diocesano, donde realizó una oración y bendijo este lugar acompañado por
algunos fieles.
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca