Durante la noche del sábado 17 de mayo, se celebró la acción de gracias de los servidores voluntarios y colaboradores del Santuario Catedral, quienes se abocan a la atención de los hermanos peregrinos en cada festividad en honor de Nuestra Señora del Valle y al servicio diario, especialmente litúrgico, en el principal Santuario de la diócesis catamarqueña.
La Santa Misa fue presidida
por el padre Juan Ramón Cabrera, rector del Santuario Catedral, quien en su
homilía expresó: “Los servidores voluntarios de este Santuario venimos a dar
gracias a Dios y a la Virgen. Los textos son muy apropiados para todos ustedes,
que han venido a esta celebración eucarística en este día ya domingo quinto de
este tiempo de Pascua, ‘Yo, Juan, vi un
cielo nuevo, una tierra nueva’. El Santuario de Nuestra Señora del Valle debe
ser este cielo nuevo y esta tierra nueva. Tiene que ser algo nuevo. Ya es algo
nuevo, porque Cristo hizo nuevas todas las cosas en su Pasión, Muerte y
Resurrección. Y nos ha renovado a todos en el bautismo”.
Más adelante manifestó: “‘Vi un cielo nuevo, una tierra nueva. Vi la
ciudad santa’. Esta ciudad santa se abrió el pasado mes de diciembre, para
que todos de alguna manera en este Año Jubilar comprendamos qué significa
entrar a través de esa Puerta de Salvación, a esta nueva Jerusalén, a esta
nueva tierra. Sin embargo, van pasando ya casi seis meses, y tenemos que
preguntarnos si estay ingresando, para alcanzar mi salvación, mi vida y
completar en mí, con la ayuda y la gracia de Dios, el bautismo donde la
Santísima Trinidad habita en cada uno de nosotros”.
Luego de reflexionar en torno
al Evangelio, que habla sobre el mandamiento del amor, afirmó que “en esta
celebración, todos los colaboradores voluntarios del Santuario venimos aquí
amando al peregrino, nuestra misión es amar al peregrino, estar con él,
ayudarlo, escucharlo, ésa es nuestra tarea, amar al otro… Eso es lo que venimos
y queremos hacer en este Santuario al modo de Jesucristo, al modo de nuestra
Madre, María Santísima”.
Asimismo, resaltó que “este Santuario
está lleno de todas las emociones y sentimientos que los peregrinos traen,
porque el catamarqueño también es un peregrino. Todos aquí somos peregrinos,
pasamos por este Santuario como peregrinos, y queremos llenarlo de la presencia
de Dios… Por eso, enriquézcanse de este lugar, llénense de vida, llénense de
amor, de la presencia del Señor, con el compromiso de salir y trabajar, amando.
Ése es el gran compromiso en nuestras vidas para transformar nuestras
situaciones de vida, en una sociedad violenta, sin amor, triste”.
También mencionó “la gran
ausencia del amor en nuestra sociedad catamarqueña”, y le pidió a Dios, a
Nuestra Madre, la Virgen Santísima, “que no me canse de amar, de abrazar y de
abrazar, especialmente en mi casa, que se llene de amor”.
Hacia el final de la
celebración eucarística, el padre Cabrera impartió una bendición especial a
todos los servidores voluntarios y colaboradores del Santuario Catedral
ubicados en las escaleras del Presbiterio.
Fotos y video: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat
