“El periodista tiene que estar bien formado, tener buenos criterios y una escala de valores, que lo ayude a servir con su profesión a toda la sociedad”, dijo el Obispo.
Durante la mañana del viernes
6 de junio, vísperas de su día, los periodistas celebraron la acción de gracias
a Dios junto a la Madre del Valle y contemplando al Beato Mamerto Esquiú,
modelo de periodista.
La Santa Misa fue presidida
por el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por el padre Marcelo
Amaya, responsable de la Pastoral de Comunicación Social, en el Camarín de la
Catedral Basílica y Santuario mariano, muy cerquita de la Madre Morena.
Con disposición y entusiasmo,
los profesionales participaron en los distintos momentos de la Liturgia,
guiando la celebración eucarística, proclamando la Palabra de Dios y elevando
al Padre Celestial sus intenciones comunitarias y personales.
En el inicio de su homilía,
Mons. Urbanč expresó: “Estamos celebrando esta Eucaristía para pedir por los
periodistas, por aquellos que tienen una función social muy importante: ser
comunicadores”. Y “María está con nosotros, nos acompaña y nos invita a que
escuchemos a Jesús”, resaltó.
En torno al Evangelio de Juan
dijo que “nos presenta esta triple profesión de amor que tiene que hacer Pedro,
pero en los capítulos 14, 15 y 16, Jesús, cuando habla del Espíritu Santo habla
del Espíritu de Verdad. Esto es muy importante, sobre todo, para iluminar la
vida de un periodista, la verdad. Jesús dice: ‘La verdad los hará libres’. Pero
no es mi verdad, sino la Verdad que es Dios. Por eso, los periodistas que están
acá y otros que han querido venir y no pudieron hacerlo, tienen que saber que
la verdad que ocupa sus corazones y deben transmitir, es Dios, que es Padre,
Hijo y Espíritu Santo. Ese Dios que es amor, que es vida, que es plenitud de
felicidad para el hombre”.
“Ésa es la verdad que los
bautizados debemos vivirla y proclamarla, para que la conozcan, porque esa
verdad hace libre al ser humano, le da sentido a su existencia, le pone
fundamento”, afirmó, agregando que “por eso, el domingo vamos a celebrar la
efusión del Espíritu, que le llamamos Fiesta de Pentecostés”, en la que ”estamos
adorando al Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Santísima Trinidad, que
viene a iluminarnos para que podamos descubrir, conocer, apreciar, la verdad.
Entonces, un periodista debe ser un gran devoto del Espíritu Santo, debe
invocarlo para que lo ilumine y sepa qué debe decir y cómo lo debe decir, y qué
debe callar”.
Más adelante, les pidió a los
periodistas: “Transmitan que la fe cristiana… es la fe del amor, de la relación
respetuosa con el otro, donde Dios está en el medio y genera ese vínculo. Si no
amas al prójimo, no eres creyente”.
“Dios es amor -continuó-, lo
dice el evangelista Juan en su carta. Y el amor es posible cuando hay otro... el
amor se establece entre pares. Por eso Jesús habla tanto de prójimo, porque sin
el prójimo no me puedo realizar en esto profundo para lo que Dios me ha creado,
que es para el amor”.
En otro tramo de su predicación
consideró que “un periodista debería hacer reflexiones profundas sobre las realidades
de la vida; qué es la vida, el amor, la justicia, pero con un profundo contenido
antropológico, teológico, trascendente”. En este sentido, dijo que “todo necesita
una filosofía, una reflexión sapiencial para que nos lleve a la verdad”.
Asimismo, indicó que “no
podemos vivir sólo de información, tenemos que formar y para formar hay que ser
muy cauto, porque puedo deformar. Por eso necesito la luz del Espíritu Santo
que me ilumine para que no transmita algo que deforma; en lugar de llevarlo a la
verdad, lo hago que siga esclavizado en su mentira, en su oscuridad. Tengo que
sacarlo de la oscuridad a la luz. Entonces es una tarea grandísima, la del
periodista, porque tiene que estar bien formado para poder formar, tiene que
tener muy buenos criterios y una escala de valores, para que eso lo ayude a
servir con su profesión a toda la sociedad”.
“Así como a Pedro le dice:
‘Sígueme’, también a cada periodista, Jesús le dice lo mismo”, aseveró,
apuntando que “si hoy estamos acá celebrando la Eucaristía es porque queremos renovar
nuestra fidelidad amorosa a Jesús, queremos servirlo. Y quien nos congrega es la
Madre de Jesús, la Madre de la Verdad, la Madre de la santidad, de la amistad, del
servicio. Entonces no nos quedemos con una religiosidad que sea una apariencia,
tiene que ser verdad. Y la verdad se juega en el cara a cara con Dios. Como
Pedro, quien a Ése que lo negó días antes le tiene que decir en la cara: ‘Señor,
tú conoces todo, tú sabes que te amo’. Qué lindo, desprendido de todo… El Señor
siempre confía en la creatura humana, nosotros tenemos que corresponder a ese
voto de confianza”.
Finalmente, rogó “que Nuestra Madre,
San Pedro, San Norberto, obispo, y el Beato Mamerto Esquiú, muy cercano a
nosotros, con su intercesión nos ayuden a ser testigos de la verdad, a ser
verdaderos discípulos del Espíritu Santo”.
Seguidamente, los periodistas
elevaron las súplicas por el Papa León XIV, nuestro Obispo y sacerdotes, por los
gobernantes, por los periodistas, para que sepan comunicar lo que es justo y
verdadero, por el periodista Roberto Chacón, quien estaba cumpliendo años en
esa jornada, al igual que la colega Rosana Orquera, y por los periodistas que
ya partieron a la Casa del Padre Celestial.
Antes de la bendición final, rezaron
la Oración del Periodista, se consagraron al Sagrado Corazón de Jesús, en el
primer viernes del mes, y saludaron a Nuestra Madre del Valle con el canto.
Concluida la Eucaristía,
compartieron un brindis fraterno con una rica torta, el soplo de la velita y el
canto del Cumpleaños Feliz.
Fotos y video: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat