Durante la mañana del domingo 12 de octubre, el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, consagró el altar y dedicó el templo puesto bajo el patrocinio de San Isidro Labrador, ubicado en la localidad de Retiro, departamento Pomán, jurisdicción de la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, con sede en Saujil.
La Santa Misa fue concelebrada
por el padre Sergio Chumbita, párroco de esa comunidad del Decanato Oeste de
nuestra diócesis.
Participaron junto a los
fieles, la senadora Carolina Casas, el presidente del Concejo Deliberante de
Pomán, Walter Centeno; delegado municipal, Juan Morales; el jefe de Zona F,
Comisario Walter Palavecino; el jefe de la Comisaría Departamental, comisario
Cristian Carrizo; y el jefe de la Comisaría de Mutquín, Enzo Núñez.
La ceremonia comenzó en el
atrio del templo donde la Sra. Teresita Nieva leyó una reseña de la capilla y el
proceso de recuperación del edificio sagrado a través de una tarea
interinstitucional; a la vez que agradeció a todos los que contribuyeron con la
obra.
Luego se procesión al descubrimiento
y bendición de la placa que recuerda este importante acontecimiento para la
comunidad.
Tras el ingreso al interior de
la capilla, el padre Chumbita leyó el decreto por el que se autoriza la
dedicación del templo y la consagración del altar.
El Obispo bendijo el agua con
la roció el lugar sagrado y el ambón desde donde se proclamó la Palabra de
Dios.
En su homilía, entre otros
conceptos, Mons. Urbanč explicó la importancia de la consagración del altar y
dedicación del templo, afirmando que “tiene un significado muy profundo. El
altar representa a Jesucristo, Él es la roca sobre la que se construye la Iglesia,
que somos nosotros”.
“Una de las figuras que se
utiliza, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, es que el Pueblo de
Dios es como una edificación… El altar es un recuerdo de lo que se hacía en el
culto antiguo. Pero Jesús reemplazó ese culto antiguo por medio de su
sacrificio único y para siempre. Seguimos teniendo esa figura del altar, pero
esto es una mesa que nos recuerda la institución que hizo Jesús de la
Eucaristía en la Última Cena. Adelantó esa cena pascual, que luego será reemplazada
por su sacrificio en la Cruz, se inmoló por nuestra salvación”, manifestó.
Asimismo, indicó que “esta
mesa será ungida porque representa al mismo Cristo, el Ungido, el Hijo de Dios
hecho hombre y ungido por el Espíritu para venir a salvarnos, está ungido para
una misión. Nosotros también estamos ungidos para una misión cual es la de
construir el Reino de Dios, la de dar testimonio de Cristo en el mundo”. En
este sentido, dijo que “toda nuestra vida está estrechamente ligada a Jesucristo
que se representa en este altar. Y nosotros representamos nuestra vida sobre
Cristo que es nuestra roca firme y entonces nuestra construcción se mantendrá
firme…a pesar de las dificultades, de los problemas”.
También resaltó que “el altar
se consagra para que aquí se celebre la Santa Misa y desde aquí se distribuirá
la Eucaristía, Cristo hecho pan de vida para alimentarnos”.
Hacia el final, rogó “que
Nuestra Madre del Valle, San Isidro Labrador y el Beato Mamerto Esquiú nos
ayuden con su intercesión para ser una Iglesia verdaderamente sinodal y que da
testimonio del amor de Dios en el mundo”.
A continuación, se realizó el
rito de consagración del altar en el que el Obispo ungió con el Santo Crisma el
altar y las cruces puestas en las paredes del templo, completando el rito con
la incensación del altar y de la Iglesia.
Seguidamente, se vistió el
altar con el mantel, velas y flores, y se acercaron las ofrendas del pan y del
vino, continuando la celebración eucarística del modo acostumbrado.
Después de la Comunión, el
padre Chumbita agradeció a las autoridades y fieles presentes, destacando el
camino se hizo en torno al templo hasta llegar a la actualidad; a la comisión,
a quienes trabajaron y fueron aportando para la concreción de este proyecto. “Que
esto nos sirva para tomar fuerzas y seguir caminando”, dijo.
Luego de la bendición final,
el Obispo, el párroco, las autoridades y los fieles presentes firmaron el acta
que recuerda este acontecimiento, y luego besaron el altar consagrado que
representa a Jesucristo.
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat