“Que
en estas circunstancias, descubramos un tiempo
de gracia, de encuentro con el Señor de la Vida”
El Obispo Diocesano presidió
la Eucaristía, que fue transmitida por la radio y las redes sociales, frente a
la realidad que nos impone el aislamiento social obligatorio por el coronavirus.
En el marco del Año Jubilar
por los 400 años de la presencia de la Virgen del Valle en Catamarca, y Año
Mariano Nacional, el domingo 22 de marzo, a las 8.00, el Obispo Diocesano,
Mons. Luis Urbanc, presidió la Santa Misa correspondiente al 4° Domingo de
Cuaresma, concelebrada por el Pbro. José Antonio Díaz, Rector de la Catedral Basílica
y Santuario de Nuestra Señora del Valle, y el Pbro. Juan Orquera.
La Eucaristía fue celebrada en
el Camarín de la Virgen y transmitida en directo por radio Valle Viejo 104.1,
104.3 y sus plataformas digitales, y por el Facebook Santuario Catedral
Virgen
Del Valle Catamarca https://www.facebook.com/santuariocatedralcat
En su homilía, Mons. Urbanc dijo
que el mensaje de la liturgia de este domingo habla de la luz, a la que hacen
referencia los textos sagrados proclamados. En la primera lectura, “Dios se lo
enseña al profeta y nos lo enseña a nosotros, que los hombres miran las
apariencias, en cambio Dios mira el corazón, porque sabe que las apariencias son
pasajeras. Él mira aquello que permanece para siempre, y eso es lo que tiene
cada uno de nosotros en su corazón”, expresó.
“En el Evangelio aparece
claramente otra vez la luz. Esta figura del ciego de nacimiento
nos representa
a todos nosotros, menos Jesús y la Virgen María, todos nacemos en esta
solidaridad con Adán y Eva, la ceguera inicial del pecado original”, señaló,
agregando que “de allí la urgencia de Jesús: ‘Vayan por todo el mundo y
prediquen la Buena Noticia, y aquel que cree, que escuche, siendo bautizado
tendrá la verdadera luz, que la da la fe”.
En otro tramo de su
predicación, el Obispo afirmó: “Hoy estamos en el Camarín, a los pies de la
Imagen cuatro veces centenaria de la Virgen del Valle, de quien estamos
celebrando el Jubileo y el Año Mariano Nacional, para homenajear este regalo. Nuestro
Valle es llamado Valle de la Luz, porque por la fe tenemos luz. Ya no miramos
solamente las apariencias, sino que dejándonos iluminar por la luz de la fe podemos ver las
cosas fundamentales de la vida, podemos lograr comprender, amar y sentir a Dios
en nuestro corazón”.
Recalcó que sólo por la fe “podemos
ver a Dios en las circunstancias que nos toca vivir, ver a Dios en el prójimo,
en la Creación. Necesitamos la fe”, para “descubrir la verdadera
realidad”, afirmó
y pidió que “le permitamos al Señor entrar en nuestras vidas. Tenemos que
pedirle que nos cure la ceguera, que se genera por el orgullo humano, la
soberbia, la vanidad. Tenemos que aprender a pedirle la ayuda a Dios”.
“Dios
nos acompaña en medio de nuestros miedos y angustias”
Al referirse a la crisis
sanitaria que estamos viviendo en el mundo a raíz del coronavirus, manifestó que
“en estos días estamos afligidos, conturbados, porque estamos viviendo algo que
jamás se nos hubiese ocurrido pensar”, por ello “tendremos que encontrarle un
significado, un mensaje, a todo esto que estamos viviendo”.
Por eso, frente a “estas
circunstancias, que nos constriñen a ver”… “tenemos que aprender a ser hombres
espirituales, varones y mujeres que viven según el Espíritu de Dios, para poder
entrar en las profundidades de la realidad, y ahí encontrarnos con el mismísimo
Dios de la Vida, con el Dios del amor, la fidelidad, la misericordia y la
ternura; con un Dios paciente, que nos acompaña en medio de
nuestros miedos, de
nuestra angustias, pero que nos quiere enseñar y mostrar el verdadero camino”.
Finalmente, pidió a Nuestra
Madre, la Virgen María, “que nos ayude a descubrir en estas circunstancias un
tiempo de gracia, una Cuaresma única, que Dios nos está permitiendo vivir.
Ojalá que la aprovechemos bien, que sea un verdadero encuentro con el Señor de
la Vida, para que nos pueda abrazar con su bondad, su misericordia y nos pueda
reconfortar en medio de nuestro caminar”.