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27 septiembre 2009

Cientos de evangelizadores en el cierre de la preparación a la celebración del Centenario











Con un fuerte acento en lo social y haciendo hincapié en la dimensión de la misericordia cristiana, el domingo 27 de septiembre en horas del mediodía culminó el Encuentro Diocesano de Evangelizadores, convocado por la Iglesia de Catamarca para finalizar el Tercer Año de preparación a la celebración del Centenario de la Diócesis de Catamarca y del Bicentenario de la Patria.
El Predio Ferial Catamarca albergó a más de 600 personas, que llegaron desde distintos puntos del Valle Central y de los Decanatos Este y Oeste, representando a sus Parroquias, Movimientos, Instituciones y Areas Pastorales; a quienes se sumaron entusiastas jóvenes servidores de colegios de la ciudad capital, Scouts y personas de buena voluntad y espíritu generoso.
La presencia de la Sagrada Imagen de la Virgen del Valle y las palabras del Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, dieron inicio a las jornadas, durante las cuales se vivieron distintos momentos destinados a la formación, la reflexión, la participación y el intercambio de experiencias sobre la labor de la Iglesia y su vocación evangelizadora.
El Pbro. Gustavo Molas, quien coordinó la etapa preparatoria, brindó un panorama de los tres años durante los cuales participaron distintos sectores de la sociedad y de la Iglesia con diversas actividades.
La disertación central versó sobre “Qué tipo de liderazgo debe ejercer el cristiano en la sociedad actual”, a cargo del Lic. José María Hernández, psicólogo social y miembro de Cáritas Nacional, quien también dirigió un taller.
En tanto que el Pbro. Salvador Acevedo presentó el Documento del Episcopado Argentino “Hacia un Bicentenario en Justicia y Solidaridad”.
Por su parte, las Pastorales de la Misericordia, que trabajan con los enfermos, los presos, los pobres; la Pastoral Social y también aquella que se está perfilando para el acompañamiento de los hermanos afectados por la droga; la Pastoral Familiar y la Juvenil, mostraron su accionar y sus proyectos para servir a los hermanos.

Testimoniar el amor de Dios en el mundo
La Santa Misa del domingo por la mañana fue el momento central del encuentro, ya que “la Eucaristía es la fuerza del evangelizador, y la que hace fecunda nuestra, nuestra misión”, indicó Mons. Luis Urbanč en su homilía.
Al referirse a la convocatoria, expresó: “Estamos reunidos hoy bajo el lema: ‘Felices los misericordiosos’. Y nos sentimos felices por ser objeto de misericordia, y ahora la debemos brindar gratuitamente. Tenemos que vivir con un corazón misericordioso. ‘Sean misericordiosos y obtendrán misericordia’, se nos dice. Entonces, que esto no quede en palabras bonitas”, ya que “la misericordia posibilita el progreso, la paz, el respeto en el mundo”.
Tomando como punto de reflexión el texto de Juan, y yendo más allá del sentido estrictamente material de la riqueza, dijo: “Nosotros, los cristianos, somos ricos, porque somos a quienes Dios está hablando. Tenemos la riqueza de la fe, la riqueza de la esperanza, la riqueza del amor, la riqueza de los sacramentos y de la Palabra de Dios, de estar reunidos en nombre de Dios”. Luego se preguntó: “¿Qué vamos a hacer con este tesoro que llevamos en urnas de barro? ¿Vamos a traer a otros para que vivan este tesoro?... Jesús dice: ‘Al que mucho se le da, mucho se le pedirá’. Nosotros somos los elegidos, los amados del Señor… Somos los ricos sobre los cuales pesa una grave sentencia”.
En otro tramo de su predicación, el Obispo exhortó a que “renovemos nuestra pasión por el amor, porque lo único que vale es el amor. Y nosotros tenemos que amar todos los días, a cada instante. Debemos desgastarnos para que Dios viva en la sociedad”.
Concluyendo su mensaje, el Pastor Diocesano manifestó: “Roguemos a Dios que nos devuelva a nuestras comunidades con un fervor renovado, para mostrar a Jesús con nuestra vida… Muchos quieren ver a Jesús en nosotros… mostremos el rostro misericordioso de Dios. Somos peones en la viña del Señor para mostrar la misericordia de Dios. Dejémoslo a Dios que actúe porque El sabe lo que es mejor para la comunidad. Volvamos a nuestras comunidades fortalecidos con la oración y la Palabra. Hagamos atractiva la vida eclesial, para que muchos hermanos se sumen a la hermosa obra de la evangelización”.

Acolitado
Durante la celebración eucarística, el joven Eugenio Eliseo Pachado fue instituido acólito. Es oriundo de Laguna Blanca, en el departamento Belén, y actualmente realiza sus estudios en el Seminario Arquidiocesano de Tucumán. En la oportunidad, se leyó el decreto por el cual se confiere el ministerio, que compromete al joven Pachado, especialmente, en el servicio del altar.
También se dio lectura al instrumento episcopal por el cual, el Obispo Diocesano designó al Pbro. José Antonio Díaz como Vicario Episcopal de Pastoral en la Diócesis de Catamarca.

Presentaron la Oración del Centenario
Teniendo en cuenta que este encuentro marca la finalización del Trienio de preparación en el camino al Jubileo del Año Centenario de 2010, Mons. Luis Urbanč presentó de manera oficial la Oración del Centenario, que reemplaza a la que se venía rezando en la etapa preparatoria. En el marco del encuentro fue rezada por primera vez.

De interés educativo y cultural
El Encuentro de Evangelizadores no sólo constituyó un espacio para la renovación en la vivencia de la fe, sino un aporte esencial en otros aspectos de la sociedad. Esto fue valorado al ser declarado de Interés Educativo y Cultural, por parte de la Cámara de Diputados de Catamarca, respondiendo al proyecto presentado por la diputada provincial, Prof. Cecilia de Jesús Salcedo, y corroborado por sus pares de la Cámara baja con su aprobación.

El encuentro de evangelizadores fue el broche de oro de un largo camino iniciado en 2007, cuando el entonces Obispo Elmer Osmar Miani, con una sustanciosa Carta Pastoral, convocaba a todos los catamarqueños a prepararse para celebrar renovados los 100 años de tarea evangelizadora de esta Iglesia particular de Catamarca. Esa posta fue tomada por el actual Obispo Luis Urbanč, quien exhorta con fervor a todos a sumarse a “la hermosa obra de la evangelización”, que nos llama a “desgastarnos para que Dios viva en la sociedad”.