El XXXI Encuentro Nacional del Movimiento Familiar Cristiano y la XII Junta de Presidentes, reunidos en Villa Giardino, Córdoba, y con la presencia de 900 miembros, representando a 33 Diócesis de Argentina diseminadas a lo largo y ancho del país, declara:
Hombre y mujer son iguales en dignidad. Dos seres distintos y complementarios, que aportan de su propio ser para transformar la sociedad. Esta transformación requiere, de las mujeres, una contribución fundamental para lograr una sociedad más viva, una cultura más rica y una paz más segura.
El Movimiento Familiar Cristiano impulsa estos valores como una forma de promocionar la vocación materna, fundamento de responsabilidad propia, como protectora de la vida.
El hombre no es dueño de la vida, don de Dios, sino que debe estar al servicio de la misma, y por tanto, defenderla, especialmente la del indefenso niño concebido. Por esto, toda promoción y emancipación de la mujer debe realizarse en un marco de responsabilidades que brotan de su vocación a la maternidad y nunca atentando contra la existencia humana en gestación, ya que por su naturaleza es templo de vida.
Sostenemos que el matrimonio, la familia y la maternidad son valores fundamentales para transformar la sociedad.