En un clima de verdadera fiesta de la fe, el jueves 1 de octubre por la noche concluyó la visita pastoral de Mons. Luis Urbanč a la parroquia de San José Obrero, en el barrio La Tablada de la ciudad capital.
Durante siete días recorrió distintos lugares, como hospitales, hogares para niños, ancianos y madres solteras, escuelas, instituciones oficiales, casas particulares, comprendidos dentro de esa jurisdicción, llevando la Palabra de Dios, los Sacramentos, y acompañando a los enfermos, a los ancianos, a los niños y a toda la comunidad, que se preparó los días previos y lo recibió jubilosa.
La última jornada se inició a la mañana temprano, con la visita a dependencias de la Policía de Tránsito de la municipalidad de la Capital, y luego a la Unidad Judicial Nº 2.
Posteriormente, se dedicó de una manera especial a visitar a personas enfermas en sus domicilios particulares y a bendecir los hogares del sector.
En horas de la tarde, se concretó la bendición de una placa recordatoria de este importante acontecimiento para la comunidad parroquial, en el ingreso al templo de San José Obrero, desde donde se puso en marcha la procesión con las imágenes de Santa Teresa del Niño Jesús, San José y el Divino Niño Jesús. Por calles Santa Fe, Caseros, Florida, Pje. Vélez Sarsfield, Junín y avenida Güemes, se desplazó la columna de fieles hasta la capilla de Santa Teresita. En la vereda del templo, el Obispo presidió la Santa Misa, concelebrada por el párroco Julio Alejandro Murúa, quien lo acompañó en el itinerario programado oportunamente.
En el transcurso de la celebración litúrgica, Mons. Urbanč agradeció a las personas que lo recibieron, a las instituciones de bien común y de seguridad, expresando que se sintió muy a gusto con las atenciones recibidas.
Finalizada la celebración eucarística, un miembro de la comunidad de Santa Teresita, en nombre de toda la parroquia, manifestó la alegría de poder contar con la presencia del Obispo, a quien recibieron como un verdadero padre.
En la ocasión, le hicieron entrega de presentes en nombre de las personas que conforman el sector del Divino Niño, de la capilla Santa Teresita y de la sede parroquial.
A su vez, el Obispo les entregó la bendición del Papa Benedicto XVI para toda la comunidad que compone la parroquia San José Obrero.
Por su parte, la Banda de Música de la Policía de la Provincia interpretó los sones del Himno Nacional Argentino, que fue cantado por los presentes; quienes entre vivas y bombas de estruendo, despidieron las imágenes sagradas, que ingresaron al templo.
Un brindis fraterno ofrecido en el salón de la capilla Santa Teresita fue el cierre de estas jornadas de gracia, que vivieron los fieles de esa comunidad del sur de la ciudad capital junto con su Pastor.
Durante siete días recorrió distintos lugares, como hospitales, hogares para niños, ancianos y madres solteras, escuelas, instituciones oficiales, casas particulares, comprendidos dentro de esa jurisdicción, llevando la Palabra de Dios, los Sacramentos, y acompañando a los enfermos, a los ancianos, a los niños y a toda la comunidad, que se preparó los días previos y lo recibió jubilosa.
La última jornada se inició a la mañana temprano, con la visita a dependencias de la Policía de Tránsito de la municipalidad de la Capital, y luego a la Unidad Judicial Nº 2.
Posteriormente, se dedicó de una manera especial a visitar a personas enfermas en sus domicilios particulares y a bendecir los hogares del sector.
En horas de la tarde, se concretó la bendición de una placa recordatoria de este importante acontecimiento para la comunidad parroquial, en el ingreso al templo de San José Obrero, desde donde se puso en marcha la procesión con las imágenes de Santa Teresa del Niño Jesús, San José y el Divino Niño Jesús. Por calles Santa Fe, Caseros, Florida, Pje. Vélez Sarsfield, Junín y avenida Güemes, se desplazó la columna de fieles hasta la capilla de Santa Teresita. En la vereda del templo, el Obispo presidió la Santa Misa, concelebrada por el párroco Julio Alejandro Murúa, quien lo acompañó en el itinerario programado oportunamente.
En el transcurso de la celebración litúrgica, Mons. Urbanč agradeció a las personas que lo recibieron, a las instituciones de bien común y de seguridad, expresando que se sintió muy a gusto con las atenciones recibidas.
Finalizada la celebración eucarística, un miembro de la comunidad de Santa Teresita, en nombre de toda la parroquia, manifestó la alegría de poder contar con la presencia del Obispo, a quien recibieron como un verdadero padre.
En la ocasión, le hicieron entrega de presentes en nombre de las personas que conforman el sector del Divino Niño, de la capilla Santa Teresita y de la sede parroquial.
A su vez, el Obispo les entregó la bendición del Papa Benedicto XVI para toda la comunidad que compone la parroquia San José Obrero.
Por su parte, la Banda de Música de la Policía de la Provincia interpretó los sones del Himno Nacional Argentino, que fue cantado por los presentes; quienes entre vivas y bombas de estruendo, despidieron las imágenes sagradas, que ingresaron al templo.
Un brindis fraterno ofrecido en el salón de la capilla Santa Teresita fue el cierre de estas jornadas de gracia, que vivieron los fieles de esa comunidad del sur de la ciudad capital junto con su Pastor.