«Madre, ahí tienes a tu Hijo; Hijo, ahí tienen a tu Madre»
Jn 19, 26-27
Con estas palabras de Jesús, pronunciadas al pie de la Cruz, en el momento sublime de entregar su vida por amor a los nosotros, quiero llegar a cada una de las mamás de nuestra querida Diócesis de Catamarca, en su Día.
En esta jornada especial, miremos a la Madre del Cielo, para que sea la aurora, la divina inspiradora; el refugio en el dolor; la ternura y la dulzura en sus vidas, entregadas con afán y empeñoso trabajo cada día, para edificar hogares, forjados con amor, sabiduría, valentía y comprensión.
Nuestra gratitud a todas las mamás que nos dieron el ser; su mano tendida, su gesto de cariño, su cuidado permanente, y que hoy ya no están junto a nosotros, para que gocen de la luz y la paz que no tienen fin.
Que Nuestra Madre del Valle cubra a todas las madres, templos de vida por su naturaleza, con su manto bendito y las acoja en su regazo, para darles el aliento que sólo Ella sabe prodigar incesantemente a sus hijos.
Vaya para cada una de Ustedes, mi especial bendición y admiración en este Día.
¡Santa María, ruega por nosotros!
Mons. Luis Urbanč
Obispo de Catamarca