Entre el 10 y el 13 de diciembre se llevará a cabo el Triduo en honor a la Virgen de la Sonrisa, Patrona de las personas con depresión y tristeza espiritual, en la capilla de Santa Teresita, ubicada en avenida Güemes, entre calles Ayacucho y Caseros de la ciudad capital.
El mismo se enmarca dentro del Año Sacerdotal y del Centenario de la Diócesis de
Catamarca, erigida por Bula del Papa San Pío X el 5 de febrero de 1910.
El programa preparado es el siguiente:
Jueves 10: 19.30- Rezo meditado del Santo Rosario y de Letanías. Lectura de la Buena Noticia de Jesús. Oración de la Virgen de la Sonrisa
Viernes 11: 19.30- Rezo meditado del Santo Rosario y de Letanías. Lectura de la Buena Noticia de Jesús. Oración de la Virgen de la Sonrisa
Sábado 12: Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe Patrona de América
09.00- Visita de la Virgen de la Sonrisa al Geriátrico Luisina.
18.30- Celebración de la Santa Misa. Oración de la Virgen de la Sonrisa.
19:30- Rezo meditado del Santo Rosario y de Letanías.Lectura de la Buena Noticia de Jesús.
Domingo 13: Tercer Domingo del Tiempo Litúrgico de Adviento. En este día, se recuerda la llegada de la Santísima Virgen de la Sonrisa a Catamarca y su entronización en la capilla de Santa Teresita.
09.00- Jornada de Oración. Rezo Meditado de los misterios del Santo Rosario. Oración de la Virgen de la Sonrisa. Canto del Angelus.
19.00- Celebración de la Santa Misa. Bendición de las Imágenes de la Virgen de la Sonrisa para la misión de visitar a los enfermos.
Todo peregrino y devoto, recuerde que para honrar y celebrar a la Virgen de la Sonrisa y vivir la fe cristiana como hijos de Dios, ha de procurar de recibir los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía.
La Imagen de la Virgen de la Sonrisa se venera todos los días 13 de cada mes, en la capilla de Santa Teresita, avenida Güemes 191.
Reseña
En cierto momento de su infancia, Teresita cayó en un estado de tristeza y angustia muy preocupante, luego de la muerte de su madre y de la posterior entrada al Carmelo de su hermana Paulina tan querida para ella. Se sentía abandonada y deprimida, y se enfermaba frecuentemente al punto que parecía no haber remedio ni solución para su sufrimiento.
Toda la familia se movilizó mucho para obtener la curación de Teresita. Se hicieron celebrar varias Misas en e Santuario de Nuestra Señora de las Victorias, en París, pidiendo por la salud de la pobre niña. El 13 de mayo de 1883, en la fiesta de Pentecostés, Teresita se vuelve hacia la imagen que se encuentra al lado de su cama.
“De repente, la Santísima Virgen me pareció hermosa, tan hermosa, que nunca había visto algo más bello. Su rostro respiraba bondad y ternura inefables. Pero lo que me llegó hasta el fondo del alma fue la encantadora sonrisa de la Santísima Virgen. En aquel momento, todas mis penas se desvanecieron… ¡Ah, pensé, la Santísima Virgen me ha sonreído, qué feliz soy!”.