26 marzo 2010
La Iglesia de Catamarca recibió jubilosa a tres nuevos diáconos
El jueves 25 de marzo por la noche, la Iglesia de Catamarca vivió un acontecimiento muy especial en el Año Jubilar por el Centenario de la Diócesis, con la ordenación diaconal de los jóvenes Ronan José Aguirre, Eugenio Eliseo Pachado, ambos de la parroquia Nuestra Señora de Belén, en el departamento homónimo, y Marcelo Enrique Amaya, perteneciente a la comunidad parroquial San Pío X, del barrio Libertador II, en la ciudad capital. Frente al atrio de la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, se congregaron fieles, provenientes de parroquias de Capital y del interior catamarqueño como de la vecina provincia de Tucumán, para participar de la Santa Misa presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, y concelebrada por sacerdotes de la Diócesis de Catamarca y de la Arquidiócesis de Tucumán.
Durante su homilía, Mons. Urbanč recordó a los ordenandos cuál es su misión dentro del seno de la Iglesia, resaltando de un modo especial la actitud y disponibilidad del servicio, característica principal del Diaconado.
Luego de la homilía, el Obispo procedió a concretar el rito de ordenación de los nuevos diáconos, que tuvo su momento central en la imposición de las manos del Pastor Diocesano y la oración consecratoria.
Inmediatamente después, los nuevos diáconos fueron revestidos con la estola colocada en forma cruzada y la dalmática, vestiduras propias del diácono.
De manos del Señor Obispo recibieron el Libro del Evangelio, con la exhortación a que crean lo que leen, enseñen lo que creen y practiquen lo que enseñan.
Luego de saludar al Obispo, los flamantes ordenados fueron recibidos por sus hermanos diáconos de Catamarca y Tucumán.
Bendición de vientres
Antes del concluir la celebración eucarística, Mons. Urbanč bendijo los vientres de las mujeres embarazadas presentes, en ocasión de celebrarse el Día del Niño por Nacer, conmemoración que motivó distintas actividades desplegadas durante la tarde en el Paseo de la Fe por parte de alumnos de colegios privados, bajo la coordinación de la Pastoral Familiar.
Brindis en el Colegio del Carmen
Al finalizar la misa, los neodiáconos recibieron los saludos y el afecto de familiares, amigos y pueblo en general. Tras lo cual se trasladaron hasta las instalaciones del Colegio del Carmen y San José, donde compartieron un brindis a la canasta con numerosas personas que colmaron la cancha de la institución educativa.
En la oportunidad, se hizo un repaso de la vida de José, Eugenio y Marcelo, a través de un video proyectado en una pantalla gigante, ante el aplauso de todos los presentes; y se leyeron mensajes y salutaciones de distintas comunidades, tanto parroquiales como educativas, para los nuevos diáconos.
También la música estuvo presente con la actuación del grupo “Instrumentos Andinos”, integrado por jóvenes que concurren al Oratorio Divino Niño, ubicado en el barrio Villa Eumelia, guiados por el profesor Jorge Espeche. La actividad que despliegan estos chicos provenientes de hogares humildes de la zona sur de la ciudad capital, forma parte de un proyecto de capacitación artística, que lleva adelante el ministerio de Desarrollo Social, cuyo titular, doctor José Vega, participó de la ceremonia y del posterior brindis.
Fue una verdadera fiesta para la Iglesia de Catamarca, que vive gozosa los 100 años de vida como comunidad eclesial particular, en el marco del Bicentenario de la Patria.