Durante la Santa Misa que presidió en la noche del viernes 29 de diciembre, el obispo diocesano, Mons. Luis Urbanč, puso en funciones al padre Lucas Segura como nuevo Vicario Episcopal para la Educación y Coordinador General de Centro Educativo y Cultural Diocesano Virgen del Valle. La Eucaristía fue concelebrada por sacerdotes del clero diocesano, entre ellos el vicario general, Pbro. Julio Murúa, y de la Arquidiócesis de Tucumán.
Participaron de la celebración
representantes legales, directivos y docentes de los colegios católicos de la
diócesis, familiares y amigos del padre Segura, y fieles en general, quienes se
dieron cita en la Catedral Basílica y Santuario de la Virgen del Valle.
En el comienzo de la ceremonia
litúrgica, el Canciller y Secretario General de la Curia Diocesana, Pbro. Diego
Manzaraz, dio lectura a sendos decretos de designación, tras lo cual se dio
inicio a la Liturgia de la Palabra.
En su homilía, Mons. Urbanč
agradeció a las personas que acompañaron al padre Segura, su papá y su mamá,
sacerdotes y autoridades educativas y al diácono Sergio Colósimo, que durante
un año prestó el servicio de responsable de la Vicaría, y al padre Lucas “que aceptó
con temor y temblor esta tarea muy delicada dentro de la Iglesia y de nuestra
sociedad”, dijo.
Luego puso de relieve que “la
educación ha sido siempre una tarea asumida por la Iglesia”, porque “se funda en
que Cristo es Maestro”. Destacó la tradición de la Iglesia como educadora,
afirmando que “hay miles de congregaciones religiosas a lo largo de los 2000
años de existencia, que se han ocupado de la educación de aquellos a quienes
nadie les interesaba, los pobres, los abandonados. Ahí estaba la Iglesia
asumiendo el rol de la enseñanza”.
Asimismo, resaltó la figura
del Beato Mamerto Esquiú, “un gran educador, quien se ocupó por muchos años de
la enseñanza, y así muchas congregaciones religiosas. Y es triste cuando vemos que
se quiere marginar a la Iglesia de este rol tan importante, que lo ha hecho a
lo largo de 2000 años”.
Tomando el texto de la primera
carta de San Juan afirmó que “un maestro ayuda a conocer, porque solamente lo
que se conoce de verdad se puede amar (...) y la Iglesia, por tanto, tiene la
misión de enseñar. Y hay una herramienta importante que se trabaja siempre en nuestras
comunidades: la Catequesis, que es profundización en la fe”.
“La educación es muy
importante, por eso en la diócesis he creado la Vicaría de Educación, para
coordinar los distintos colegios que la Iglesia en Catamarca tiene que conducir
y acompañar. Es una tarea ingente”, indicó, apuntando que “los valores que proponemos
muchas veces colisionan con los antivalores que ofrece la sociedad laica”.
“La Iglesia -manifestó- se
esmera y pone mucho esfuerzo en educar, en capacitar al ser humano para que con
la luz de la fe, la luz del conocimiento, pueda entender el sentido de la vida,
entendernos a nosotros, entender a los demás, entender de dónde venimos y a
dónde vamos. Eso es educar, capacitar para la vida”.
En este sentido, consideró que
“la educación tiene que ser integral porque abarca todo el ser, su aspecto temporal,
visible, y sobre todo lo invisible, el mundo sobrenatural, el mundo de la fe. Todo
se tiene que integrar, y una realidad ilumina la otra. Y esto es una tarea ingente,
hacer que desde las instituciones educativas que tenemos en nuestras manos,
cada educando y cada educador se encuentre con Jesús”.
Hacia el final pidió “que
nuestra Madre, que es Maestra de maestros, nos acompañe con su intercesión, su
humildad, su paciencia, para seguir apostando en esta hermosa tarea que tenemos
entre manos, que es educar a los seres humanos que están viniendo a este mundo,
para que de verdad conozcan a Jesús, amen a Jesús, sirvan a Jesús en este mundo,
y puedan gozar de Él en la eternidad”.
Profesión
de fe y juramento de fidelidad
Seguidamente, el padre Lucas
Segura realizó la profesión de fe y el juramento de fidelidad ante el Obispo, y
la asamblea rubricó este momento con un fuerte aplauso.
Antes de la bendición final, el
nuevo Vicario agradeció a quienes lo acompañaron y al diácono Sergio Colósimo
por el servicio prestado en la Vicaría de Educación, y a quienes no pudieron
estar presentes, pero lo acompañaron espiritualmente.
Primeramente destacó “la rica
historia de la educación en la vida de la Iglesia de Catamarca, en la que no se
puede soslayar la figura de nuestro Beato Mamerto Esquiú, y más
contemporáneamente, continuando la línea establecida por Mons. Luis Urbanč desde
año 2008, cuando convirtió lo que era la Junta Diocesana de Educación Católica
en Vicaría Episcopal para la Educación, que lejos de ser un cambio de denominación
se trata de una opción pastoral que consiste en comunidades vinculadas a la educación con un sacerdote
que la atiende en nombre del Obispo”.
“Por eso -continuó- no se
puede entender la educación en la vida de la Iglesia si no es en clave
pastoral, ya sea como una diaconía o servicio de la verdad, o como una obra de
la misericordia o de caridad. Jesús es el Maestro que nos hace partícipes de su
magisterio cuando nos dice: ‘Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos’.
Por este mandato misionero de Jesús es que existen las 16 instituciones que
forman parte de la Vicaría de Educación que cuenta, aproximadamente, con 15.000
alumnos”.
Asimismo, mencionó los avances
que se vienen dando en la Vicaría “que nos consolidan cada vez más como cuerpo,
por eso le pedimos al Señor que nos ayude a caminar juntos o sinodalmente”.
Estimó la necesidad de “una
reforma en la continuidad para enfrentar los nuevos desafíos”, planteando en
este sentido que “si nuestras instituciones educativas no tienen una mirada
prospectiva siempre correremos detrás de los vertiginosos y profundos cambios sin
dar una respuesta adecuada”. Tras describir el difícil panorama actual, consideró
la importancia de “una renovación pedagógica tendiente a una educación integral
y de fe”, señalando que “una educación de calidad no será posible si nuestras
prioridades son cuestiones de supervivencia y no pedagógicas”.
También comentó que “la
Vicaría de Educación viene trabajando en el Pacto Educativo y Global Argentino,
que tiene como base los 17 objetivos de desarrollo sostenible con agenda 2030,
que a su vez tiene su fundamento en el paradigma de ecología integral propuesta
por el Papa Francisco. Estamos dispuestos al diálogo para que esto se pueda
llevar a cabo”.
Finalmente, puso “en manos de Nuestra
Madre del Valle la Vicaría de Educación y el servicio que se me encomienda”, apuntando
que “la Virgen nos enseña desde el silencio, la oración, su ternura, pero también
con su autoridad; y sobre todo nos invita a aprender de su disponibilidad, Ella
atiende a cada uno de sus hijos que la buscan en el Camarín o en el altar mayor
en sus fiestas. Que por intercesión de Nuestra Madre y del Beato Mamerto
Esquiú, el Señor nos bendiga”.
Luego del canto de alabanza a
la Santísima Virgen María y la bendición final, el flamante Vicario para la
Educación recibió el afectuoso de saludo de sus padres, autoridades educativas
de colegios católicos, amigos y fieles en general.
Desde la creación de la
Vicaría Episcopal para la Educación en 2008, precedieron al padre Lucas Segura,
los presbíteros Víctor Hugo Vizcarra, Juan Ramón Cabrera y Oscar Tapia.
Fotos: facebook Prensa Iglesia Catamarca / @DiocesisCat